Cuatro policías que defendieron el asalto al Capitolio de la turba de seguidores de Donald Trump, se suicidaron. Estos hechos preocupan a funcionarios del gobierno de Biden, y por supuesto a las titulares de las distintas fuerzas que protegieron la sede de gobierno de Estados Unidos el pasado 6 de enero.
Howard Liebengood, Kyle De Freytag, Jeffrey Smith y Gunther Hashida son los cuatro oficiales que se quitaron la vida. En relación a esta situación, Aquiliano Gonell, capitán de policía, sargento y ex veterano de Iraq dijo a CBS News que “lo que sucedió aquel 6 de enero fue lo peor nos tocó enfrentar como militares. Fue una batalla medieval: peleamos mano a mano, cuerpo a cuerpo, para prevenir una invasión al Capitolio de parte de una turba más que violenta que atentó contra la democracia”.
Por su parte, Harry Dunn, otro oficial de policía, habló de cómo el asalto de civiles de aquel 6 de enero, afectó a muchos de quienes defendieron el Capitolio. “Aún a varios meses de eso, ese 6 de enero está presente en mí todos los días”, dijo Dunn. “Conozco muchos policías que todavía están afectados física y emocionalmente por aquellos hechos violentos”. Por eso, él buscó ayuda profesional y alentó a sus colegas a hacer lo mismo. “Lo que atravesamos aquel día fue traumático, y si alguno de los que cuidamos el Capitolio están afectados, les pido que aprovechen la atención psicológica que nos ofrecen”.
Howard Liebengood, oficial de policía con dieciséis años de trabajo en la fuerza, se suicidó tres días después de participar de la defensa del Capitolio. Su esposa Serena Liebengood dijo, como muchos otros familiares de efectivos que estuvieron ese 6 de enero, que el comportamiento de su marido había cambiado. En esa misma línea, se expresó la mujer de Jeffrey Smith, quien tenía doce años como integrante de la policía. En diálogo con The New York Times, ella dijo “Aquel 6 de enero, cuando mi marido salió de casa para ir a trabajar era el Jeff de siempre; cuando regresó tras lo del Capitolio, con la cabeza lastimada (le dieron con una barra de hierro), Jeff era otra persona, cayó un pozo depresivo.”
El dia del asalto al Capitolio, una fan de Trump robó una computadora que quiso vender a Rusia.
Los dos últimos efectivos que se quitaron la vida fueron Kyle De Freytag, de 26 años y hacía cinco que era policía. En su caso, fue a horas de declarar como testigo en la comisión de la Cámara Baja que investiga el asalto al Capitolio. Y luego Gunther Hashida, un policía de 43 años y padre de tres hijos, que tenía 18 años en la fuerza policial.