El volcán inflacionario venezolano parece no tener límites y las dificultades que la continua depreciación del dinero ocasionada a todo intercambio comercial obligó al presidente Nicolás Maduro a anunciar este jueves la quita de otros tres ceros a la moneda bolivariana. Con una crisis socioeconómica que se agrava por el avance descontrolado de los precios, el mandatario dijo que era hora de hacer "una reconversión monetaria". "He decidido reducir tres ceros de la moneda y sacar de circulación el actual cono monetario y poner en circulación uno nuevo el 4 de junio", dijo Maduro en un acto con su gabinete económico.
El billete de 500 bolívares (11,3 dólares según las cotizaciones oficiales y 2,1 dólares en el mercado negro) será la máxima denominación, pero vale la comparación con el mayor billete actual, el de 100.000 bolívares, que apenas alcanzaba para comprar un kilo de arroz o pagar un café en la calle. Eso obligaba a que la mínima transacción comercial implicara una parva de billetes, a causa de la galopante hiperinflación, que según el FMI alcanzará un 13.000% este año.
En medio de esa espiral que lleva años sin encontrar piso, el bolívar se ha devaluado 92,3% desde el 1 de febrero, cuando el gobierno relanzó un sistema de subastas de divisas, las cuales monopoliza con un severo control de cambios. El nuevo signo monetario, bautizado "bolívar soberano" está integrado por monedas de 0,5 y 1 bolívar y billetes de 2, 5, 10, 20, 50, 100, 200 y 500 bolívares. Reemplazará al que entró en circulación a fines de 2016, cuyas piezas escasean porque su impresión no puede seguir a la inflación, según expertos. Diariamente solo se pueden retirar de un banco venezolano 10.000 bolívares, la décima parte de lo que cuesta un paquete de cigarrillos. La falta de efectivo ha convertido en un caos la vida diaria de los venezolanos, que lidian además con el desabastecimiento de alimentos y medicinas.
Es la segunda "reconversión monetaria" en una década, luego de que en 2008 el fallecido presidente Hugo Chávez eliminara tres ceros a la moneda para dar paso al "bolívar fuerte", también evaporado por la inflación.
Para economistas como Asdrúbal Oliveros, el fracaso se repetirá. "Quitarle tres ceros a la moneda sin resolver el problema hiperinflacionario no va a servir de nada", señaló Oliveros, director de la firma Ecoanalítica. Jesús Casique, de la consultora Capital Market Finance, vaticinó que "continuarán los desequilibrios" mientras el Banco Central cubra un déficit fiscal del 20% del PIB. Retrasos en la salida a las calles del cono vigente derivaron en protestas en diciembre de 2016, con cuatro muertos y cientos de comercios saqueados.
La reconversión de 2008 "tuvo un costo superior a 40 millones de dólares para el sistema financiero, incluyendo publicidad y adecuación tecnológica. En las condiciones actuales, la banca no tiene capacidad" para ello, advirtió Oliveros. Maduro anunció la medida en plena campaña por la reelección en los comicios anticipados del 20 de mayo.
"Nicolás, mientes. Le quitas tres ceros a la moneda para esconder la hiperinflación", escribió en Twitter su principal rival electoral, Henri Falcón, quien propone la dolarización para frenar la avalancha inflacionaria. "¡Venezuela no será colonia del dólar!", ler respondió el gobernante socialista.
- El factor petro -
Ante la falta de liquidez por la caída de la renta petrolera y sanciones de Estados Unidos que impiden el financiamiento externo, Maduro se juega otra carta con el petro, criptomoneda estatal respaldada en las reservas de crudo y de oro del país. Maduro dijo este jueves que espera que el petro se convierta en un medio de pago de bienes y servicios, para lo cual estableció "zonas económicas especiales" donde comerciar con la moneda virtual.
Son las ciudades turísticas Margarita y Los Roques (norte), la portuaria Paraguaná (noroeste) y la comercial Ureña-San Antonio (oeste, frontera con Colombia). Igualmente advirtió que la criptomoneda pagará importaciones y exportaciones, incluidas las petroleras. "Se instruye a todas las instituciones del Estado que generan divisas (...) iniciar el cobro de operaciones en petros", expresó Maduro, mencionando a la petrolera PDVSA -fuente de 96% de los ingresos- y las empresas mineras.
Maduro, que tenía varios lingotes de oro a su lado en la aparición, anunció el arranque de una venta pública de 15 días del criptoactivo, tras una preventa privada de un mes en la que aseguró que se recibieron "ofertas de intención de compra" por unos 5.000 millones de dólares. Maduro anunció el arranque de una venta pública de 15 días del criptoactivo, tras una preventa privada de un mes en la que aseguró que se recibieron "ofertas de intención de compra" por unos 5.000 millones de dólares. Estados Unidos prohibió esta semana a sus ciudadanos y empresas negociar con el "petro", en una nueva ronda de sanciones al gobierno venezolano.