El ex director de Nissan Motor Co. y Renault SA, Carlos Ghosn, protagonizó una fuga digna de un thriller de Hollywood. Las teorías de cómo el hombre de 65 años logró escapar se multiplican a medida que aparecen nuevos datos en la investigación.
Nada en su comportamiento en los últimos días presagiaba que abandonaría Japón, dijeron a la agencia AFP algunas personas que lo frecuentaron hasta la semana pasada. El hombre debía ser juzgado a partir de abril de 2019 por cuatro cargos: dos por ingresos diferidos no declarados a las autoridades bursátiles por Nissan (que también está siendo procesado por ello) y otros tantos por abuso de confianza agravado.
Ghosn fue arrestado el 19 de noviembre de 2018 en Tokio. Tras pasar 130 días entre rejas, el empresario fue liberado bajo fianza -1.000 millones de yenes (US$8,9 millones)- en abril de 2019 pero con estrictas condiciones a las que calificó de "excesivas, crueles e inhumanas". Entre ellas, era vigilado las 24 horas del día por una cámara instalada en el exterior de su casa, tenía restringido el uso de tecnología, se le prohibió viajar al extranjero y también se le vetó ver o contactar a su esposa Carole y a sus cuatro hijos.
Ghosn debía ser juzgado por ingresos diferidos no declarados a las autoridades bursátiles por Nissan y por abuso de confianza agravado
Las condiciones de libertad del ex magnate especificaban que sus pasaportes debían estar en poder de sus abogados, garantes del respeto de las normas impuestas por la justicia. Su arresto domiciliario en Tokio le permitía viajar dentro de Japón, pero el tiempo que se ausentaba del domicilio estaba regulado.
Una fuente de seguridad libanesa informó a la AFP que Ghosn llegó el lunes 30 de diciembre al aeropuerto de Beirut en un avión procedente de Turquía . "La manera en la que se fue de Japón no está clara", dijo a la agencia otro alto cargo libanés.
El Ministerio de Relaciones Exteriores en Beirut indicó que el ex presidente de Renault-Nissan "entró legalmente en Líbano". Por su parte, la Dirección General de Seguridad confirmó en un comunicado que Ghosn entró "legalmente" en Líbano.
Claves de la fuga
- Fuga de Japón: El canal de televisión MTV en Líbano informó que el empresario huyó gracias a la ayuda de un grupo paramilitar disfrazado como parte de una banda de músicos. El grupo había actuado en su casa y al finalizar el hombre se escondió dentro de una gran caja de instrumentos musicales. Una fuente de su entorno negó esta versión, pero por el momento no se pudo desmentir ni confirmar su veracidad.
- Asistencia del grupo paramilitar: La sociedad privada a la que acusan de ayudarlo a escapar es Sandline, una empresa británica formada por ex comandos de las fuerzas especiales del Reino Unido. Sus participantes se ocupan de operaciones de alto nivel, al aportar custodia a todos los emires y presidentes de Medio Oriente y reyes, según consignó la corresponsal de Clarín en Francia, María Laura Avignolo, en declaraciones al programa de Acá en Más que conduce Maria O’Donell por radio Metro. “Solo hay tres paises que podrian apoyar una acción como esta, los británicos, a veces acompañados por los sudafricanos, y los israelíes. Lo que supuestamente sucedió es que el 25 de diciembre le dijeron a Ghosn que su proceso iba a ampliarse y que no se sabía cuando iba a comenzar”, amplió la comunicadora. Ese habría sido el punto de inflexión en el que el hombre decidió fugarse.
- Dos pasaportes franceses: los abogados del magnate conservaban tres pasaportes (uno francés, uno libanés y uno brasileño), pero Ghosn tenía dos pasaportes franceses. Una autorización excepcional del tribunal le permitía tener uno de los dos documentos galos en su posesión cerrado en una valija pero cuya llave estaba en manos de sus letrados, explicó una fuente cercana al caso a la AFP. Este documento le servía como visado de corta duración en el archipiélago y necesitaba llevarlo en sus desplazamientos internos, según esta misma fuente.
- Escala en Estambul: Se sospecha que Ghosn voló en un jet privado desde el aeropuerto de Kansai (oeste). Un avión de este tipo despegó el 29 de diciembre hacia las 23 (hora local) desde ese lugar con destino a Estambul, indicaron medios japoneses. Según el diario turco Hürriyet, el ex presidente ejecutivo de Renault-Nissan aterrizó en el aeropuerto Ataturk, actualmente cerrado a los vuelos comerciales pero aún utilizado por aeronaves privadas, y partió desde allí a Líbano poco tiempo después en otro jet. Según la agencia de prensa DHA, la policía detuvo a siete personas, entre ellas cuatro pilotos, sospechosas de haberlo ayudado.
- Su esposa: Varios medios publicaron que Carole Ghosn, la segunda esposa del fugado que nació en Beirut, estuvo muy involucrada en la operación de escape de su marido de Japón. El empresario tenía prohibido comunicarse con su mujer. A mediados de noviembre pasado pudo hablar por primera vez en casi ocho meses con ella por videoconferencia. Según uno de los abogados japoneses de Ghosn, el matrimonio conversó durante más de una hora el 24 de diciembre.
B.D.N.