PERIODISMO PURO
Entrevista

Domingo Cavallo: "Hay que ir a un desdoblamiento del mercado cambiario"

El ex ministro de Economía aseguró que el escenario tras las PASO hizo que "no pudiera funcionar un mercado de capitales en dólares en la Argentina".

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EL PRESIDENTE: ”Tengo respeto personal por Alberto Fernández. Tuvimos una muy buena relación”. | Marcelo Aballay.

Jorge Fontevecchia entrevistó al ex ministro de Economía Domingo Cavallo, quien, retirado de la política, se dedica a ofrecer charlas en ámbitos académicos en Estados Unidos. El exfuncionario, que tuvo un rol central en la economía argentina durante la década del '90, habló de la convertibilidad, el control de cambios y los acreedores. 

También opinó sobre el gobernador bonaerense Axel Kicillof, el peronismo, el FMI, el cepo y Alberto Fernández. Consultado sobre cómo evalúa al ministro Martín Guzmán después de un mes de gestión, Cavallo aseguró que es "muy difícil hacer un juicio" y afirmó: "No tengo claro cuáles son las ideas integrales en materia económica. Aparentemente, se va a dedicar, como lo está haciendo, a la reestructuración de la deuda. Pero eso es solo un capítulo". Ante esto, Fontevecchia, acotó "algo coyuntural".

 

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—Sí, muy coyuntural. Aun cuando lo resuelvan bien, difícilmente recree de inmediato el acceso de Argentina al mercado de capitales del exterior. Además, no va a permitir tampoco recrear un mercado de capitales interno en dólares, precisamente por las restricciones que hay a la operatoria con dólares, derivada de la forma de cómo está organizado el mercado cambiario. Hay un aspecto en el cual él ha tomado una decisión inteligente que fue no reinstalar el reperfilamiento de la deuda en pesos. Un error cometido por Mauricio Macri y Hernán Lacunza. Creo que lo cometieron porque pensaron que de esa forma podían evitar establecer controles de cambio y además porque seguían con la idea de que iban a controlar la base monetaria. Pero a los dos o tres días de reperfilar las Letes, que eran en dólares, y las Lebac o las Lecap, que eran en pesos, tuvieron que instalar los controles de cambio. Ahora el Gobierno dijo que iba a pagar las obligaciones en pesos en los términos originales. Para eso probablemente van a tener que emitir muchos pesos, salvo que se recree pronto el mercado interno para deuda en pesos. Cuanto antes logre recrear ese mercado, más fácil es que tengan un cierto control de la emisión monetaria; si no, la emisión para poder cumplir con las obligaciones en pesos podría ser muy elevada. Este es un aspecto en el que acertó Martín Guzmán. Pero la cuestión es qué va a pasar con toda la deuda en dólares. Obviamente que la deuda en dólares que vence a corto plazo, bajo ley extranjera o bajo ley argentina, no se va a poder honrar en los términos que estaban originariamente pactados. Pero sería distinto si hubiera una mejor organización del mercado cambiario y la gente confíe en llevar sus dólares al sistema bancario argentino y volver al nivel de depósitos en dólares que había antes de que salieran casi 12 mil o 13 mil millones de dólares.

—¿Previo a las PASO?

—Sí. Porque inmediatamente después de las PASO, se instaló la idea de que venía una pesificación compulsiva. Ahí se fueron más de 12 mil millones de dólares. Eso crea dos problemas: uno, que los sectores de exportación que se financiaban con esos dólares para prefinanciar las exportaciones se quedaran sin crédito. Eso es grave. Pero, a su vez, hizo que no pudiera funcionar un mercado de capitales en dólares en la Argentina. Nadie va a comprar una letra de corto plazo si ya le anticiparon que no se la van a pagar en dólares. Esa es una cuestión que solo podrán resolverla cambiando el enfoque del mercado cambiario. Cuando hablo de cambiar el enfoque, me refiero inicialmente ir a un desdoblamiento del mercado cambiario. El mercado controlado está bien que exista, pero tendrían que permitir que haya un mercado libre para todo otro tipo de transacciones. Si hicieran eso, la brecha entre el mercado libre y el mercado controlado se establecería en alrededor del 30%. Incluso, el impuesto actual sería irrelevante, porque a la gente le sería indiferente pedirle dólares al Banco Central o comprarlos en el mercado libre. Los fiscalistas dirán que es un impuesto que el Gobierno deja de cobrar. Pero no es cierto. Si hubiera superávit comercial en el mercado controlado y el Banco Central comprara reservas a 60 pesos, si quiere hacer una ganancia, podría vender en el mercado libre, digamos a 80, y ahí estaría recaudando. Una ganancia del Banco Central es lo mismo que recaudar para el Estado. Podría ser esa cifra o incluso una mayor. La gran ventaja que tendría esta organización del mercado cambiario es que alienta la entrada de capitales. Es algo que vengo sosteniendo desde la época de Mauricio Macri.

—Con lo hecho hasta ahora se logra frenar la salida pero no se promueve la entrada.

—Está limitada la salida pero también se desalienta la entrada. Y se alientan expectativas sobre que en algún momento el Gobierno pueda echar mano a los ahorros de la gente en dólares del sistema cambiario. Y eso es terrible. Ahora, en ningún país del mundo existiría tal expectativa si no hubiera existido la pesificación compulsiva de Duhalde en el año 2002, convalidada por la Corte Suprema.

 

Cavallo
Domingo Cavallo, entrevistado por Jorge Fontevecchia. 

 

—¿Leyó el paper de Guzmán sobre el sistema de cambios múltiples que proponía para economías emergentes?

—No leí el paper, pero puedo imaginarlo. Esta gente opina que la clave para estabilizar es poder controlar el tipo de cambio comercial, pero al mismo tiempo quiere ponerle frenos o alentar, según la circunstancia, la entrada de capitales.

—O la salida.

—O el gasto en turismo. Lo más natural es un sistema de doble mercado cambiario, en el que haya un mercado libre. Inventaron esto del impuesto del 30% y mantuvieron como prohibida o desalentada la compra de dólares de la gente en un mercado libre. Lo hacen porque no creen en el funcionamiento de los mercados. No creo que sea el caso de Martín Guzmán; sería muy raro que un economista con la formación que tiene no crea en las virtudes de una economía de mercado libre. Pero sin duda es algo presente en el pensamiento de Mercedes Marcó del Pont, y por lo que escuché, de Matías Kulfas y de Cecilia Todesca, el grupo que más habla con Alberto Fernández.

—Que más influye sobre él.

—Convencieron a Alberto Fernández de un tipo de organización económica totalmente inconducente. ¿Qué expectativas tengo con respecto a Martín Guzmán? Se va a abocar ahora al tema de la reestructuración de la deuda, ojalá tenga éxito y clarifique pronto este panorama. Pero después si quiere transformarse en el coordinador de un equipo económico, deberá explicitar su mirada sobre la organización de la economía argentina. No creo que un economista con su formación piense que la organización más adecuada es una economía cerrada como la que se visualiza en el discurso de Kulfas o, peor aún, el de Ignacio de Mendiguren, que quieren cerrar la economía a la competencia externa y basan todo el financiamiento a la economía en gravar a las exportaciones, que es lo que habría que alentar para que la economía funcione bien.

 

Cavallo
Consultado sobre cómo evalúa al ministro Martín Guzmán, Cavallo aseguró que es "muy difícil hacer un juicio". 

 

—¿Cómo terminará la renegociación de la deuda?

—No hago pronósticos. Pero en mi opinión no es un tema difícil de resolver. De toda la deuda que vence en los años 2020 y 2021, tomado el capital más los intereses, prácticamente el 50% es en pesos. Eso se podrá cumplir. La cuestión es con cuánta emisión monetaria y con qué inflación. De la deuda en dólares que vence en los próximos dos años, una cifra relativamente pequeña, de cuatro a cinco mil millones de dólares por año, es el servicio de la deuda bajo ley extranjera, que esa solo se puede reestructurar por la vía de las collective action clauses, las CAPS, que afortunadamente existen en los bonos emitidos desde el año 2002 en adelante. No existían en los bonos anteriores a 2002. Ahí se va a requerir un cierto tiempo hasta que se abran las negociaciones. Me imagino que hasta ese momento, hasta que abran las negociaciones y lleguen a un acuerdo, van a honrar normalmente a esa deuda, porque han colocado una letra intransferible en el Banco Central por un monto parecido al que se necesitaría para que el Tesoro tenga esos dólares para servirla. Toda la deuda en dólares bajo ley argentina tiene vencimiento tanto de capital como de intereses más concentrado en el tiempo. Por eso es más importante en 2020 y en 2021. Esa deuda puede ser reestructurada por una ley o –ahora que tienen esta ley que les permite por decreto prácticamente hacer cualquier cosa– por un decreto del Poder Ejecutivo. Es razonable pensar que la reestructuración que quieran imponer por ley para la deuda bajo ley argentina sea del mismo tipo, o con los mismos resultados, al principio, que la deuda bajo ley extranjera. Me parece que si todavía no reestructuraron por decreto la deuda bajo ley argentina, es porque están esperando o están viendo qué pueden conseguir a través de las CAPS para la deuda extranjera. Aspiro a que pronto clarifiquen bien cómo van a reestructurar la deuda bajo ley argentina. Eso ayudaría incluso a los tenedores de bonos en el exterior a decir qué es lo que ellos pueden esperar.

—¿Cuál hubiera sido la situación respecto de la deuda si hubiera ganado Mauricio Macri? Usted dice que no es un tema difícil.

. —Hubieran podido manejar la situación de una manera relativamente fácil. La deuda no es el tema más grave que tiene la Argentina.

—Guillermo Calvo afirmó que sería más fácil para un gobierno peronista hacer las reformas. ¿En lo interno es mejor un peronista, mientras que para refinanciar la deuda hubiera sido mejor Macri?

—Sí, Guillermo Calvo es muy inteligente y conoce mucho a la Argentina, pero no comparto en un 100% lo que dijo.

—Y respecto de la deuda, ¿no es un tema complejo?

—Si uno mira el porcentaje que representa la deuda respecto del producto bruto, o incluso el de los servicios de la deuda respecto de las exportaciones, estamos por debajo de muchas otras economías.

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