En un hecho inédito en décadas, que recuerda las históricas luchas por los derechos civiles y contra la guerra de Vietnam de los años 60, cientos de miles de personas, en su abrumadora mayoría mujeres, confluyeron ayer en Washington en una marcha en un abierto desafío a Donald Trump en su primer día pleno de gobierno, que tuvo réplicas en las principales ciudades del país y del mundo, incluyendo Buenos Aires.
Ningún presidente estadounidense fue recibido con una movilización social semejante en su contra. Durante los días previos a su toma de posesión, ya hubo protestas de menor tamaño en Washington. El día de la ceremonia fueron arrestadas más de 200 personas por altercados y episodios violentos en la capital.
Mujeres. La Marcha de las Mujeres iba a ser una protesta femenina contra un hombre que profirió comentarios machistas en la campaña y fue acusado de abusos, pero superó ese marco para reivindicar ante el republicano los derechos civiles de minorías como los inmigrantes, la comunidad LGTB y la población negra.
En Washington, más de medio millón de personas clamaron contra Trump en un escenario simbólico: el National Mall, la explanada con los monumentos a Washington y Lincoln. Allí pronunció Martin Luther King su famoso discurso en 1963 y allí fueron las protestas contra Vietnam en 1969.
Gorro. Miles y miles de manifestantes vestían gorros de lana rosa con dos orejas de gato, símbolo del desafío al nuevo presidente. Es un juego de palabras: en inglés son “pussy hats”, ya que “pussycat” es “gatito”: pero “pussy” es también vagina y alude a un audio de 2005, filtrado en la campaña, en el cual Trump aseguraba que “cuando eres una estrella, las mujeres te dejan hacerlo. Puedes hacer lo que quieras. Agarrarlas por el coño”.
Mensajes. “En esta nueva era de tiranía no sólo las mujeres estamos en peligro”, proclamó la cantante Madonna desde un escenario instalado cerca del Capitolio. “El bien no ganó en estas elecciones. Pero ganará al final”, agregó.
“Presidente Trump, yo no voté por usted –clamó Scarlett Johansson–. Respeto que sea el presidente elegido y espero apoyarlo, pero antes le pido que apoye a los hombres y mujeres que hoy están aquí esperando ver cuáles de sus drásticos movimientos les afectarán”.
“El presidente no es Estados Unidos. Nosotros somos Estados Unidos y estamos aquí para quedarnos”, proclamó la actriz America Ferrera, de origen hondureño.