¿Qué tan valiosa soy ante los ojos del mundo? ¿Y ante los míos?
Medimos nuestro valor con la regla de las dificultades que atravesamos en la vida. ¿No te da orgullo haber podido con todo lo que pudiste? ¿En cuántas reuniones sociales se compite para ver quién es el más sacrificado?
- A las 4 de la mañana me levanto para ir a trabajar…
- Ah pero vos ¡volves de día Raúl! Yo me levanto de noche y vuelvo de noche.
Una competencia tácita a ver quién deja más su vida en sobrevivir.
Nuestros puntos de vista crean la realidad que tenemos. Si tu punto de vista es que sos digna de aplausos por haber atravesado todas las dificultades ‘que te tocaron’, no crees que, en el fondo y silenciosamente, vas a estar buscando más de eso?
Más problemas para resolver nos dan motivos para (sobre)vivir. ¿Si llego a tener todo resuelto entonces qué? ¿Qué queda? Dame otro problema que te lo resuelvo en dos segundos! Así me das otro y, por qué no, de a varios, así me distraigo con problemas en lugar de crear la vida que quiero.
¿Qué es eso que defendés que sos? ¿Cuál es tu definición de vos?
Trabajadora, emprendedora, independiente. Buena madre, buena esposa, buena persona.
Si dejaras de defender eso y te permitieras ser lo que queres ser hoy, sin tener que demostrarle nada a nadie, ¿qué crearías hoy? ¿qué elegirías?
¿Facilidad, o dificultades?
Solemos hacernos preguntas para encontrar la respuesta correcta, la que me salve, la que me haga perder menos. Te propongo algo distinto, al principio cuesta un poco y la mayoría de las lectoras ni lo van a probar sin embargo aquí va:
Hacer preguntas. No para llegar a la respuesta correcta sino como un pedido al Universo, una invitación a la consciencia, a tu saber. Que, sí, todo eso está conectado.
Cómo sería tu vida si frente a cada dificultad que te topes, te permitas preguntar “¿Qué más es posible con esto, que no creo que sea posible?” Y arrojarlo, sin expectativa, sin conclusiones, sin nada más que el espacio para recibir lo que esa pregunta traiga.
*Nazarena Lartigue y Jazmín Scarponi, empresarias y facilitadoras de desarrollo personal para emprendedores. Certificadas de Access Consciousness® y de El Gozo de los Negocios®, y creadoras de The Witch Boss.