La fundadora de la Asociación Chicos.net, Marcela Czarny, opinó que el bullying tiene un origen en la naturalización del acoso y la discriminación. “El bullying no nace de un repollo, es producto de una sociedad que discrimina, que es violenta y que naturaliza este tipo de situaciones”, afirmó en Modo Fontevecchia, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9).
¿El bullying existe desde siempre pero se va transformando acorde al cambio de las sociedades?
Sí, yo no diría que hay más bullying y violencia ahora, sino que está más evidenciado. Si uno habla con sus padres y sus abuelos, o lee en la literatura, hay muchísimos casos de acoso, siempre al diferente. Esto habla de una sociedad.
Las sociedades humanas, en general, traen mucha carga violenta. Las causas de todo lo que tiene que ver con bullying o cyberbullying, que es el bullying llevado a las nuevas tecnologías. No son algo que sucede en las aulas, sino la sociedad que genera y permite este tipo de violencia.
¿Creés que en los colegios se trabaja lo suficiente para capacitar a los docentes en contener este tipo de situaciones?
Yo no cargaría tanto las tintas sobre los docentes, sino sobre todo lo que es el sistema de crianza de chicos y chicas.
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Hace poco vimos el caso de Lucio, donde se evidenció que ni las escuelas, ni el sistema de salud, ni el barrio detectó lo que estaba sucediendo para poder hacer algo. En este caso ocurre lo mismo, hay una sociedad, un pueblo, un grupo de amigos, que no vieron lo que estaba sucediendo.
Creo que hay leyes de prevención. En Argentina hay una ley de promoción de la convivencia, que se trabaja, aunque se podría trabajar mejor. Pero me parece que es un planteo que nos tenemos que hacer como sociedad. Somos una sociedad violenta y que discrimina.
No pretendo cargar las tintas sobre los docentes, sino sobre el sistema. El docente contará con las herramientas o no para contener una situación de esta naturaleza, pero también lo tenemos medio “naturalizado”. En ese sentido, creo que la capacitación a un docente para trabajar en ese sentido tiene que venir por parte del Gobierno, tomar el tema y hacerlo visible.
Estoy totalmente de acuerdo con vos, lo que sumo es a toda la sociedad.
Lo traigo a casos argentinos para mirarnos en el espejo. En el caso de Fernándo Báez Sosa, uno se pregunta qué pasa con todos los testigos, los que presenciaron la golpiza, ¿podrían haber hecho algo?, ¿habían naturalizado un hecho de violencia así?
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Se veía gente saliendo del boliche filmando la situación de agresión. ¿Qué pasó que tenemos tan naturalizada ese tipo de discriminación, de cargada al diferente y de violencia al diferente?
En este caso nos toca mucho, son dos gemelas (una sobrevivió y la otra falleció), donde una de ellas se autopercibía varón, y son argentinas que viven en el exterior, y seguramente las discriminaron por ser inmigrantes, incluso antes de discriminarlas por haber transicionado.
Tenemos que trabajar muchísimo. Los docentes en detectar previamente lo que está sucediendo. Si uno ve que hay un chico que cambia de actitud, que está alejado del grupo, si vemos que el grupo está naturalizando situaciones en las que se margina, se carga, se deja de lado o se violenta al diferente.
Todavía falta mucho trabajo. El bullying no nace de un repollo, es producto de una sociedad que discrimina, que es violenta y que naturaliza este tipo de situaciones.
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Alejandro Gomel (AG): ¿Faltan políticas públicas? ¿Cómo se puede enfrentar este tema para empezar a cambiar la situación?
Hay una ley, muy buena, que tiene que ver con la convivencia escolar. Lo que opino es que se tiene que ejecutar e implementar esa ley. Evidentemente, todavía no es suficiente lo que se hace, si no, no tendríamos esta situación, ni acá ni en el mundo.
Tiene que ver con la sociedad, es algo que pasó toda la vida el hecho de marginar y agredir al diferente. Pero si queremos evolucionar como sociedad tenemos que entender cuál es la responsabilidad de cada uno. Políticas públicas, por supuesto que también.
Las escuelas, como institución que nuclea a una comunidad, es importantísimo que formen comisiones, grupos de detección, para frenar las agresiones al diferente. Siempre la víctima es el diferente.
Si tuviéramos un espacio de reflexión y autocrítica a lo que cada uno hace estaríamos mejor. Por supuesto que promuevo y pido más políticas educativas y líneas de educación, pero también tiene que nacer de los grupos más pequeños. Discutir en la familia, en la comisión de padres, en las asambleas de la escuela, entre otros espacios.
Creo que lo importante es entender la fuerza que tienen quienes no son ni el agredido ni el agresor. Todos los que están en el medio, que la miran pasar.
¿Qué pasa con esa sociedad que ve que se margina ante sus ojos y no hace nada? La fuerza de los testigos, de los observadores, puede ser tal que podría prevenir una tragedia como la de Barcelona, la de Fernando o la de Lucio.
Tenemos que mirar más hacia afuera y tener una mirada más sensible, menos cerrada a lo que es la sociedad.
Andrea Bisso (AB): Seguramente todos hemos sufrido una cargada o una burla de chicos, pero, ¿qué hacemos con los padres de los chicos que cometen esos excesos?
Hay que tratar, como sociedad, de dejar en evidencia que eso no va más, que no se puede permitir.
Cuando fue lo de Báez Sosa, con respecto a los rugbiers, se decía que “todos podemos tener un hijo así en nuestra casa”, y yo pensaba, “yo no”. Yo educo a mis hijos de tal modo que les podrá pasar algo, pero nunca van a naturalizar una violencia como esa. Pongo las manos en el fuego.
Los que por ahí están más en duda son los que tienen esos valores. Tenemos que pensar cómo cambiar esos valores, de que uno es mejor que el otro, la sociedad “machirula” en la que el más fuerte le pega al otro. La escuela tiene que convocar y ser la que promueva este tipo de reflexiones para ir modificándonos.
El problema es demasiado grande. Vemos que políticos y periodistas manejan un altísimo nivel de agresión. ¿Cómo un chico no va a mamar eso de la sociedad? Tenemos que pensar cómo armamos espacios en los que se pueda reflexionar sobre lo que nos hace mal, los derechos y la inclusión.
Después de la pandemia, quedó de relieve la importancia de la institución escolar. Es un espacio donde se tienen que reflexionar sobre todos estos temas, más allá de si aprende matemática y lengua. Ustedes como periodistas también, y nosotros como ONG tenemos que hacer lo posible por promover estos valores.
FM JL