Una mujer se hizo pasar por adolescente y abusó sexualmente de 50 niñas. El aberrante caso ocurrió en el Reino Unido y la chica fue condenada a 8 años de prisión. Gemma Watts, de 21 años, fue condenada por el Tribunal Real de Winchester, Inglaterra, el viernes 10 de enero: la encontraron culpable de hacerse pasar por un adolescente para seducir y abusar sexualmente de niñas entre 13 y 16 años.
Para conocer a sus víctimas, la joven usaba las aplicaciones Snapchat e Instagram y les hacía creer que conversaban con un chico de de 16 años que se llamaba Jake Waton, según consignó el medio The Guardian.
Modus operandi. La mujer se ataba el pelo y usaba una gorra de béisbol, pantalones holgados y una campera con capucha. Así lograba convencer a las adolescentes que verdaderamente era 'Jack'. De acuerdo a las investigaciones del caso, el número de víctimas de los abusos que mantuvo alcanza a 50 casos.
Secuelas. Algunas de las víctimas de Watts quedaron tan traumatizadas y con una sensación de traición cuando se enteraron la verdad, que se autolesionaron o intentaron suicidarse.
Investigación y juicio. La investigación comenzó en abril de 2018, cuando un profesional médico le informó a la policía de Hampshire que una niña de 14 años denunció una agresión sexual por parte de su novio, conocido como Jake Watton.
"En este caso particular, Watts escogió a sus víctimas en plataformas de redes sociales y las engañó haciéndoles creer que estaban entrando en una relación con alguien en quien podían confiar", aseguró Phillipa Kenwright, una de las detectives principales del caso y quien pertenece a la Policía Metropolitana de Londres.
En ese sentido, agregó: "Luego ella construyó relaciones físicas en las que tejió una red de mentiras y engaños, que le dio la oportunidad de cometer delitos sexuales".
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La jueza que estuvo a cargo del caso, Susan Evans, aseguró que había una planificación significativa detrás de la campaña de Watts y que los elementos de su comportamiento eran depredadores. Todas las chicas a las que atacó eran vulnerables y algunas habían sido intimidadas y tenían baja autoestima.
La magistrada detalló que Watts tenía un coeficiente intelectual bajo, era inmadura, tenía problemas con su propia sexualidad y no tenía convicciones previas. Pero ella dijo que algunos de los abusos fueron sostenidos y que algunas víctimas sufrieron graves daños psicológicos.
La acusada se declaró culpable en siete cargos de agresión sexual y engaño pederasta (o "grooming", como es conocido el término en inglés) en noviembre de 2019 y regresó al tribunal Winchester Crown Court el viernes 10 de enero. Allí, la condenaron a 8 años de prisión.
F.D.S./F.F.