OPINIóN

Un nuevo Fondo de Inversión Sostenible

Economía: Se anunció formalmente el desembarco de Banca Ética Argentina para 2020.

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Inversiones | Pixabay

“La sociedad que tenemos, en gran parte la genera el sistema financiero”, expresó el emprendedor chileno Sebastián Cantuarias, referente principal de la Banca Ética en su país, donde ya lograron y a muy poco de entrar en funcionamiento, operatorias por 5 millones de dólares. Sociedad y sistema financiero son las dos expresiones de una plataforma de doble impacto, que es el corazón del negocio de esta nueva visión del sector financiero, inspirada en una matriz creada por el catalán Joan Melé, un banquero que luego de 30 años de carrera en las más importantes casas bancarias de su país, no dejó pasar por su costado la famosa crisis de las hipotecas, cuyo eclosión fue en 2008 con la caída del gigante Lehman Brothers.

Casi la mitad de los argentinos adultos tiene deudas con el sistema financiero

“Sólo en España, la crisis financiera originó el cierre de más de 200 bancos y ello no significó una depuración positiva de las carteras, produjo una brutal concentración que lleva a una actualidad donde el 90% de las operaciones bancarias a nivel global, están originadas en la especulación y no en la producción”, expresó Melé ante un auditorio colmado de una heterogénea composición en el Salón San Ignacio de Loyola de la USAL. Este lugar elegido por los organizadores, no es casual ya que la USAL viene investigando desde hace tiempo modelos de financiamiento sostenible, como palancas de un desarrollo basado en el respeto al medio ambiente, que priorice al ser humano como la especie central de esta “casa común”. Banca Ética no es el nombre de una franquicia financiera que está por desembarcar en estas secas tierras, donde cualquier ciudadano de a pie sabe a cuánto está el tipo de cambio. En este aspecto las palabras de Cantuarias parecen surgidas de una misa discepoliana, tan cruel como realista. La media que pretende dar vueltas esta visión de resignificar el rol del dinero y sus usos, parece quijotesca, pero según datos que exhiben Melé y compañía, “ya hay más de una centena de bancos a nivel global, trabajando en financiar proyectos basados en mejorar la calidad de vida y el entorno de aquellos que no son sujeto de crédito para la banca tradicional y sin embargo, marcan un registro de morosidad de apenas el 2%”, muy por debajo del mismo indicador que muestran los bancos que hoy concentran esa masa crítica especuladora citada arriba. Tal vez el cliente argentino más célebre de Banca Tryodos/Banca Ética, sea el laureado cineasta Juan José Campanella, quien consiguió por esta vía los fondos adicionales necesarios para financiar su costosa producción: Metegol. “Nuestra cartera se nutre de operatorias que privilegien el medio ambiente; la cultura; la educación, es decir la sostenibilidad” subrayó Cantuarias quien anduvo por Buenos Aires en apoyo de los estudios de prefactibilidad para Banca Ética de Argentina. “Estamos en la etapa de banca relacional, trabajando con empresas que colaboran con nosotros en identificar el ecosistema de doble vía en el cual deberemos intermediar y mediar”, expresó el especialista trasandino quien sin tapujos afirmó que “Estamos armando un fondo de inversión sostenible para Latinoamérica”.

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Duelo de mercados financieros en una Argentina en crisis

Desde la Cumbre de Río ´92 hacia aquí, hubo infinidad de infructuosas iniciativas para reconciliar a las dos “eco”: la economía y la ecología, quienes para la mitología moderna, tal vez fueron expulsadas del hogar, el “oikos”, condenadas a peregrinar por fuera del Olimpo hasta que no reconcilien sus destinos. Varios siglos antes de Adam Smith, el renacimiento florentino y su profunda impronta humanista, establecieron un espejo en el que Joan Melé y sus discípulos seguramente se miran todos los días. En esa etapa de mecenazgos, se dieron las articulaciones entre los poseedores del capital y varias decenas de artistas y científicos, ansiosos de cristalizar lo que hoy llamaríamos “patentes” y antes se denominaban “descubrimientos”. Así florecieron la ciencia; el arte; el comercio y sobre todo, un espíritu de época donde se financiaron los mejores proyectos que surcan buena parte de esa Europa que hoy es un disfrute turístico. Aquellos financistas, artistas y protocientíficos, llegaron tan lejos que sus creaciones recién se materializaron en el siglo XX, como el submarino ideado por Leonardo cinco siglos antes. En el Renacimiento también nació la banca, pero sobre ella gobernaba el interés de dejar atrás el hambre, las pestes y una infraestructura obsoleta. Como toda edad dorada, tenía en su seno pensadores que reflexionaban y cuestionaban ese orden naciente, como Giovanni Pico Della Mirándola, el filósofo italiano del siglo XV, que escribió Ensayo sobre la Dignidad del Hombre, considerado el Manifiesto del Renacimiento, allí expresó "Así hemos llegado al punto, es doloroso de reconocer, donde las únicas personas consideradas son aquellas que pueden reducir la búsqueda de la sabiduría a un tráfico rentable". Joan Melé lo tiene como su texto de cabecera, el viaje de ida que lo llevó un día a dejar su cómodo despacho en La Caixa, para fundar la Banca Tryodos, desde la cual empezó una reflexión sobre el dinero y especialmente sobre el rol de la humanidad en esta nueva era.  

*Director de la Escuela de Geografía y Ciencias Ambientales de la USAL. Coordinador del Instituto de Medio Ambiente y Ecología de la USAL