Las stablecoins son criptomonedas que proponen ofrecer un poder de compra relativamente estable a lo largo del tiempo al eliminar la volatilidad gracias a estar respaldadas “generalmente” en algún colateral de activo o canasta de activos. Como quizás ya se enteraron, en el caso de Libra de Facebook, su respaldo será una canasta de monedas y bonos estatales mantenidas en un fideicomiso, pero éste no es el único modelo que existe en la actualidad ni necesariamente el mejor.
Pero previo a entender sobre las stablecoins repasemos brevemente algunas de las características que tienen las monedas estatales y el Bitcoin y porqué la necesidad de este tipo de monedas estables en el mundo cripto.
Las monedas estatales, al ser de curso legal y uso forzoso para cancelar deudas, se basan en una política económica que permite expandir o contraer la base monetaria acorde a las necesidades y escenarios cambiantes del estado, pudiendo “teóricamente” en mayor o menor medida, manipular su estabilidad ajustándola a su demanda sin obligatoriedad de mantener un subyacente directo. Por ello, en general no se pueden considerar como un activo escaso o como una inversión de largo plazo por su rendimiento nulo o decreciente.
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Bitcoin en cambio, nace como un sistema monetario y de pago que elimina a los intermediarios, y permite enviar valor de una punta a la otra del globo en forma más eficiente, instantánea, y a muy bajo costo, además de otros aspectos que la hacen única. Adicionalmente, su naturaleza distribuida asegura que nadie puede cambiar las reglas unilateralmente, entre ellas, la de emisión monetaria matemáticamente predefinida y finita en 21 millones que se mantiene invariable a las necesidades de un estado o a la demanda de la moneda. Esto lo convierte en un activo eficiente y escaso pero que, de suponer demanda global, su rendimiento será alto convirtiéndola en excelente reserva de valor e inversión de largo plazo.
Pero, dada la volatilidad del Bitcoin, los comercios que la aceptan como medio de pago diario suelen convertir los Bitcoins en dinero estatal eliminando el riesgo de la volatilidad, o mismo los usuarios miden su valor en relación con éstas.
A pesar de que algunos devotos de la criptomoneda auguran que la volatilidad del Bitcoin desaparecerá con el tiempo, los cinco mil años del oro como reserva de valor y su volatilidad demuestran que no tiene porqué ser así. Sólo se puede pensar dicho escenario en un punto de demanda global 100% satisfecha y de crecimiento vegetativo.
En el siguiente gráfico se puede ver la variación del precio del oro en los últimos años:
Entonces las criptomonedas llamadas “stablecoins” nacen como una alternativa intermedia que se nutre de las ventajas y eficiencias técnicas del Bitcoin, respetando algunos de sus principios pero aportando estabilidad por su política emisionista basada en subyacentes o sensibilidad preprogramada la demanda y no en el libre albedrío de un estado. Así, más que imaginarnos que las stablecoins van a reemplazar al Bitcoin, son un complemento.
Veamos entonces que tipos de Stablecoins existen:
Algorítmicas o sin colateral.
Similar a las estatales, no utilizan colaterales y se apoyan en un algoritmo predefinido e inmutable que crea moneda cuando la demanda sube, y destruye monedas o secan el mercado de moneda utilizando depósitos a plazo y tasas de interés cuando la demanda baja. La ventaja es que no utilizan colateral, pero tienen un gran reto para lograr confianza y adopción, ya que contrariamente a las monedas emitidas por los estados, no tienen un público cautivo y enfrentan un enorme desafío de adopción y confianza en su inmutabilidad.
Con activos reales como colateral.
En esta categoría cae Libra, la criptomoneda de Facebook. Son en realidad certificados de depósito y cada unidad monetaria representa una parte del colateral depositado en una o varias entidades. Las hay con colateral en oro, en diamantes, en dólares, en euros, en una canasta de monedas (como Libra), etc. Supuestamente por cada dólar emitido hay un dólar en custodia, pero el usuario que utilice estas criptomonedas debe confiar en la entidad emisora, en la entidad donde estén depositados esos fondos, en los auditores, en las regulaciones y gobiernos con jurisdicción sobre esas entidades, en que no pesen embargos sobre estos activos, etc., etc. También debe entender que generalmente la entidad emisora podría cambiar las reglas cuando lo considere o cuando se vea obligada por la regulación local, derrumbando su valor. Imaginen una stablecoin emitida por Lehman Brothers o un JP Morgan que quiebre.
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Descentralizadas con colateral en criptomonedas.
En esta categoría aparecen proyectos como Maker Dao o Money on Chain. Son monedas que heredan las características de red de pares sin intermediarios y donde no hay una entidad con autoridad para cambiar las reglas. Las mismas están colateralizadas con criptomonedas (bitcoin, ethereum, etc.) y sus reglas están regidas por un contrato inteligente, público, transparente e inmodificable que eliminan la necesidad de confianza en terceros para utilizarlas o los riesgos propios de los colaterales y entidades del punto anterior. El aspecto negativo es que dada la volatilidad de las criptomonedas subyacentes, es necesario mantener un alto sobrecolateral por cada dólar emitido en esta Stablecoin. Por otro lado, una falla en el contrato inteligente o la blockchain sobre la que se ejecuta podría hacerles perder su valor.
A pesar de que para entender mejor y no prejuzgar estos escenarios es indispensable profundizar más el conocimiento sobre criptomonedas, debe saber que están acá para quedarse y que el mundo virará hacia allí por lo que le invitamos a acercarse a la ONG Bitcoin Argentina para entender todo su potencial e impacto.
Rodolfo Andragnes, Presidente ONG Bitcoin Argentina y CoFundador de Alianza Blockchain Iberoamérica.
* Maximiliano Carjuzaa, ONG Bitcoin Argentina y CoFundador de Money on Chain.