Desde la portada, este nuevo ejemplar del L´Osservatore Romano semanal en lengua española referencia la histórica visita del Papa Francisco a Lampedusa hace siete años. Bajo el título “Huida del infierno de los campos de detención” se hace mención de la misa celebrada por el Santo Padre el pasado 8 de julio en la capilla de la Casa de Santa Marta en memoria de ese gesto profético. En su homilía, el papa mencionando un texto bíblico del profeta Oseas recordó que éste denunciaba que “La prosperidad y la riqueza abundante habían alejado del Señor el corazón de los israelitas y lo habían llenado de falsedad e injusticia”. Con esa referencia, Francisco expresó que: “Es un pecado del cual nosotros, cristianos de hoy, tampoco estamos exentos.
«La cultura del bienestar, que nos lleva a pensar en nosotros mismos, nos hace insensibles al grito de los otros, nos hace vivir en pompas de jabón, que son bonitas, pero no son nada, son la ilusión, ilusión de lo fútil, de lo provisional, que lleva a la indiferencia hacia los otros, o mejor, lleva a la globalización de la indiferencia» (Homilía en Lampedusa, 8 julio 2013). La exhortación de Oseas nos llega hoy como una invitación renovada a la conversión, a volver nuestros ojos al Señor para ver su rostro. Luego, ya culminando su homilía proclamó que: “… hoy con Libia: nos dan una versión “destilada”. La guerra es mala, lo sabemos, pero no os imagináis el infierno que se vive allí, en esos campos de detención. Y esas personas sólo vinieron con la esperanza de cruzar el mar”.
También en esta edición, se destaca una serie de Foros que se están desarrollando desde Buenos Aires por el Instituto para el Diálogo Global y la Cultura del Encuentro (IDGCE), en conjunto con la Red Eclesial Panamazónica (REPAM). En un artículo de Marcelo Figueroa, se da cuenta de esta serie de seis ciclos de los cuales ya se llevaron a cabo dos, los días 18 de junio y 2 de julio. Estos foros internacionales virtuales se realizan bajo el lema “Del derecho al agua al derecho a la esperanza”. Los mismos contaron con la participación de reconocidos expertos a nivel nacional e internacional en materia de políticas públicas y desarrollo sustentable y fue presidido por el cardenal Claudio Hummes, relator general del Sínodo para la Amazonía y presidente de la REPAM. En la apertura del evento el director del IDGCE y anfitrión de los Foros, Luis Liberman, afirmó que este ciclo, «que culminará el mes de septiembre, propone la profundización de los desafíos sobre el derecho al agua, el desarrollo sustentable y la participación de las comunidades para el cuidado de nuestra casa común». Claudio Hummes, dio la bienvenida a todos los participantes del Foro con la siguiente máxima: «No basta hablar de esperanza porque se corre el riesgo de tornar la palabra vacía y engañosa, la esperanza requiere ser construida en un proceso de diálogo y de encuentro. La situación devastadora dejada por la crisis sanitaria, socio ambiental y económica de la COVID-19, creó una perplejidad global, de inseguridad angustiante en la gente común».
Entre la decena de participantes en estos dos primeros foros, se destacó a nivel local la del doctor Ricardo Lorenzetti, ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, quien mencionó que el gran error es querer ajustar los conflictos a las jurisdicciones, y no al contrario. Eso demanda, continuó Lorenzeti, a transformar las instituciones para ajustarlas al problema. Al mismo tiempo, se une la necesidad de entender que el agua es un bien común, y por lo tanto se debe analizar como un bien jurídico protegido. Como figura internacional, en el primer foro, el filósofo italiano Gianni Vattimo, agradecido con las instituciones y los organizadores del evento, manifestó que «el problema del agua es el problema en el que confluyen casi todos los problemas sociales de nuestro tiempo» y destacó el rol del Papa Francisco, como el único líder capaz de encauzar acciones significativas para la resolución de estos problemas. En el segundo foro, el cardenal Pedro Barreto, vicepresidente de la R E PA M expresó que «la educación es el fundamento de la ecología integral ya que el agua es factor común de sus tres columnas, la económica, la social y la ambiental». Refiriéndose a la actualidad afirmó que «en estos tiempos de pandemia, promover la cultura del agua, valorarla y respetarla como un bien destinado a todos es una necesidad urgente hacia una nueva actitud solidaria en estos tiempos de pandemia. La nueva solidaridad implica una nueva educación que sea una propuesta clara para crear una ciudadanía ecológica de un humanismo integral en relación con Dios, la naturaleza y el prójimo, ya que la educación técnica y científica son insuficientes”.
Como es habitual, en esta edición se transcriben en forma completa y oficial las homilías, misas y Ángelus del Santo Padre, como así también otro tipo de comunicados emanados de la Oficina de Prensa de la Santa Sede y correspondencia oficial. En este último caso, se transcribe la muy relevante epístola que el Patriarca Bartolomé envió al Pontífice en ocasión de la solemnidad de san Pedro y san Pablo.
J.D. / CP