En diálogo con Modo Fontevecchia (Radio Perfil FM 101.9 Y Net TV), Mariano Caucino, analista internacional, detalló el panorama de la región en el marco de la próxima reunión del Mercosur que tendrá fecha mañana en Paraguay. En este sentido expresó: “Es lamentable que el Presidente no se siente a tomar un café con Bolsonaro”.
¿Qué significa esta adhesión de Uruguay de cortarse solo en el Mercosur, de ser una especie de Suiza o Mónaco?
Se va a iniciar una nueva cumbre con una división importante a partir de la decisión del gobierno uruguayo de intentar hacer un acuerdo de libre comercio con la República Popular China. Esto pone en entredicho la base misma del Mercosur, que en su primer artículo del tratado de 1991, establece una política exterior comercial común. Eso es un problema serio del bloque porque los uruguayos tienen razones atendibles para hacerlo pero no lo pueden realizar por la situación actual. El problema grave que genera parálisis y retracción del Mercosur, es con una mala relación entre Brasil y Argentina, en el plano de los presidentes. No ha habido cumbre entre presidentes hace ya casi tres años y eso dificulta la tarea.
Probablemente sea la última reunión antes de que haya un nuevo presidente, ¿no? Habrá elecciones en Brasil dentro de pocos meses...
Así es, en Brasil hay elecciones en octubre, hay una segunda vuelta más cerca de fin de año y asumirá el nuevo presidente el 1ro de enero del año 2023, sea reelecto Bolsonaro o que Lula recupere la presidencia, lo que parece una posibilidad importante.
Jorge Elías (JE): Lo de Uruguay no es nuevo, como cuando Lula y Kirchner eran presidentes, y Uruguay quería firmar un acuerdo de libre comercio con EEUU y denunciaba asimetrías, evidentemente no se ha hecho nada para resolverlo...
Si, es una política de Uruguay desde hace muchos años y ha atravesado varias administraciones. Las iniciaron gobiernos de centro-izquierda como los de Tabaré o Mujica, e implica una política de Estado. Los argentinos debemos entender que eso tiene una lógica, lo que no significa que uno esté de acuerdo. Los problemas del Mercosur se deben resolver con acuerdos. No puede haber falta de diálogo en el plano elevado de la política, porque demuestra que no se puede sustituir la falta de voluntad presidencial.
Hemos tenido un embajador sumamente activo y dinámico. Scioli hizo lo que pudo pero no se puede contra la falta de voluntad de los presidentes. El Mercosur es el resultado de lo que sus gobiernos quieren hacer de él. Puede ser una gran herramienta o una traba para el desarrollo de los países.
Con un Mercosur en crisis, Argentina se resiste a la actualización del Bloque
JE: ¿En qué quedó el tratado con la Unión Europea de 2019?
Había alcanzado una instancia importante, se había avanzado mucho pero no se cerró. Tiene dificultades de ambos lados. En Europa hay mucho proteccionismo de países grandes, como Francia. Lamentablemente, cuando el gobierno de los Fernández y Kirchner, que asumieron en 2019, congelaron esa situación y no aprovecharon el avance. Los gobiernos kirchneristas hacen política exterior en base a criterios ideológicos. Tal vez en un futuro pueda retomarse.
JE: Esto demuestra que de un lado del Atlántico tenés instituciones y del otro, coyuntura...
Sí. Hay una mayor comprensión de los intereses nacionales. La política internacional y exterior, que los Estados despliegan, están basadas en criterios permanentes, no necesariamente con cuestiones ideológicas. El tratado que termina de consolidar la Unión Europea, fue negociado por un socialista y un conservador en los años 80. Eso no impidió que trabajaran en conjunto. Es lamentable que el Presidente no se siente a tomar un café con Bolsonaro. Al tiempo que defiende las dictaduras que existen en el hemisferio.
En términos económicos, cuando el Mercosur se constituye, la relación económica entre Brasil y Argentina respecto de Paraguay y Uruguay, los dos socios más chicos, era mucho más potente que la relación que hay hoy. Tanto Uruguay como Paraguay han crecido, en comparación con Brasil y Argentina que se han estancado. ¿Esto potencia esa idea independentista de Uruguay y tal vez Paraguay?
Si, probablemente. De todas formas, el destino de Uruguay y Paraguay, sin Brasil y Argentina, es difícil de imaginar que puedan independizarse por completo. El bloque debería tener una política de negociación conjunta con EEUU, Europa y China, porque esas economías explican el 60% de la economía global y el 20% del PBI mundial, cada una de ellas.
Hay una regla no escrita pero general que dice que los países más pequeños se benefician más del comercio internacional. Aún países como Brasil también lo haría, al igual que Argentina, siendo un país mediano. Hace 100 años, la Argentina era la mitad del Producto Bruto Interno de toda la región. Hace 50 años era casi igual a Brasil, en la época de Frondizi, y en los años 60, 70, Brasil superó a la Argentina. Eso es una realidad innegable, lamentable, no porque ellos hayan crecido, sino por nuestro atraso.
CB PAR