Un potente tornado registrado en las últimas horas en Carolina del Norte, Estados Unidos, generó consecuencias graves en una planta industrial de la farmacéutica Pfizer. Los daños fueron de tal magnitud que se afectó equipamiento clave para el desarrollo de múltiples medicamentos que en los próximos meses podrían faltar en hospitales, clínicas y farmacias.
Todo ocurrió el miércoles a la tarde en la localidad de Rocky Mount, un poblado en el que hace años se instaló la farmacéutica que tomó popularidad, entre otras cosas, por el desarrollo de una vacuna contra el coronavirus en plena pandemia. Todo marchaba bien hasta que el clima comenzó a desmejorar y las autoridades alcanzaron a activar un protocolo de evacuación.
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Afortunadamente, no hubo personas heridas. Sin embargo, los daños materiales fueron casi totales.
Una imagen grabada desde un helicóptero muestra que gran parte del techo de la planta se desprendió y la estructura restante cedió. "Tengo reportes de 50 mil palés de medicamentos que están esparcidos por todas las instalaciones y resultaron dañados por la lluvia y el viento", sostuvo Keith Stone, jefe policial de Nash.
Por qué podrían faltar medicinas
En la planta afectada, entre otras cosas, se producen anestesias y medicamentos de gran valor para la salud, por eso a esta hora todavía se evalúan las pérdidas millonarias que implicó el fenómeno climático. La importancia de esta planta y sus daños hace prever a los profesionales una posible falta de stocks para los próximos meses.
"El daño probablemente conducirá a la escasez a largo plazo, mientras Pfizer realiza labores de reconstrucción o trabaja para trasladar la producción a otros sitios", dijo Erin Fox, directora de farmacéutica en el Centro Médico de la Universidad de Utah.
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¿Podría la situación afectar a la Argentina? Desde la empresa no puntualizaron, pero no se descarta que pueda haber faltantes en los próximos meses. Todo va a depender del tiempo que tarde Pfizer en reacondicionar la planta dañada y volver a producir.
Fenómenos climáticos graves
El episodio registrado el último miércoles coincide con una serie de eventos climáticos de fuerte magnitud en esa zona de los Estados Unidos.
Ocurre que el hemisferio norte atraviesa por estos días una época de fuertes olas de calor, con temperaturas máximas récord, junto con intensas lluvias y tormentas. Hubo inundaciones con evacuados en Kentucky y récord de calor en Phoenix solo en la última semana.
Además, el Servicio Meteorológico Nacional de Estados Unidos sacó un alerta en la previa al tornado justamente advirtiendo del riesgo que existía. Y posteriormente indicó que se trató de un EF3, con vientos de hasta 240 kilómetros por hora. Eso causó el cierre de autopistas interestatales y fuertes demoras en el tránsito de la zona.
La forma más fácil de identificar un tornado es a simple vista. Se trata de una nube grande, oscura y rotante, aunque suele presentarse también en tonos claros y avance veloz sobre la tierra. Entre los consejos en caso de presenciar uno siempre se debe colocar en sentido contrario a la dirección del viento, buscar un lugar cubierto para refugiarse, idealmente sótanos.
Dentro de la vivienda, lugares resistentes como mesas pesadas o de trabajo son clave, junto con sábanas, frazadas y/o bolsas de dormir son muy importantes para refugiarse. Se debe evitar permanecer dentro de vehículos, carpas o casas rodantes.
ASV/fl
