“Sexo libre”, “pareja abierta”, “busco enamorarme”, “estoy aburrida”, “quizás encuentre aquí a la madre de mis hijos”, “busco trio”, “te prometo que nos vamos a divertir”, “algo ocasional”, “Soy romántico y mimoso: busco una relación informal pero estable”, “con responsabilidad afectiva”, “estoy casado y aburrido ¿sos discreta?”, “quiero charlar con alguien interesante”, “que fluya”, “sexo virtual y si da nos conocemos”, “Pareja que busca poliamor”… estas son algunas de las descripciones que podés encontrar en el mercado de las apps de citas. Como verán, hay para todos los gustos.
Cuando entré a Tinder me tomo unos minutos entender cómo funcionaba y no hablo solo de los botones, a los que debes prestarle atención porque podés darle “un superlike” a alguien que quizás no te interesa. Cabe destacar, que para descubrir quién es tu admirador secreto (el que te envió “un superlike”),Tinder, te pide que pases tu tarjeta de crédito y pagues por una cuenta Premium.
A primera vista, me pareció un catálogo de modelos, me resultó llamativo que tantos hombres tuvieran los abdominales tan marcados. Eran todos #cuerposhegemónicos ¿Qué había hecho con mi vida todos estos años?¿Había un A.T – D.T? (Antes de Tinder y después de Tinder).
El "estafador de Tinder" cayó en el engaño de la cuenta verificada y le robaron 6 mil euros
Me pregunté si la app servía también para aumentar el ego, a través “matchear” y sentirte deseada. Matchear es cuando haces match: que es lo que ocurre, como diría Roberto Galán, cuando hay coincidencia. Es decir, ambos deslizaron a la derecha y se abre una ventana para el diálogo directo (para esta acción Cupido no te cobra).
Tinder te avisa cuando tenés mensajes nuevos, pero estos pueden tornarse excesivos, volviéndose un tanto imposible poder responder a tanta demanda porque aquellas personas a las que le gustas tienen la posibilidad de escribirte, aunque vos no le hayas dado LIKE ¿Cuántas veces en el día podés contarle a un desconocido lo que estás haciendo y a que te dedicas sin aburrirte? En esas primeras charlas, hay una construcción constante de la imagen de una misma para gustar, en este cortejo virtual podés ser tan exitosa como quieras. Pero si soy interesante no tengo que convencerte de serlo. Advertí que esto no ocurría si se trataba de un encuentro casual dónde todo era más rápido y directo.
Para muchos Tinder puede ser un juego, un pasatiempo, un espacio de práctica para la conquista, pero me interesa hacer foco en la búsqueda del amor. Como siempre el tipo de charla cambia según a quien tengas del otro lado ¿Cuál es tu deseo? Si te llegaran a preguntar si te gusta planchar, ya sabes que tenés que hacer.
La creatividad argenta es algo para destacar: “Hola chica provocadora de choques de autos ”podés encontrarte con este nivel de elocuencia, yo no compro este tipo de mensajes, pero habrá quien crea que es a la primera que él dice eso, perdonen mi escepticismo, hace ya un tiempo aprendí a no dejar mi autovaloración en manos de otro. Además, le escapo a los mensajes sobre mi estética: “Hola bomba”, “Hola mujer sexy”, “Hola linda” …¿Qué tal si no me interesa tu opinión sobre mi cuerpo? También llegan otros mensajes, esos que no quieren endiosarte y se muestran como son. Pero nada más personal y privado que la atracción, a cada quien le gusta lo que le gusta.
El estafador de Tinder: aparecen videos de Simón Leviev en redes
Comencé a hablar para ver cómo funcionaba, pero sentía que no era el espacio indicado para mí, lo charlé libremente con algunos chicos de la app que me compartieron sus experiencias buenas y malas como miembros más antiguos ¿Qué era todo este mundo virtual que se desplegaba en mi pantalla? Hay muchas promesas y expectativas puestas en la app, desde gente que quiere casarse y conocer al “amor de su vida”, hasta romper la noche en una fiesta. Todo al alcance de tu mano.
La aplicación te facilita las cosas, te sugiere sincronizar con tu perfil de Instagram o Facebook, de esa forma no tenés que molestarte en subir fotos. Hasta puede hacerte coincidir con gente cercana a tu domicilio, dándote la opción de elegir el rango máximo de distancia que estás dispuesto a trasladarte por una cita, ¿Cuánto… una cuadra? ¡Tinder lo hace por ti! No solo eso, sino que mediante un algoritmo selecciona que tipo de perfiles son afines a tus intereses, descartando los otros ¡Tinder, también elije por ti! Así, el azar comienza a sufrir algunos recortes.
Algo activó mis alarmas, como a mí me gusta navegar y nadar, la mayoría de mis posibles “candidatos” estaban vinculados con el río o el mar, barcos y deportes acuáticos; como también me gusta viajar, aparecían con más frecuencia perfiles de hombres que tenían postales bellísimas de los lugares más exóticos del planeta con sonrisas impecables ¿Cuál era el beneficio de saber que tendríamos temas en común y qué me perdía si eso no estaba? ¿acaso no es en la diferencia que una se nutre de otras miradas y experiencias? Así, al parecer, estaban armando un “Ken” por y para mí. A mi medida ¿se verían así sin el filtro de Instagram y en vivo? ¿Qué era real y que era montaje? ¿cómo sería su voz en vivo, su perfume, su forma de ser? ¿la química entre nosotros? La app aun no puede ofrecerte eso. Pero detrás de cada foto, en la vida la real, la tangible, donde los cuerpos se estremecen, había un ser humano, con deseos, sueños, miedos, conductas, valores: En fin, una historia, una vida.
Como cualquier app “gratuita” pretende que la uses frecuentemente, de hecho, están diseñadas para que te den ganas de usarlas. Hay mucha gente trabajando detrás para que sientas eso. Entonces mientras tu cuenta está inactiva, Tinder te envía mensajes: “¿quieres ser un éxito? Tienes que dar Likes para recibir likes”, “Le gustas a alguien. Abre Tinder para descubrir quién es”, “enciende tu finde: sube una nueva foto y aumenta tus matchs”. Ser tímido no es un problema en Tinder, porque es la misma app la que te sugiere un texto para romper el hielo en una primera charla, también te pide que seas amable y sincero (Gracias Tinder, a muchos les hubiera hecho falta que se lo enseñen sus padres al criarlos). Estos mensajes se iluminan en tu pantalla a toda hora y lugar, es difícil no caer en la tentación.
Fue con la pandemia que se disparó el consumo de antidepresivos según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y fue durante el aislamiento más estricto que muchas personas lo rompían para tener encuentros sexuales con gente con la que no convivían. Entonces, a nivel internacional, se le pidió a la ciudadanía que recurriera a la autosatisfacción y al #sexting (mensajes hot con fotos) y sexo virtual (que implica el sexo a distancia por videollamada).
Obviamente estas apps se vieron beneficiadas en un contexto nunca antes visto. Así, conocer a alguien, fuera de una app era como ganar la lotería. Ir a un bar con barbijo y el sistema de burbujas dificultaba el poder entablar una charla casual con alguien. Parecía que las apps de citas eran la única opción. Hasta los psicólogos la siguen recomendando. Cabe destacar, que hay “hora pico” dentro de la app y es la noche el espacio de mayor encuentro ¿será el silencio, la sensación de soledad y la necesidad de querer una compañía lo que aumenta la actividad en este tipo de apps?
Por estos días, el mundo entero está hablando del nuevo documental de #Netflix “El estafador de Tinder” #SimonLeviev (en verdad se llama Shimon Yehuda Hayu), es un estafador que se hacía pasar por el hijo de un millonario y ostentaba así su vida de lujos para cautivar a sus víctimas. El documental recupera la voz de tres mujeres que fueron estafadas por él y lograron desenmascararlo, si bien una de ella lo engaña y se queda con ropa de Simon primera marca que, aún hoy, sigue vendiendo por internet, ninguna recuperó el dinero de la estafa. Simon, les contó un cuento, como esas películas de Hollywood o Disney: el soltero millonario que la invita a volar en su avión privado, se enamoran apasionadamente, todo es mágico y sucede rápido, parecen el uno para el otro, ven un espacio para vivir juntos donde se amarán eternamente y verán crecer a sus nietos.
A todas les habló de amor para siempre… ya son más de 20 mujeres estafadas, también económicamente por una suma que supera los 10 millones de dólares. Digo “también” porque la manipulación y la violencia psicológica dejan marcas que no son tangibles, pero son aún más difíciles de superar que recuperar esas sumas desorbitantes de dinero. A través de la manipulación que les ejercía, muchas mujeres sacaron préstamos personales y les dieron sus ahorros en efectivo ¿cómo es posible?
Entendemos el mundo según como lo percibimos, creemos que la realidad es lo que nosotras consideramos, pero ¿qué ocurre si eso que creo que es real se desvanece en el aire?
Mientras ellas miraban las fotos de los posibles candidatos de Tinder, Simon no buscaba amor, ni sexo libre. Él simplemente estaba trabajando, seleccionando el perfil psicológico de su próxima víctima, una que pueda ser fácilmente vulnerada. Tenía todo un montaje armado, mensajes de WhatsApp ya prefijados, de hecho, usaba los mismo con todas, como si se tratase del guion de una película, solo cambiaba la mujer en cuestión, claro.
Eran las mismas fotos, los mismos videos, los mismos detalles románticos, la misma coartada: “ayudame peligra mi vida, necesito dinero”. En fin, la misma estafa. Usaba el dinero de su primer víctima para cautivar a la segunda con citas de ensueño y cuando la otra caía en la trampa usaba el dinero de esa mujer para la siguiente víctima, este accionar es conocido como el Esquema Ponzi. Podríamos afirmar que la mitomanía, psicopatía, el trastorno de personalidad narcisista, el complejo de superioridad, describen a este estafador, pero ¿qué ocurrió con estas mujeres, por qué las eligió?
Quizás sean personas impulsivas, con una idea romántica del amor. Personas que temen estar solas o quedarse por “siempre solas” (algo que nos han machacado desde niñas… ¿qué tal si está bueno estar solo con nosotras?) Quizás estas mujeres hayan sufrido el rechazo en su más tierna infancia, maltratos, abusos, entonces se instala como algo natural lo que no lo es. Soportar. Aguantar. Para un perverso, meterse en la mente de las personas hasta doblegarlas es una fuente de placer. Y si esta persona está vulnerable es tierra fértil para los artilugios de un psicópata.
Simon usaba palabras clave para encarcelarlas, les decía lo que ellas deseaban oír: "te amo, sos la mujer de mi vida, quiero que seas la madre de mis hijos…", él hacia lo que ellas deseaban que alguna vez hicieran por ellas, cómo no ilusionarse, si estas mujeres anhelaban el amor de pareja, pero ¿qué tipo de amor? ese amor que nos contaron una y otra vez en Disney, ese amor romántico que cantamos sin darnos cuenta en esas canciones cargadas de toxicidad, con letras que nos dicen que amar es sufrir ( No vinimos a esta vida a sufrir).
Idealizar al otro es no verlo, es dotarlo de un poder que no tiene. Es ingenuo creer que ese amor puede perpetuarse en el tiempo sin pagar las consecuencias porque ese tipo de amor se da en el primer tramo de un vínculo, en la “etapa de enamoramiento”, donde creemos que el otro es un ser etéreo que tiene todo lo que alguna vez soñamos, y luego, viene la otra etapa, donde notamos que ese ser angelado también ronca.
Podríamos pensar que, además de ser las estafadas, lo que une a estas mujeres es un tipo de adicción silenciosa: la codependencia. Que es cuando te perdés en el otro, le solucionás su vida y él te gratifica por eso, te hace sentir importante, te desdibujas, perdés tu espacio, dejas a un lado tus deseos y metas, las actividades que te hacían bien, ya no son prioridad. Pero esta adicción puede solucionarse, dándote espacio a vos misma, que seas la protagonista de tu vida y no dependas que otro te de permiso para realizar tus sueños. Porque creer que tu camino es ser la facilitadora de los deseos de otro es una ruta de ripio que te lleva al autoengaño.
En parte el amor es ilusión. Pero el buen amor no te genera miedo, pánico a perderlo, ansiedad por que responda un mensaje, el amor no te oprime, no te debilita, no te dice que fallas, no te hace sentir que no vales, no te dice que no sos suficiente, no te pide que cambies, no te genera angustia o desesperación. Eso no puede ser amor (y esto no aplica solo a la pareja)
Los vínculos dependen de al menos dos seres, insistir en sostener algo que depende 100% de vos, es condenarte a tener una vida que atenta contra tu amor propio. Alguien que prefiere mirar su celular antes que dialogar en la cena, que te amenaza con dejarte, que te genera desgaste energético, que te deja pensando todo el día en que sucede con ustedes: no es amor, es un vínculo tóxico.
Lo bueno, es que cuando lográs hacer “contacto cero” (no mensajes, no llamadas, no mails, no nada), aunque sientas la abstinencia (ya dijimos que es una adicción y debe tratarse como tal), a los pocos días te vas a sentir renovada, a respirar mejor, te vas a sentir liviana. En cuanto te alejas de ese tipo de personas, tu vida comienza a ser prospera. Porque quizás esa persona que dice amarte solo sepa amarse a sí misma y entonces si vos no te amas… ¿Quién lo hará?
Quién es Simon Leviev, "El estafador de Tinder", el documental que es furor en Netflix
Es en la soledad que aprendes a conocerte, a disfrutar de una cena con velitas con vos, y cuando tenés ganas de amanecer con un desconocido, que comienza a ser conocido, lo haces. Compartís un desayuno con un hombre con el que mantenés un vínculo sexoafectivo, dejas que te vean sin filtros de Instagram y que escuchen tu voz de dormida. Cómoda y libre.
¿Cómo entenderíamos los vínculos si Hollywood no hubiera existido? Aunque muchos sigan maldiciéndolo, el movimiento feminista nos acercó nuevas miradas, nuevos discursos, nuevas formas para entender los vínculos: la no violencia, la responsabilidad afectiva, el respeto y el consensuar. Dejamos de lado muchos mandatos que nos oprimían y nos vamos liberando de lo que nos impedía vivir nuestra sexualidad libremente. Es gracias al movimiento feminista que surgió la idea de antiprincesas y empezamos a poder ser nosotras criando infancias más conciencies de sus derechos y posibilidades. A decidir que no voy a sufrir por estar sola, si es lo que deseo, por más que mi entorno me diga que debería hacer otra cosa. La cultura viene a decirnos como podemos amar, pero el movimiento feminista está habilitando otras formas.
Simon estafó a cientos de mujeres en todo el mundo, fue a prisión solo 5 meses y está libre, ahora da cursos por 300 dólares de "asesoramiento empresarial personal” y está en Tinder e Instagram nuevamente, aunque Instagram lo eliminó por un tiempo. Como el tipo de delito que comete es difícil de probar no se puede condenar.
A fines del 2021, Javier Calamaro difundió en sus redes un video por una ley contra el abuso psicopático, hoy no está contemplado por la justicia y causa mucho daño. El estafador de Tinder hubiera tenido un motivo más que suficiente para ser juzgado.
¿Seguís en Tinder? le preguntan a Cecilie, una de las estafas, y ella responde que si… es que, a pesar de todo, el amor vale la pena. El encuentro rápido fugaz, pero divertido, los vínculos más tradicionales, el touch and go, el ser amigos con derechos, vínculos sexoafectivos, la libertad sexual, el deseo en su máxima expresión. Pero habrá que tener conciencia e información para poder elegir libremente con quien y de qué manera y hasta cuando, por favor: que dure lo que dure sano. Cada uno tendrá sus deseos donde quiera colocarlos y eso es personal y privado. Pero una relación requiere tiempo y madurez, respetarse y respetar. Y sobre todo paciencia. No apurar los tiempos del otro o los propios.
Una argentina salió con el "Estafador de Tinder" y lo rechazó
Si bien Tinder es un medio más para conocer personas, considero que hay que ser más cuidadosas a la hora de vincularse, porque sino caemos en el peligro de creer que todo lo que vemos en Tinder es real, perola app es un recorte, se basa en una distorsión de la realidad porque el ser humano es complejo de por sí y reducir lo que una persona es por como se ve es una simplificación absurda. Por eso, hay que tomarse este tipo de app con cuidado.
Entonces, podemos tomar algunas medidas de protección para la vida real y virtual, conectarnos con nuestro instinto que a veces está muy dormido: ¿cómo nos sentimos, estamos cómodas con lo que esa persona hace y dice?... si algo no me cierra, simplemente me voy. Lo principal es tener amor propio, eso te salva de meterte en lugares que no te convienen y luego cuesta salir. En las apps un buen consejo es chatear bastante previamente, googlear a la persona y chequear que sea una persona real para eso podés revisar sus redes, ver si tienen contactos en común, hacer una videollamada previa al encuentro y la primera vez citarte en lugares públicos, y por favor, nunca le des dinero.
* Analía Cobas. Licenciada en Ciencias de la Comunicación con orientación en opinión pública y publicidad, Universidad de Buenos Aires. Escritora y Jefa de Prensa, especializada en cultura. Instagram: @analiacobas