El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, llegó el viernes a La Habana para reunirse con su nuevo homólogo cubano, Miguel Díaz-Canel, y "ratificar la alianza estratégica" entre los dos países. "Vengo con toda la energía del mundo para seguir trabajando juntos, con el objetivo de impulsar la integración y el bienestar de los pueblos de nuestro continente", dijo Maduro a su arribo al aeropuerto internacional de La Habana, donde fue recibido por el canciller Bruno Rodríguez, según los medios locales.
Antes de emprender este viernes su viaje a la isla, el mandatario socialista habló en el aeropuerto de Maiquetía, y explicó que iba a realizar "una visita de trabajo, una visita de hermandad, para darle un abrazo de solidaridad y apoyo" a Díaz-Canel. Maduro añadió que su encuentro con el sucesor de los hermanos Fidel y Raúl Castro servirá para "visualizar el futuro y sobre todo ratificar la alianza estratégica entre Cuba y Venezuela".
En su primer discurso como jefe de Estado tras casi seis décadas con los Castro al mando de la isla caribeña, Díaz-Canel se comprometió el jueves a continuar con la revolución y, a la vez, impulsar reformas para actualizar el modelo económico. Maduro aseguró que llevaba "nuevas propuestas", sin especificar cuáles, aunque expresó que los esfuerzos deben enfocarse en una "revolución económica".
El mandatario venezolano, que aspira a la reelección el próximo 20 de mayo en votaciones cuestionadas por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos, enfrenta una dura crisis con hiperinflación -estimada en 13.800% por el FMI para 2018- y escasez de todo tipo de bienes básicos.
Los lazos entre Cuba y Venezuela se estrecharon durante el gobierno del fallecido Hugo Chávez (1999-2013), quien cultivó una estrecha relación con Fidel Castro, que incluyó convenios de suministro de crudo a la isla en condiciones preferenciales y envío de médicos al país petrolero. Muchos de los opositores al chavismo siempre cuestionaron esa alianza, afirmando que en rigor Caracas "obedece las órdenes que llegan desde La Habana, y al respecto se señalan en ese sentido las designaciones de centenares de ciudadanos cubanos en resortes estratégicos de la estructura de poder del chavismo.