La pandemia por Coronavirus (Covid-19) ha puesto en alerta a nuestro país, no sólo por el impacto en la cantidad de víctimas infectadas, sino también por la peligrosidad que supone la rápida expansión del virus, sobre todo en los barrios más vulnerables. Estamos frente a un escenario muy complejo, que se agudiza debido a la crítica situación económica previa. Sin embargo, sabemos que la emergencia nacional no termina aquí. Existe otra cara de la pandemia que es la profundización de la violencia de género, de la cual tenemos pocos datos oficiales que permitan elaborar políticas públicas que estén a la altura de la situación.
Cuando hablamos de la profundización de la violencia de género durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio, nos referimos a la existencia de otro "virus" que debemos atender, que se está llevando las vidas de muchas mujeres: "la pandemia de género" o lo que llamamos también "la pandemia dentro de la pandemia". La violencia machista no cumple la cuarentena y actúa mostrando su peor manifestación: ataca a las mujeres dentro de su hogares, aisladas de la sociedad y presas de sus agresores.
Sin embargo, las respuestas por parte de las autoridades nacionales parecieran ser insuficientes. En relación a la estadísticas, son pocos los datos oficiales que se conocen. Por el momento, Argentina no cuenta con un registro oficial periódico que mantenga actualizadas las cifras de las situaciones de violencia y de los femicidios durante esta pandemia, detallando la situación de cada una de las provincias. Al día de hoy, el único registro oficial nacional es el de la Corte Suprema - que informa año vencido- y aún no publicó los datos. Lo mismo sucede con la elaboración de los informes públicos sobre la actuaciones de la Línea 144, que se han interrumpido desde comienzos de este año.
Desde que inició la cuarentena se produjeron 197 detenciones por violencia de género
Sabemos, por las declaraciones de la Ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, que las llamadas al 144 han aumentado un 40%, y que el 73% de los casos confirmados se trató situaciones de violencia física. Pero, detrás de este alarmante titular, hay información importante que se debe sistematizar para generar intervenciones más efectivas: ¿De qué manera se está trabajando con cada una de las provincias para llevar adelante los seguimientos adecuados? ¿Cuáles son las acciones que se están tomando en cada jurisdicción? ¿Qué actuaciones se llevaron a cabo luego de cada llamado al 144?, ¿Cómo funciona la articulación entre la línea 144 y 911? ¿De qué manera se está garantizando el acceso a la justicia?.
El Estado es responsable de generar información pública para diseñar y ejecutar políticas con el objetivo de actuar sobre esta realidad de manera inmediata. Sin información estamos trabajando a ciegas, y por lo tanto es posible que estemos llegamos tarde a la activación de los dispositivos preventivos, de protección y asistenciales. Por este motivo, planteamos que es importante la conformación de un "Observatorio especializado en violencia de género", dentro del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, que se encargue de elaborar y publicar toda la información referida a la temática de forma periódica. También sostenemos, que de la misma manera que existe un comité sanitario y comunicaciones oficiales sobre los contagios y fallecimientos por Covid-19, exista un reporte oficial semanal sobre las acciones que se están articulando y sus efectos, tanto para prevenir y combatir la violencia de género en cada jurisdicción, como para asistir a las víctimas. Para esto último, es de vital importancia que el Consejo Federal asuma un rol protagónico coordinando y articulando las iniciativas entre todos los gobiernos subnacionales.
Cuarentena: por el aumento de la violencia de género presentan líneas de whatsapp
Otro dato llamativo, ante el estado de alerta que estamos viviendo, es que no se haya avanzado en la creación de una asignación nacional de emergencia por violencia de género destinado a aquellas mujeres que se encuentren en peligro durante la pandemia. Muchas de estas mujeres podrían haber recibido el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) pero al considerarse el ingreso familiar en el diseño de la política, quedan por fuera de la ayuda económica. La falta de perspectiva de género en el diseño de medidas en esta situación de emergencia queda reflejada al no contemplar la situación de violencia como otra emergencia que están viviendo las mujeres. Esta situación, junto a la interrupción del pago y cese de otorgamiento a los trámites pendientes de aprobación de la reparación económica establecida por "Ley Brisa" para hijos/as víctimas de femicidio, ha agudizado la situación de vulnerabilidad de estas mujeres, y de aquellos niños/as que han quedado sin madre. Sin duda, estamos hablando de una situación de desprotección que debe ser abordada con urgencia. El aumento del rango institucional del "Instituto Nacional de las Mujeres" a "Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad", debería dar cuenta del aumento de la capacidad estatal para afrontar esta problemática, y no lo contrario.
En momentos de crisis como el que estamos viviendo, necesitamos un Estado que realice su máximo esfuerzo, aumentando el nivel contención y ayuda para todas las mujeres que están en peligro, ya sea en sus hogares o dentro de sus círculos sociales. Nos decimos entre nosotras: "No estamos solas", pero también le decimos al Estado, a las jurisdicciones provinciales y municipales, que tienen la obligación de estar presentes y brindar los apoyos necesarios para este momento de emergencia.
*Diputada Nacional Santa Cruz