OPINIóN
Avances tecnológicos

Hacia el futuro de la era digital

1-11-2020-Logo Perfil
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La tecnología ha sido siempre el factor fundamental que motoriza el progreso de los hombres y mujeres. El desarrollo y la mejora de las técnicas aplicadas constituyen un conocimiento que debe ser transmitido de generación en generación. La tradición oral de los antiguos juglares, la explosión de difusión del conocimiento gracias a la imprenta de Gutenberg, la invención de las telecomunicaciones y, finalmente, la era digital no son más que la aceleración del mismo proceso: el avance tecnológico.

Cada uno de esos saltos redunda en un acercamiento y una reducción de las distancias y los tiempos. La velocidad en la que el conocimiento, con sus luces y sombras, se transmite creció de manera exponencial con cada nuevo invento y descubrimiento.

Sin lugar a dudas, vivimos hoy en un mundo hiperconectado en todas las áreas. Ninguna de las actividades que desarrollamos en nuestra vida cotidiana está exenta de requerir o necesitar del vínculo tecnológico, principalmente el digital. La humanidad en su conjunto vivió uno de los años más excepcionales de nuestra historia y, por supuesto, los argentinos y argentinas no somos excepción dentro de esta gran aldea global.

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La pandemia COVID-19 demostró que la conectividad pasó de ser importante a ser imprescindible. La educación, la salud, la agricultura, la industria, con sus cientos de matices cada una, son actividades fundamentales para el desarrollo de una nación cuyo mayor capital y recurso es el humano. La tecnología se erigió como el elemento amalgamador de todo el entramado económico y productivo de los Estados nacionales, lo cual nos obliga a tomar medidas que garanticen su continuidad y actualización con el objetivo final de mejorar la vida de las personas.

En tal sentido, el Estado argentino, representado por el Gobierno nacional, estableció como premisa básica de su administración la ampliación de derechos, empezando por los últimos para llegar a los primeros. El Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) asumió esa responsabilidad y, desde el comienzo de nuestra gestión en 2020, trabajamos para garantizar el derecho al acceso a redes de Internet que todos los argentinos y argentinas poseen en este mundo hiperconectado.

En 2014, el Estado nacional dio un salto hacia adelante con la licitación del espectro para el despliegue y comercialización de las redes 4G Long Term Evolution (LTE), lo cual trajo aparejado un indudable avance en las comunicaciones en general y permitió mejoras sustanciales en los procesos productivos.

Pero como anteriormente mencionaba, el progreso tecnológico nunca se detiene. Ante la demanda creciente de los Estados, las sociedades y las industrias por incrementar la eficiencia, velocidad y dispositivos conectados, la humanidad ha concebido nuevos avances. Tal es el caso de la tecnología de quinta generación (5G) para conexiones tanto a redes móviles como a redes fijas, las cuales se encuentran en pleno desarrollo en el mundo, pero cuyo potencial aún no podemos dimensionar.

En términos técnicos, los principales desarrollos implican un mayor ancho de banda y capacidad de transmisión de datos, con un importante flujo de información y con velocidades entre 10 y 100 veces superiores a las redes actuales. También, una menor latencia (el tiempo que tarda una instrucción en ser transmitida y recibida por la red), que llega a ser menor a 5 milisegundos o incluso alcanzar 1 milisegundo, lo cual significa que la transferencia de información por las redes sea prácticamente en tiempo real. Asimismo, una cantidad masiva de dispositivos conectados: mientras que el 4G permite tener aproximadamente 100 mil dispositivos conectados por km2, con el 5G pueden llegar a ser hasta un millón los dispositivos conectados por km2 simultáneamente. Esto favorece notablemente el desarrollo de Internet de las cosas, además de una mayor movilidad; así, una red 4G permite mantener la conectividad a velocidades de hasta 350 km/h, en tanto que el 5G es capaz de mantener la transmisión y recepción incluso a velocidades de 500 km/h.

En marzo de 2021, por primera vez en Latinoamérica, un Estado, a través del ente regulador de las comunicaciones, Enacom, convocó a las principales empresas fabricantes de tecnología 5G para una exhibición conjunta, cuyo objetivo consistió en presentar y demostrar el incalculable potencial de desarrollo que el 5G representa tanto para las y los ciudadanos como para las industrias del ecosistema de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), como así también para otros sectores estratégicos de una nación, como son la educación, la medicina, el transporte, la seguridad, la logística y el entretenimiento, entre muchos otros.

El despliegue del 5G en Argentina será un programa de mediano y largo plazo que indudablemente necesitará de la colaboración virtuosa y articulada entre el Estado nacional, las provincias y el sector privado. Esto implica que las empresas deberán realizar inversiones intensivas para la renovación de la infraestructura de redes; y los Estados, establecer regulaciones previsibles que permitan la comercialización a precios accesibles y certidumbre para la competencia justa entre las empresas.

El gobierno, encabezado por el presidente Alberto Fernández, dispuso nuevas prioridades para recuperar la capacidad del Estado de aplicar herramientas de políticas públicas en pos de reducir la brecha digital y avanzar en la adopción de nuevas tecnologías para crear, ampliar y materializar el acceso a los derechos.

La explotación en todo su potencial de la tecnología 5G posibilitará desarrollar ciudades inteligentes y sustentables para aumentar la eficiencia de los servicios, la innovación en los procesos educativos para nuevos profesionales y la velocidad en la producción de bienes.

Ese camino lo estamos recorriendo entre todos y todas, para concebir una nueva ciudadanía digital.

*Presidente del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom).