Dirigentes y militantes políticos del Frente de Todos atacan verbalmente a opositores y multimedios acusándolos de golpistas.
Quisiera comenzar mi nueva columna, manifestando aquello que manifesté en muchas otras: Mauricio Macri gobernó horrible, por eso hoy Juntos por el Cambio es oposición y desde 2019 volvió el kirchnerismo para continuar atropellando las instituciones, gozando de impunidad, reventando a la clase media más, mucho más aun de lo que la reventó Macri y victimizándose mientras sigue destruyendo la matriz socio-económica de los argentinos.
Quien suscribe no pertenece a la maldita grieta, no quiere ni por un instante que un gobierno deje de gobernar, solo pretende, como la mayoría de los argentinos que el gobierno gobierne, porque solo si el gobierno gobierna, podremos contar con alguna chance de salir de este estado de situación económico-social nefasto.
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Apelar al espíritu crítico, frente a un presidente que no rinde cuentas de todo lo que hace que dijo que no iba a hacer y de todo lo que no hace que dijo que iba a hacer, es apelar a aquello que Guillermo O´Donnell acuñó con el término accountability, que refiere básicamente al control ciudadano, y cuando se fortalece el control ciudadano se fortalecen las instituciones de la república.
Pero nos encontramos, una vez más, con un núcleo que representa +- 20% de la población que responde a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que se apropia de un relato falaz, vociferando que pretende defender la democracia reventándola a patadas.
Me pregunto y le pregunto a ese +-20%, que hoy nos gobierna, si defender la democracia es velar por la libertad de una delincuente, Milagro Sala, que adoctrinaba a una suerte de ejército paralelo en la provincia de Jujuy (Tupac Amarú), un "ejército" que hasta se llevó puesta la vida de tres personas, Luis Condori, quien fue asesinado en el año 2012 durante una toma de tierras en Humahuaca por parte de militantes de la Tupac.
También fue asesinado el militante radical Ariel Velázquez, tras haber sido obligado a afiliarse a la Tupac para poder estudiar en uno de los centros educativos manejados también por la organización liderada por Milagro Sala, y Lucas Arias también fue atacado en 2006, quien militaba en la Corriente Clasista y Combativa; a Lucas Arias la Tupac le habían prometido dinero para una pequeña cantidad de viviendas pero esto no ocurrió y sí ocurrió que Milagro Sala, escoltada por un grupo de matones, le dio varios golpes en la cabeza con la culata de un revolver y luego continuaron sus matones el trabajo comenzado por la Señora líder de la Tupac; a los seis meses Arias murió.
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La agrupación liderada por Milagro Sala no solo se llevó puestas tres vidas, sino que carga con denuncias concretas sobre actos delictivos concretos. Milagro Sala fue detenida en enero de 2016 tras varias acusaciones. Entre las numerosas causas elevadas contra la líder de la Tupac, en 2021, la Corte dejó firme una pena de dos años de prisión por amenazar a policías, Milagro Sala llamó a la comisaría y amenazó con que iba a colocar una bomba en el lugar, porque ahí se encontraba detenida otra líder de la Tupac. Sala también fue condenada a 13 años de prisión por el delito caratulado de asociación ilícita en la causa “pibes villeros” tras el desvío de 60 millones de pesos destinados a cooperativas para la construcción de viviendas sociales, dicha condena fue ratificada por la Corte, otro acto delictivo se conoce como la llamada “Megacausa” con un desvío de fondos de 700 millones de pesos también en obra pública.
Me pregunto y le pregunto también a ese +-20% que hoy nos gobierna, si defender la democracia es velar por la protección de gobiernos autoritarios de países como Venezuela, Nicaragua y Cuba, que ordenan torturar y asesinar a opositores políticos o a la sociedad civil que no simpatiza ideológicamente con el régimen. Alberto Fernández manifiesta con frecuencia que cuando él “sintió” que Venezuela violaba derechos humanos se pronunció en contra del país bolivariano, pero que ya “no siente” que esto pase. Habría que aclarar al presidente de los argentinos, que no se trata de sentimientos ni sensaciones, se trata de hechos, que ocurren hace años y actualmente en Venezuela, dónde sobran testimonios documentados en los informes de la oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos, convalidados además por organizaciones internacionales como Human Right Watch o Amnistía Internacional.
También me pregunto y le pregunto a ese +-20% que hoy nos gobierna, si defender la democracia es amplificar las desigualdades entre los ciudadanos, y velar por una jubilación de 3 millones de pesos de quien nos vice preside, mientras la mayoría de los jubilados de la Argentina cobra, ya con el aumento asignado a junio 2022, una jubilación de $ 37.524,96. Vale decir, que la vicepresidenta nacional y popular de los argentinos cobra el equivalente a 80 jubilaciones básicas por mes.
Y me pregunto y le pregunto también a ese +-20% que hoy nos gobierna, si los derechos de los nacionales y populares valen más que los del resto de los mortales que habitan suelo argentino, como pudo también notificarse tras vacunatorios y fiestas clandestinas en medio de una cuarentena estricta en pandemia.
Por último, le pregunto a ese +- 20% que nos gobierna, si defender la democracia es atacar a la oposición en lugar de buscar apoyo y acuerdos políticos con ésta, en medio de una coyuntura donde la crisis está devastando millones de hogares. La mitad de los argentinos no logra alcanzar la canasta básica y por eso es pobre, 7 de cada 10 niños son pobres, la indigencia no para de escalar, gran parte de la clase media se sigue auto percibiendo como tal, mientras tampoco logra solventar su canasta básica. En Argentina, la mayoría de los ciudadanos no se alimenta bien o no se alimenta, y ese +-20% que nos gobierna pretende que en los medios de comunicación de esto no se hable, que esto se oculte, tal vez como ocurre en la nación del amigo nacional y popular, Nicolás Maduro.
El presidente Alberto Fernández nos dijo a minutos de asumir el 10 de diciembre de 2019 las siguientes palabras: “Quiero ser el presidente que escucha, el del diálogo y convocarlos a que si alguna vez sienten que me desvío en el compromiso que hoy asumo, salgan a la calle a recordarme lo que estoy haciendo". Y acá estamos muchos argentinos Señor presidente, haciéndole saber del modo más pasivo conocido en democracia en la región latinoamericana, que no está cumpliendo con su palabra, y que la ciudadanía argentina, aproximadamente un 80%, no resiste más.
*Sandra Choroszczucha Politóloga y Profesora (UBA) - www.sandrach.com.ar