Un sismo de magnitud 7,2 afectó este domingo al este de Turquía y causó 264 muertos, según un nuevo balance provisional del ministro del Interior Idris Naim Sahin, citado por las cadenas de televisión.
Docenas de personas quedaron sepultadas por montañas de escombros, pero las autoridades esperaban que el balance de muertos no aumentara del número que se temía. Las autoridades indicaron que 80 complejos habitacionales se desplomaron en Ercis (cerca de la frontera con Irak) y unas 40 personas habían quedado atrapadas entre los escombros.
Según los funcionarios a cargo indicaron a la agencia AP, los socorristas ya accedieron a todas las localidades afectadas por el fuerte terremoto, asegurando que el Estado ha puesto en obra todos los medios necesarios para las operaciones de rescate.
Fuentes del gobierno dijeron que centenares de viviendas de adobe en las aldeas y edificios de concreto en dos ciudades se derrumbaron el domingo por el terremoto. El primer ministro Recep Tayyip Erdogan, que inspeccionaba el área el domingo por la noche, dijo que "casi" todas las viviendas de adobe de las aldeas se habían desplomado. La dirección oficial de de situaciones de emergencia registró un total de 970 edificios derrumbados en la zona de la catástrofe.
El área más afectada fue Ercis, una ciudad con 75.000 habitantes en el este de Turquía cercana a la frontera con Irán y Armenia, que constituye una de las zonas más sísmicas del país. Las carreteras de la región se encuentran destrozadas.
Científicos estadounidenses registraron más de 100 réplicas en el este de Turquía durante 10 horas después del sismo, entre ellas una de 6,0 de magnitud. Las autoridades advirtieron a la población mantenerse alejada de casas que presenten daños ante la posibilidad de que puedan venirse abajo durante las réplicas.