Se cree que una cueva funeraria de dos mil años de antigüedad encontrada en un bosque de Jerusalén es la tumba de Salomé, la partera que habría ayudado a María con el nacimiento de Jesús. Así lo revelaron arqueólogos israelíes tras el hallazgo de inscripciones y una serie de artefactos tras las excavaciones realizadas en el lugar.
La Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA, por su sigla en inglés) anunció poco antes de que se celebre el nacimiento de Cristo, que las tallas en griego antiguo y árabe son "suficientes para probar que esta es la cueva de la santa Salomé", en relación al sitio ubicado en la región de Laquis, en el centro del país.
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"Según una tradición cristiana, Salomé era la partera de Belén, que fue llamada a participar en el nacimiento de Jesús", señaló Zvi Firer, investigador de la IAA en un comunicado. También añadieron que el descubrimiento comprende un "gran patio de 350 metros cuadrados con decenas de lámparas de aceite e inscripciones, señal de la presencia de peregrinos". Este hecho representaría que la cueva era un lugar de culto.
"Creemos que los peregrinos venían aquí, alquilarían una lámpara de aceite, realizarían sus oraciones en el interior y seguirían su camino. Como sucede hoy en día, cuando alguien va a la tumba de un rabino venerado y enciendes una vela allí", explicó Firer.
Por otro lado, el investigador mencionó que el nombre Salomé (o en hebreo Shlomit) era un nombre judío común, en la época del Segundo Gran Templo y era también conocido en las familias Hasmoneas y Herodianas, según publicó el medio The Times of Israel.
La cueva funeraria fue descubierta en 1982 por ladrones y saqueadores de antigüedades. Posteriormente fue excavada en 1984 por el profesor Amos Kloner, de la IAA, pero nunca se abrió al público. Sin embargo, ahora se planea poder abrirla a la gente con el fin de exhibir los hallazgos.
La historia de Salomé, en un evangelio "apócrifo"
Salomé no es mencionada en el Nuevo Testamento, sino que aparece en el Evangelio de Santiago, un relato apócrifo que no fue aceptado en el canon de la Biblia. Acorde a la historia, el autor de este evangelio era el medio hermano de Jesús, hijo de José y su primera esposa, pero la autoría del texto nunca ha sido confirmada. "Ella no podía creer que le pidieron que diera a luz al bebé de una mujer virgen, y su mano se secó y se curó solo cuando sostuvo la cuna del bebé", contó Firer.
En la Biblia, se revela que Salomé es la segunda partera de María: "Y la partera salió de la cueva y Salomé la encontró. Y ella le dijo: una nueva vista tengo que decirte. Una virgen ha dado a luz, lo que su naturaleza no permite. Y Salomé dijo: Vive el Señor mi Dios, que si no hago pruebas y pruebo su naturaleza, no creeré que una virgen ha dado a luz", dice la escritura.
El nombre de la comadrona de María se muestra varias veces después, con la madre de Jesús diciéndole a Salomé que no le cuente a nadie acerca de su hijo hasta que "él entre en Jerusalén".
La cueva consta de varias cámaras con múltiples kokhim (nichos funerarios) excavados en la roca y osarios rotos (cajas de piedra), lo que atestigua la costumbre funeraria judía. Si bien esta costumbre es conocida por los arqueólogos, la sorpresa fue la adaptación de la cueva a una capilla cristiana.
El grupo de investigadores intenta determinar la mejor manera de preservar todas las antigüedades, con miras a abrir el sitio al público por primera vez. "Se sabe que en tiempos recientes todavía algunos peregrinos ingresan ilegalmente a la cueva, como lo demuestran las velas y objetos modernos encontrados en los altares de algunas habitaciones", finaliza el comunicado del mencionado organismo israelí.
nt