El presidente del Banco Central recomendó los depósitos ajustados en UVA para protegerse de la inflación. Pero para los bancos es un mal negocio. Las entidades empezaron a esconderlos: no los promocionan y algunos los quitaron del homebanking, lo que obliga a los clientes a ir a una sucursal para hacer el plazo fijo.
Ya hay un stock de 300.000 millones de pesos en el sistema y los bancos no tienen a quién prestarle esos fondos: en un contexto de bajísima demanda de crédito, nadie quiere recibir un préstamo en UVA.
CB PAR
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