Abrazos efusivos, multitudes alegres bien organizadas, flores de plástico y muchos gestos de amistad. Por primera vez en 11 años un presidente de Corea del Sur viajó a la vecina Corea del Norte, donde se reunió con el líder del país comunista Kim Jong-un. Se trató de la tercera cumbre intercoreana en lo que va del año y generó una gran esperanza de que se produzcan avances en la disputa por el programa nuclear norcoreano.
El presidente surcoreano, Moon Jae In, y el líder norcoreano firmaron un acuerdo durante su cumbre en Pyongyang después de una serie de reuniones sobre desnuclearización, una solución de paz duradera para los dos países y una mejora de las relaciones intercoreanas. Kim subrayó varias veces su disposición a la "desnuclearización". Sin embargo, aún no informó cómo y hasta cuándo podría deshacerse de sus armas nucleares y qué debería hacer Estados Unidos a cambio.
Kim anunció su compromiso con la desnuclearización en las reuniones que sostuvo con Moon en abril y mayo, así como con el presidente estadounidense, Donald Trump, en junio en Singapur.
Los mandatarios acordaron además liberar la península coreana de armas atómicas y permitir el ingreso de inspectores atómicos internacionales para supervisarlo, afirmó Kim tras firmar un acuerdo conjunto en Pyongyang. Además, Kim dijo que quiere visitar "pronto" la capital surcoreana, Seúl. En tanto, el presidente surcoreano dijo que Corea del Norte está dispuesta a desmantelar su principal central atómica, Yongbyon.
"El Norte aceptó cerrar de forma permanente el sitio de pruebas de motores de misiles de Tongchang-ri y la instalación de lanzamiento de misiles en presencia de expertos de los países afectados", declaró el presidente Moon.
Kim se reunió en abril pasado con Moon en la frontera intercoreana y en junio con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. En ambas ocasiones manifestó su disposición a la "desnuclearización", pero hasta la fecha no se produjeron avances concretos sobre cómo y cuándo se realizará ese proceso y qué contrapartidas recibirá Pyongyang. Si la cumbre resulta exitosa podría allanar el camino hacia un segundo encuentro entre Trump y Kim. Moon se reunirá con el mandatario estadounidense este mes al margen de la Asamblea General de la ONU que se celebra en Nueva York.
Estados Unidos espera que la cumbre de las dos Coreas en Pyongyang logre "un paso significativo y verificable hacia la desnuclearización de Corea del Norte", declaró este martes la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert. Al subrayar que se trata del tercer encuentro entre el mandatario surcoreano Moon Jae-in y Kim Jong Un, Nauert dijo que es "una oportunidad histórica" para el dirigente norcoreano de "cumplir su compromiso" adquirido en la cita con el presidente estadounidense, Donald Trump, en Singapur.
Moon, que actúa como mediador entre Estados Unidos y Corea del Norte en el conflicto nuclear, reafirmó antes de viajar su intención de lograr "una paz irreversible y duradera".
Las conversaciones entre Estados Unidos y Corea del Norte están estancadas. En agosto, Trump canceló el viaje que tenía previsto realizar a Pyongyang el secretario de Estado Mike Pompeo por la falta de avances. Antes de la cumbre en Pyongyang, la ministra de Asuntos Exteriores de Corea del Sur, Kang Kyung-wha, conversó por teléfono con Pompeo. Ambas partes insistieron en la importancia de mantener la presión sobre Corea del Norte para conseguir "una desnuclearización definitiva, completa y verificable", dijo una portavoz estadounidense.
La delegación surcoreana está integrada por 200 personas, entre ellas, destacados empresarios surcoreanos como los representantes de empresas como Samsung, Hyundai y LG, con la intención de sondear potenciales proyectos de cooperación que se pondrían en marcha una vez se suspendan las sanciones al aislado país estalinista. Como parte de la delegación viajaron además estrellas de la música surcoreana, que actuarán en un concierto, así como otras personalidades conocidas de Corea del sur como el famoso futbolista Cha Bum-kun.
La Agencia Internacional de Energía Atómica dice que no hay indicios de que Corea del Norte haya frenado su programa nuclear en los meses posteriores a la cumbre con Trump.
