Las mujeres y disidencias hemos aprendido a lo largo de la historia que nunca nos regalaron nada y que nuestra fuerza es imparable. Que cuando tenemos un objetivo y persistencia en una lucha, nadie nos frena. Si en plena pandemia conquistamos el derecho al aborto libre, seguro y gratuito, fue gracias a la fuerza perseverante y organizada de ese movimiento.
Hoy tenemos que usarla para exigir medidas contra los femicidios y para acompañar los reclamos contra las consecuencias de esta pandemia que afectan especialmente a las mujeres. La pandemia trajo mayor pobreza en el mundo; pero en nuestro país, además, aumentó la desigualdad en términos dramáticos y eso no puede adjudicarse al virus. Diferentes estudios indican que las mujeres retrocedimos una década en condiciones laborales.
Si en plena pandemia conquistamos el derecho al aborto libre, seguro y gratuito, fue gracias a la fuerza perseverante y organizada de ese movimiento
Frente a esa situación, no nos quedamos en casa, cientos de mujeres hoy encabezan reclamos activamente en nuestro país, pero en su mayoría son invisibilizadas. Las docentes de Mendoza, de Tucumán, de Neuquén; trabajadoras de la Salud en Buenos Aires y del pescado en Mar del Plata; las que pelean por un techo para vivir y fueron desalojadas como en Guernica; las trabajadoras aeronáuticas de LATAM; vendedoras ambulantes de Jujuy y de las fábricas recuperadas de Neuquén, son algunas. Por todas ellas y con todas ellas, saldremos a la calle este 8 de marzo.
A la par, sufrimos una brutal violencia de género. Según los relevamientos de distintas organizaciones, en lo que va del 2021 ya se registraron más de 53 femicidios. A su vez, uno de cada cinco fueron cometidos por miembros de las fuerzas represivas del Estado, muchos de ellos usando el arma reglamentaria. Los femicidios por agentes uniformados se convierten en la primera causa de muerte de mujeres, travestis y trans en manos del aparato represivo estatal. El caso de Úrsula Bahillo expuso como pocas veces antes el encubrimiento e impunidad otorgada por la justicia, pero también por sus pares y, por supuesto, por los gobiernos de turno.
Tenemos que exigir medidas urgentes, que se declare la emergencia y se destine el presupuesto necesario. Mientras se siguen creando consejos o comisiones, la condena recae sobre todas las mujeres y, en particular, sobre las que menos recursos tienen: las más jóvenes y pobres.
Los femicidios por agentes uniformados se convierten en la primera causa de muerte de mujeres, travestis y trans en manos del aparato represivo estatal
Es una situación que no puede esperar más: no queremos más discursos vacíos, ni frases de funcionarios indignados. El presidente Alberto Fernández habló sobre la incorporación de la “perspectiva de género” en el presupuesto nacional. ¿Pero qué perspectiva tienen las mujeres que son madres con casi el 60% de sus pibes debajo de la línea de pobreza? También dicen que aumentaron trece veces el presupuesto para la mujer. ¿Estamos trece veces mejor? No, porque los grandes recursos se siguen destinando a pagar la fraudulenta deuda externa.
Sabemos que el patriarcado no se termina por ley, porque el sistema capitalista lo legitima, lo amplifica y reproduce; porque el capitalismo necesita que sigamos siendo las mujeres las que tengamos la mayor carga del trabajo doméstico y de cuidados, porque si no lo tendrían que pagar, y eso no lo va a cambiar ninguna reforma dentro de este sistema. Pero también somos conscientes que se podrían tomar numerosas medidas para paliar esta situación, por eso desde hace más de cinco años venimos presentando junto a Nicolás del Caño y el Frente de Izquierda un proyecto de ley de emergencia para la atención de las víctimas de violencia de género, donde se proponen, entre otras medidas, el acceso a la vivienda y la creación de cientos de refugios para las urgencias, licencias laborales pagas, subsidios que garanticen el ingreso igual al costo de la canasta familiar, así como el acompañamiento de equipos interdisciplinarios en todo el país y de fácil acceso.
Este 8 de marzo, día internacional de las mujeres, con mis compañeras de Pan y Rosas vamos a estar movilizándonos en Argentina y en distintos lugares del mundo, porque nuestras demandas no se mendigan, se conquistan con la lucha.
*Diputada porteña PTS-FIT.