OPINIóN
Pandemia por coronavirus

Un presidente al borde del abismo

Llegamos a los 100 días de confinamiento, somos campeones del mundo encerrando gente sin un plan para combatir al Covid-19, ni sanear la economía o poner en marcha cualquiera de los veinte ministerios que tenemos de decoración.

Ilustración
Ilustración | Martín Sáenz

Calmar la ansiedad

Llegamos a los 100 días de confinamiento, somos campeones del mundo encerrando gente sin un plan para combatir al Covid-19,  ni sanear la economía o poner en marcha cualquiera de los veinte ministerios que tenemos de decoración. La calma de la ansiedad, la previsibilidad y oxigenación de la agenda fueron las excusas para la última extensión de la cuarentena. Ninguna de esas tres premisas se cumplieron, y anunciaron la vuelta a la fase 1, logrando el récord de la triple cuarentena. Entonces ¿Lograron calmar la angustia? Parece que el daño a la salud mental de la población será peor que el Coronavirus y el económico juntos. En efecto, pareciera que malgastaron nuestro esfuerzo para dedicar esos días de encierro en fortalecer económicamente a La Cámpora y otros aliados políticos otorgándole cajas varias, siendo Vicentin la última de esas aventuras; mientras tanto fundieron al resto del país. Hasta hace poco el mensaje a los inversores y a los tenedores de bonos era que iban a expropiar una empresa concursada, atropellando la autoridad del Juez, sin fundamento constitucional y dispuestos a gastar mil millones de dólares que no tienen. Por suerte el magistrado puso orden relegando al interventor al rol de veedor y la gente tanto en Avellandea, en el Obelisco y el resto de las provincias le dio un mensaje contundente en la calle que dejó Knock out a las aspiraciones populistas de Alberto Fernández.  

Cómo tramitar el nuevo certificado de circulación para trabajadores esenciales

Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite

Previsibilidad

¿Qué tan previsible ha sido esta gestión? La salud es más importante que la economía para el Presidente, pero los datos enferman a cualquiera que los lee. La emisión monetaria es la más grande en treinta años, el gasto público aumentó 96,8%, los ingresos tuvieron una suba de 2,4% interanual, la inflación es del 43% i.a. y la caída de los ingresos en términos reales es de +40%. La autorización del Presidente del 28 de mayo para emitir dos billones de pesos adicionales significa que nos están faltando +25.000 MM de dólares para respaldarlos. Sin embargo el gobierno no fue eficiente ni para regalar dinero, pues el IFE (Ingreso Familiar de Emergencia no llegó a todos ni lo hicieron en término, la comida llega a los comedores, ni el dinero del Estado a los sueldos de las empresas. La caída del PBI no será menor al 10%. Mientras tanto el Ministro de Economía Martín Guzmán afirma: “Sentimos que nosotros ya hicimos nuestra parte”, como preludio de un acuerdo que no vendrá y que si de casualidad ocurre no pagarán. Las industrias atraviesan su peor momento. Latam cierra su filial local y discutirá con el Gobierno y gremios la desvinculación de sus 1.700 empleados, en Vaca Muerta antes del confinamiento había 25 equipos perforando, hoy con la flexibilización apenas 6. La caída ventas en el Día del Padre fue del 45%, resultando una marca histórica. En insumos para construcción, las fábricas producen al 20%, no tienen stock y las demoras de entrega son superiores a 30 días; poniendo en riesgo las obras ya comenzadas. Solo el 35% de las obras tiene un desarrollo normal. Quien compara la situación económica con el 2001 se equivoca, pues estamos peor. Los niveles de actividad de Junio probablemente sean comparables con la década del setenta. Cada vez que hacen una declaración Alberto Fernández, Daniel Gollán, Nicolás Keprak, Axel Kicillof y/o Ginés González García entre otros, precipitan el cierre de empresas. Demasiada incompetencia, militancia, enfermedad ideológica en un puñado de personas irresponsables.

Qué dice el decreto del Gobierno que oficializa la nueva fase de la cuarentena

Oxigenar la agenda

Desde el inicio del mandato gobiernan sin presupuesto, tomaron más gente, trajeron unos bagayos de China, curraron con la comida de los pobres, le dieron la caja de YPF, Aerolíneas, Anses y Pami a los amigos del nene; y trataron de entregarles Vicentin. El país tiene urgencias que incluye eliminar casi el 80% de los +160 impuestos, que son distorsivos y no recaudan. El régimen laboral, si no tiene una reforma, promete planchar la industria y el comercio durante todo lo que dure el mandato. Si el emprendedor no da razones para tomar personal, no debe explicar para despedir; hay que generar confianza para que vuelva la inversión. El Estado sigue siendo gigante, con 20 ministerios en la Nación que no son un ejemplo de austeridad para las provincias. ¿Volver a fase 1? La excusa de los runners, la movilización masiva, la falta de camas y la maldita Capital Federal fueron el pretexto permanente de Alberto, Axel y sus infectólogos para confinarnos. El Presidente Alberto Fernández en su última conferencia no presentó un plan económico que permita la reactivación, sino que sigue con el encierro como única alternativa a una completa falta de gestión. ¿Cuánto se ha oxigenado entonces la agenda del gobierno en estos doscientos días?

Cuáles son las 24 "actividades esenciales" que siguen habilitadas en la nueva fase

Frente a este escenario es lógico pensar que la próxima vez que la gente salga a la calle pida la renuncia y llamado a elecciones. Es coherente que quienes pagan impuestos piensen que no tiene sentido esperar sentados cuatro años viendo como espectadores la destrucción de nuestro querido país. La duración del mandato es para poner un límite en el tiempo, no un seguro para atornillar a un mandamás que viola los principios y el espíritu de libertad de la Constitución Nacional.