OPINIóN
ECONOMISTA DE LA SEMANA

Escenario electoral a priori positivo

Calendario electoral: qué se vota y cuándo son las PASO y las elecciones generales
Calendario electoral: qué se vota y cuándo son las PASO y las elecciones generales | TELAM

En nuestras últimas columnas veníamos planteando que la configuración del escenario electoral iba a tener influencia en la coyuntura económica de este año, en especial en el precio de los activos financieros. Finalmente ese momento llegó el sábado anterior y a nuestro juicio el escenario que se ha constituido resulta positivo. De hecho, el mercado venía mostrando expectativas positivas, las que se acentuaron una vez conocidos los contendientes de la puja electoral.

Un hecho positivo es que los  protagonistas centrales de la grieta, los expresidentes Fernández de Kirchner y Macri, no sean de la partida, lo cual representa un elemento importante en vistas de dejar atrás ese fenómeno político que no permite definir una agenda de mediano y largo plazo que encarada consistentemente nos permita ir dejando atrás los problemas varios que afectan a nuestra economía y terminar con este ciclo pendular de marchas y contramarchas tan pernicioso. Tan importante como que no compitan es el hecho de que, más allá de proscripciones (diciembre de 2022) y egos derrotados (marzo de 2023), de cara a una elección general ambos aparecían como candidatos perdidosos.

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Otro factor que el mercado comenzó a evaluar positivamente fue que la oposición con una orientación más amigable a los negocios se venía erigiendo como la favorita para ganar las elecciones. Esta percepción se fue granjeando a partir de las crecientes dificultades que enfrentó el Gobierno tanto en el terreno inflacionario como en el sector externo. Esta expectativa de cambio de ciclo, además del indudable potencial de nuestro país en términos de factores, alentó una fuerte apreciación de los activos del sector empresarial en general.

En efecto, desde principios de este año índice S&P Merval, viene mostrando un crecimiento sostenido y ha superado su máximo histórico medido en pesos, con un valor actual de 416.466 puntos. Esto representa un incremento nominal acumulado del 106%, el cual en términos reales se traduce en una ganancia del 36%. Mientras que dicho índice, medido en dólares (al tipo de cambio contado con liquidación), acumula un incremento del 40%. Posando la vista en empresas individuales en el mercado internacional se observan comportamientos tanto o más impresionantes. Las empresas energéticas fueron las que mostraron un mejor desempeño, como por ejemplo YPF, que muestra un incremento interanual del 305% en la cotización de su ADR desde junio de 2022. Un poco más rezagados se encuentran los activos de entidades financieras, pero aun así con rendimientos muy positivos, como el Grupo Financiero Galicia, que ha acumulado una suba de 70% en su valorización durante el presente año.

El problema de la grieta en la economía

El deterioro de los indicadores que fueron afectando las posibilidades electorales del oficialismo también operó para que los bonos públicos no pudieran ni de lejos replicar el desempeño de los papeles corporativos. Desde principios de este año hasta mayo los bonos presentaron caídas en sus paridades. Los precios de todos los bonos soberanos en dólares disminuyeron de forma significativa, exceptuando únicamente el caso del GD30D, que experimentó una disminución en su precio del 2% respecto a diciembre de 2022. Luego, a medida que se fue consolidando el panorama electoral, se empezó a notar una recuperación durante el transcurso de junio, volviendo a tocar o superar los valores vistos en el cierre del año anterior. De hecho, a partir de la cercanía de la fecha de cierre de listas, en este último mes se pudo evidenciar un aumento de todos los bonos, con subas que, en su totalidad, promedian el 25%. La confirmación de la candidatura de S. Massa ha favorecido lo acontecido en los últimos días, cuando los bonos mostraron subas promedio del 6% en esta última semana. En primer término porque el ministro de Economía representa por bastante margen la cara visible del ala más moderada de la coalición ahora llamada Unión por la Patria. De este modo se redujeron las expectativas de desvíos aún mayores en el manejo de la economía y de que cierto apoyo de los organismos multilaterales finalmente se concretará para llegar a las elecciones sin un agravamiento de la situación. Proyectando a un plazo  más largo, otro factor positivo viene dado por el apoyo que el ministro concitó de un conjunto de actores relevantes dentro del PJ, como los gobernadores, intendentes, dirigentes sindicales y hasta actores del sector empresarial. Así, su respaldo excede el mero apoyo de CFK, lo cual lo vuelve menos dependiente de esta facción a futuro. Por último, más allá de las encuestas, su nominación fue promovida para darle competitividad al espacio por personas que luego de este proceso seguirán teniendo la responsabilidad de gobernar. Aun en el escenario de un oficialismo derrotado, esta configuración augura una oposición más cooperativa a futuro. Una especie de homenaje a la sensatez esbozada en la inigualable síntesis del teorema de Baglini.

Pasando ahora al campo opositor, el primer dato es que la estructura presentada por J. Milei no refleja un esquema sólido e incluso trascendieron situaciones internas conflictivas. Así, al disminuir las chances de que se impongan propuestas extremas, se vuelve menos probable un escenario de inestabilidad política futura, como acontecieron por ejemplo en Perú, Ecuador, Colombia, Chile y Bolivia. También se reduce el riesgo de una súbita y muy fuerte devaluación a caballo de la excéntrica propuesta dolarizadora del candidato libertario.

El otro dato, más relevante, es que la principal coalición opositora, y principal candidata a ganar la presidencia ha recuperado centralidad y el cierre de listas y  la definición de los contendientes y sus estructuras sirvió también para aliviar tensiones y que las energías se vuelquen a cuestiones más propositivas que conflictivas. Será interesante observar qué pasa en esta disputa que por lejos será la única competitiva y concitará la mayor atención de la opinión pública y del mercado. Si bien por su carácter de disputa interna puede esperarse una competencia por quién se diferencia más del kirchnerismo, lo cierto también es que la clave del éxito para encarar la elección general pasará también por dar un mensaje de solidez política, consistencia y un mensaje económico esperanzador a futuro.

Entendemos que variables tales como la inflación y su impacto en el nivel de vida y los indicadores sociales deterioran en buena medida las chances electorales del oficialismo. Podría decirse que en un país normal el oficialismo no tendría ninguna chance electoral. Sin embargo, un elemento que no está siendo tomado demasiado en cuenta es que la fuerza opositora principal ha sido gobierno hace no tanto tiempo, y a la luz de varios indicadores esa experiencia fue tanto o más fallida que la del gobierno actual. En una breve comparación, la gestión MM fue deficiente en términos de actividad, consumo e inversión. Por su parte, la gestión AF fue más deficiente en términos de estabilidad de precios. Ambas fueron negativas en términos de poder adquisitivo de los salarios

En resumen, entendemos que, de cara a las PASO, en caso de que la renegociación con el Fondo sea exitosa, hay todavía margen para que este rally alcista se sostenga, aunque de manera acotada. Una vez conocidos los contendientes finales, esa tendencia podría reforzarse.

*Socio fundador de consultora ACM. Jefe de asesores del Ministerio de Economía.