Desde el inicio del aislameinto obligatorio las muertes por aborto clandestino, desde Formosa a González Catán, no se detuvieron. Este 28 de septiembre, Día de acción global por el derecho al aborto legal y seguro, nos encuentra en el marco de una pandemia mundial y atravesadas por una crisis económica y social que dejó al descubierto como nunca las desigualdades existentes que pesan especialmente sobre las mujeres, las niñas y los niños.
La pandemia y sus consecuencias económicas y sanitarias expusieron de manera muy cruda el drama que persiste por la clandestinidad del aborto, así como también la violencia machista y la sobrecarga de tareas de cuidado en las mujeres. Por eso este reclamo se mantiene como uno de los principales del enorme movimiento de mujeres en Argentina y es una demanda que atraviesa los distintos continentes los últimos años. Hoy los únicos países de la región donde la interrupción voluntaria del embarazo no está penalizada son Cuba, Puerto Rico, Guyana y Uruguay. América Latina y el Caribe es la es la segunda región del mundo con la tasa más alta de embarazos adolescentes, pero no se garantiza el derecho a la educación sexual integral, a la anticoncepción gratuita, al ejercicio de la maternidad para quien es madre y al aborto legal para quien, por los diversos motivos, no quiere o no puede serlo. Por el contrario, el aborto está prohibido o criminalizado con algunas excepciones en el resto de la región.
En el marco de una pandemia mundial y atravesadas por una crisis económica y social que dejó al descubierto como nunca las desigualdades existentes que pesan especialmente sobre las mujeres, las niñas y los niños.
Aborto: el Congreso de la Nación Argentina se llenó de ramos de perejil
La pandemia empeoró el escenario: el menor acceso a la salud encendió todas las alarmas sobre el aumento de embarazos no deseados, los abortos inseguros y el aumento de la violencia de género en el contexto de encierro.
En la apertura de sesiones legislativas, el gobierno nacional anunció el envío de un proyecto alternativo al de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, vigente todavía, que jamás envió al Congreso. Mientras afirma que hay cosas más urgentes hay niñas obligadas a parir, mujeres presas y muertas por la clandestinidad. Para Alberto Fernández en campaña era un tema de salud pública: ¿en qué momento dejó de serlo? La legalización del aborto es un tema urgente.
En Argentina, el aborto legal, seguro y gratuito fue la demanda que instaló la marea verde en las calles durante el 2018 llegando a marchar por miles mujeres y jóvenes para conquistarla. La movilización fue fundamental no solo para instalar el debate en la sociedad, sino también para lograr que se apruebe en Diputados el proyecto de la Campaña Nacional por el derecho al Aborto en la Cámara de Diputados que ahora va por su octava presentación y, de no tratarse, perderá vigencia este año. Los dinosaurios del Senado, de todos los partidos, con su rechazo, mantuvieron el aborto en la clandestinidad. Con mi compañero Nicolás del Caño y todos los diputados y diputadas del Frente de Izquierda, acompañamos el proyecto de la Campaña con nuestra firma en las ocasiones en que tuvimos la oportunidad y siempre sostuvimos y lo seguimos haciendo que sólo con la organización y la movilización de las mujeres, en un fuerte y combativo movimiento, que pelee en las calles y de manera independiente por nuestros derechos elementales, a decidir y a no morir por abortos clandestinos, es que podremos arrancarle la ley al Congreso.
Para Alberto Fernández en campaña era un tema de salud pública: ¿en qué momento dejó de serlo?
El caso de la Ciudad de Buenos Aires es paradigmático en cuanto a maniobras para dilatar el acceso a nuestros derechos más elementales: tras la aprobación del protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) aprobado por amplia mayoría en la Legislatura porteña, el Jefe de Gobierno impuso restricciones a su implementación, para limitar el acceso a este derecho que rige en el país desde hace un siglo en el Código Penal. “Vamos a precisar el ejercicio de la ILE en el contexto de instituciones con un ideario fundacional contrario a la práctica del aborto”, dijo Horacio Rodríguez Larreta, lo que significa llanamente que se habilitará la "objeción de conciencia" en el sistema de salud.
La clandestinidad y la criminalización del aborto no salvan vidas. El derecho a la interrupción voluntaria de los embarazos no deseados, la legalización del aborto, el acceso a los anticonceptivos gratuitos y la separación de las iglesias y el Estado, junto con la aplicación de la educación sexual, laica y científica, no pueden esperar más.
Como tampoco pueden esperar otros reclamos elementales que también hacen fundamentalmente a la vida de las mujeres, como el acceso a la vivienda. Por eso este 28 de septiembre, junto al Frente de Izquierda Unidad y otras organizaciones, vamos a volver a reclamar ante el Congreso Nacional que no haya ni una muerta ni una presa más por aborto clandestino y también, que no haya ni una menos sin vivienda. Sin dudas, una demanda que en medio de una pandemia y de una orden de desalojo para las familias de Guernica, tenemos que fortalecer con nuestra movilización en las calles. Si ellas ganan, no caben dudas, estaremos más fuertes.
*Diputada porteña PTS-Frente de Izquierda.