Los presidentes de Francia y Estados Unidos, Emmanuel Macron y Donald Trump, intentaron ayer restablecer su relación, luego de un nuevo choque vinculado a sus diferentes visiones sobre la estrategia militar de Europa. Tras una cumbre bilateral en el Palacio del Elíseo, los dos dirigentes buscaron bajar el tono a la pirotecnia verbal que el republicano había encendido el viernes, cuando cuestionó en duros términos un proyecto de su par francés para crear un ejército europeo. "Comparto la visión del presidente Trump de que necesitamos un reparto mucho mejor dentro de la OTAN, y por eso creo que mis propuestas para la defensa europea son totalmente congruentes con eso", dijo Macron para romper el hielo.
El republicano, que apenas respondió a las numerosas palmadas en la espalda y las piernas que le prodigó su homólogo galo, también optó por un discurso apaciguador, aunque sus gestos indicasen lo contrario. "Nos hemos convertido en muy buenos amigos en estos dos últimos años, y tenemos en común muchas cosas, quizás más de lo que la gente cree. Aprecio lo que dice sobre compartir las cargas militares. Queremos una Europa fuerte, es muy importante para nosotros", dijo.
Desde que llegó a la Casa Blanca, Trump pretende que los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) incrementen su gasto militar hasta el 2% de su Producto Bruto Interno (PBI). "Lo más importante es la Justicia, que la relación sea justa. Ahora Estados Unidos paga por proteger a Europa, y eso no es justo. EE.UU. debe financiar hasta cierto punto, pero hay límites", señaló Trump.
De esa manera, intentaron dejar atrás la polémica encendida por el estadounidense, que había asegurado el viernes por la noche: "El presidente francés Macron acaba de proponer que Europa construya su propio ejército para protegerse a sí misma de EE.UU., China y Rusia. Muy insultante, pero ¡quizás Europa debería primero pagar su parte equitativa de la OTAN, que EE.UU. subvenciona enormemente!". Trump se había irritado por una entrevista que Macron concedió esta semana, en la que llamó a Europa a crear un ejército para protegerse “incluso frente a EE.UU.”, luego que de Washington abandonase el tratado de eliminación de misiles nucleares de medio y corto alcance. Según el Elíseo, Macron nunca dijo esa frase y atribuyó el entredicho a una “confusión” en la interpretación de sus palabras.
Conflicto. Ese no fue el primer cruce entre Trump y Macron, que defienden posiciones antagónicas en temas como el medio ambiente, el programa nuclear iraní, las relaciones comerciales y la gobernanza mundial, para la que el francés defiende el multilateralismo, que el republicano vilipendia. Un cercano colaborador del presidente francés, el presidente de la Asamblea Nacional, Richard Ferrand, tiró ayer más leña al fuego, al opinar que Trump declaraba como un "viajante de comercio", porque en el fondo solo le interesaba “que Europa financie la OTAN para comprar armas estadounidenses”.
Homenaje agridulce. Trump, que está en París para participar en la conmemoración del centenario del final de la Primera Guerra Mundial, llegó al Elíseo con semblante crispado. Las discrepancias entre ambos volverán a quedar en evidencia hoy, cuando el inquilino de la Casa Blanca no participe en el Foro por la Paz tras la ceremonia de recuerdo del armisticio de 1918. El mandatario francés inaugurará ese encuentro, en el que participarán más de setenta jefes de Estado y de Gobierno.
Tras un almuerzo entre los dos presidentes y sus esposas, las primeras damas Melania Trump y Brigitte Macron, el republicano regresó a la residencia del embajador estadounidense en Francia.
El jefe de Estado también canceló una visita al cementerio norteamericano de Bois Belleau, al norte de París, debido al mal tiempo. “El viaje del presidente y la primera dama al cementerio y memorial americano en Ainse-Marne ha sido cancelado debido a las dificultades logísticas y de programación causadas por el clima”, indicó en un comunicado la Casa Blanca. Esa cancelación provocó numerosas críticas, entre ellas la de Nicholas Soames, nieto de Winston Churchill. “Murieron haciendo frente al enemigo y este patético incompetente @realDonaldTrump no puede desafiar el tiempo para homenajear a los caídos”, afirmó el miembro del partido conservador en el Parlamento británico. “Donald Trump se queja de tener que estar debajo de la lluvia quizás porque no quiere despeinarse”, tuiteó, por su parte, la asociación de veteranos de guerra estadounidenses.
Sin aludir a esa controversia, Trump asistió a la cena en el Museo de Orsay, donde Macron agasajó a todos los jefes de Estado. Entre ellos estaba la canciller alemana Angela Merkel, con la que el francés compartió una ceremonia altamente simbólica en la que reafirmaron la reconciliación franco-alemana “al servicio de la paz en Europa”.
Homenajes a cien años del fin de la Primera Guerra Mundial
El presidente francés Emmanuel Macron y la canciller alemana Angela Merkel participaron ayer de un acto de homenaje por el fin de la Primera Guerra Mundial en Rethondes, en el bosque de Compiègne, donde los aliados firmaron en 1918 el armisticio con el Imperio alemán. Allí, los mandatarios depositaron una ofrenda floral y colocaron una placa que recordó el “valor de la reconciliación franco-alemana al servicio de Europa y de la paz”.Después de firmar un libro de oro en una réplica del vagón donde se acordó el armisticio, Macron se acercó a un grupo de jóvenes y les pidió “estar a la altura” para que “nunca más” haya un conflicto similar al de 1914-1918. “No debemos ceder a las pasiones tristes, a las tentaciones de división”, afirmó, al instar a una mayor cooperación en una Europa en la que los electores se vuelcan cada vez más a dirigentes de extrema derecha que promueven el nacionalismo.