La pandemia nos demostró la relevancia de las relaciones sociales y del vínculo con el otro, no sólo son fundamentales para la vida cotidiana sino que son la diferencia entre unas empresas y otras.
La cruda realidad de la experiencia promovió la incertidumbre laboral, más 20 mil empresas argentinas cerraron y/o quebraron entre 2020 y 2021, a la vez que 300 mil empleados (formales e informales) se quedaron sin trabajo. Esto nos llevó a mirar nuevas alternativas de negocio, basadas en la adaptabilidad, la resiliencia y enfocadas en el recurso más valioso: el humano.
Los nuevos escenarios imponen la adaptación como método de subsistencia. Pero los cambios en las organizaciones no sólo deben ser estéticos, la trascendencia de su acción está intrínsecamente ligada a la capacidad de la dotación de asimilar y procesar las aptitudes hacia nuevas formas de trabajo. Sin embargo, eso sólo es posible cuando los que son parte de esa organización, tienen todas las herramientas a disposición, desde las tecnológicas hasta las sociales y culturales.
Trabajar de lo que amas: historias inspiradoras de los que pudieron
El Covid-19 nos puso obstáculos complejos que debimos atravesar, mientras las emociones y la salud se vieron fuertemente afectadas, los márgenes de rentabilidad de gran parte de los sectores productivos se reducían. Sin embargo, aquellos que decidimos apostar a mejorar, a establecer nuevas estrategias e invertir en el mejor capital que una empresa puede tener -su personal-, nos vimos fuertemente recompensados por nuestros colaboradores. Y es que no hay mejor inversión por parte de las compañías que en su staff, desde las aptitudes profesionales hasta la salud física y emocional. La motivación y el alcance de objetivos, están directamente vinculados, no sólo a una remuneración digna, sino también al clima laboral, una variable que incluye estabilidad emocional, aspiraciones y reconocimiento.
En pos de mejorar la situación de todos y de motivarlos en un momento muy complejo, nos enfocamos en el departamento de RRHH, apelamos a recursos externos premiando la calidad de la gestión de los trabajadores, reconocimos su esfuerzo, medimos en tiempo real sus necesidades, los invitamos a autogestionar sus actividades teniendo en cuenta que la vida laboral y la personal deben ir de la mano, compartimos experiencias a la distancia y reorganizamos el espacio físico de trabajo para invitarlos a trabajar de manera más colaborativa; todo con el objetivo de fortalecer los lazos sociales.
Trabajo híbrido: ¿la normalidad para los nuevos talentos?
Se trata de una transición que debe realizarse, de arriba hacia abajo, impulsada por las distintas gerencias hacia una nueva organización orientada en los recursos humanos. Aquellos que trabajamos enfocados en los servicios, reconocemos las cualidades de una empresa por sus integrantes: son el eslabón fundamental de la estructura.
Así, mientras la crisis sanitaria pone al mundo de cabeza, nos encontramos con un entorno equilibrado, de soporte y contención, que permitió acompañar a los trabajadores y su familia. Estableciendo un vínculo más profundo que el profesional, una cercanía emocional que tiende puentes entre cada uno de sus integrantes, conformando una estructura sólida, capaz de afrontar cualquier adversidad.
Por qué el 60% de los trabajadores argentinos piensa cambiar de empleo en 2022
Hoy, resurgimos fortalecidos, apostando a profundizar las enseñanzas que nos legó la pandemia con el objetivo de promover los principios de calidad, impulsar una mejora continua de los procesos y reconocer el esfuerzo de cada uno de los colaboradores.
* Mauricio Campici. Vicepresidente de Boston Seguros.