La trata de personas es una violación de los derechos fundamentales y un atentado a la dignidad humana. En este siglo toma relevancia y estado público a nivel internacional y nacional por el alto número de víctimas que se verifica año a año.
Este delito afecta la integridad física y emocional, ya que las personas son usadas como mercancía. Se extiende a lo largo de más de 148 países y genera una gran rentabilidad económica. Consiste en el ofrecimiento, la captación, el traslado, la recepción o acogida de personas con fines de explotación, ya sea dentro de un territorio nacional como desde o hacia otros países.
Según el Informe Global sobre Trata de Personas (Global Report on Trafficking in Persons), publicado por Naciones Unidas (ONU) en 2020, 50 mil personas fueron damnificadas en el mundo. En nuestro país, desde la sanción de la Ley 26.364, de 2008 hasta la fecha fueron identificadas 17.839 víctimas.
La complejidad de este delito se ata a su difícil visibilización, pues se oculta detrás de prejuicios, posturas discriminatorias y estereotipos arraigados en las sociedades. A su vez, influye la no aplicación plena de derechos laborales. Todo esto puede afectar especialmente a población Lgbtttiq+, trabajadores y trabajadoras migrantes en situación precaria y en sectores de alto grado de informalidad, como trabajo doméstico, agrícola y forestal y minería extractiva.
Argentina es considerado un país de origen, tránsito y destino con fines de explotación sexual, laboral, reducción a la servidumbre, matrimonio o unión forzada y explotación infantil. Si bien las etapas previas a estas variantes son similares, las dinámicas propias de cada una son distintas: involucran actores, circuitos, acciones y víctimas diferentes. En este aspecto, la prevención y el combate a la trata de personas necesitan del conocimiento de la población. Esto resalta el rol de los medios de comunicación y el aporte que pueden hacer ante esta vulneración de derechos elementales.
Con la pandemia, se advirtió más uso de plataformas digitales para captar personas
Aun así, la presencia en los medios de noticias sobre este delito es esporádica y en algunas situaciones se verifica confusión con otros crímenes. La Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual, luego de una serie de consultas a profesionales, constató que en algunos casos hay errores en las noticias, por falta de comprensión e incluso por datos dados por las fuentes. Así, se ven coberturas con sesgo sensacionalista, que se limitan solo a la trata para explotación sexual y que exponen o estigmatizan a las víctimas.
La cobertura necesita un conocimiento previo de los y las periodistas y por las audiencias, para que puedan comprender que la modalidad más extendida de captación de víctimas de trata es el engaño relacionado con propuestas laborales, y para que colaboren en la detección y denuncia.
El 30 de julio, Día Mundial contra la Trata de Personas, fue instituido por la ONU para sensibilizar a la población. A partir de la pandemia, se advirtió el uso más intenso de plataformas digitales para captar personas. Los medios, en todos sus formatos, pueden dar cuenta de las nuevas modalidades, que afectan especialmente a niños y niñas, pero alcanzan a otras personas, con ofrecimientos engañosos.
Ante estos desafíos, la Defensoría publicará recomendaciones que proponen a los medios sostener una agenda informativa que enfoque el problema de manera integral, que incorpore fuentes especializadas y difunda la línea 145 de denuncia nacional, anónima y gratuita. Las noticias con su contexto e información útil para la ciudadanía, que no repitan mitos que invisibilizan y banalizan la gravedad del tema, que no obstaculicen investigaciones, que resguarden la identidad de las personas y sus testimonios, serán una gran contribución para hacerle frente al delito.
*Socióloga. Defensoría del Público.
