#PeriodismoPuro es un nuevo formato de entrevistas exclusivas con el toque distintivo de Perfil. Mano a mano con las figuras políticas que marcan el rumbo de la actualidad argentina, Fontevecchia llega a fondo, desmenuzando argumentos y logrando exponer cómo piensan los mayores actores del plano del poder. Todas las semanas en perfil.com/PeriodismoPuro.
—¿Es mejor para el gobierno que Cristina Kirchner sea electa senadora o que, eventualmente, se quede en Calafate, o presa? Siendo senadora puede dividir el Senado. ¿Qué opina usted?
—No, a mi criterio es irrelevante lo que ocurra en el Senado. Creo que lo que viene, tanto en el Senado y Diputados, es una reforma, no tanto cuantitativa sino cualitativa. En cuanto a lo cualitativo, Cristina es alguien que fue presidente de la Nación, que tiene una trayectoria muy importante en ese cuerpo y su palabra va a salir de las paredes de esa casa, se van a escuchar en el espacio político. Pero no cambiará ni a alterará el número que hoy hay conformado, o referenciado con los gobernadores. Mucho más el Senado, donde generalmente el senador nacional viene con el objetivo, de amparar a su gobernador. La naturaleza de ese cuerpo es tan sólida que es muy difícil que una figura, por más resonante que sea, como es el caso de Cristina, cambie ese espíritu. En Diputados sí se va a notar un cambio porque ella tiene un bloque importante que se referencia en ella a nivel nacional y es la estructura política del kirchnerismo. Hoy esa referencia es solamente en la provincia de Buenos Aires, por lo tanto los nuevos diputados nacionales no son sensibles a la influencia de Cristina, sino que responden en forma directa a sus gobernadores. Ese es el cambio cualitativo. Un cambio que le permitirá al gobierno tener bloques más homogéneos. Imagino un bloque justicialista referenciado en los gobernadores. Imagino un bloque de 30 o más diputados nacionales, y más cien de Cambiemos. Ahí está la semilla para el gran acuerdo político en estos próximos dos años. La herramienta que produzca los cambios estructurales que necesita el país.
—Usted dice que dentro de esta casa es lo mismo que esté o que no esté a los fines de lo que van a terminar haciendo las alianzas, tanto para la votación de los diputados como la de los senadores.
— Sí, internamente sí y externamente también me animo a decir que esta elección de Cristina Kirchner es, a mi manera de ver la política, la última elección suya como estrella fulgurante. Creo que el kirchnerismo llegó al límite. Ahora habrá una renovación, después veremos si es peronista o no es peronista, pero que surgirá de los gobernadores.
— ¿La estrategia del gobierno fue minimizar sus posibilidades de triunfo, y con ese planteo generar la expectativa de manera que un empate sea visto como un triunfo?
— Creo que puede haber sido una estrategia, no lo tengo como algo cierto, pero...
—En mayo usted dijo que iban a sacar el 35% en la provincia de Buenos Aires, que es lo que sacaron.
—Sí, porque hice una cuenta que tiene una parte de rigor científico y una parte de observar elecciones anteriores. El gran triunfador fue Mauricio Macri y sus políticas. ¿Por qué? Porque sus políticas económicas han afectado positivamente a todo el sector productivo de la Argentina, incluido el interior de Buenos Aires. Más que hacer ese mapa geográfico-político, destaco lo que tiene que ver con el impacto en la producción, donde vemos ese interior bonaerense, Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Entre Ríos, que responden a las políticas de Mauricio con un resultado electoral con mucha distancia sobre el Frente para la Victoria. ¿Por qué el 35%? Porque en el conurbano bonaerense no hemos hecho ninguna política para cambiar el resultado que obtuvimos en 2015. He visto comparaciones forzadas que hacen con las PASO de 2015 y eso es un error. Las PASO en Argentina no existen como tal, porque no existen los partidos políticos. Son una previa a la elección general.
—No son internas.
—No son internas. Señalan quiénes van a estar en mejores condiciones para la general. Los partidos políticos ya no existen, entonces lo que existen son las figuras. El hecho contundente es que al P.J., el partido histórico y dominante de la Argentina se le va la figura principal y queda un partido político prácticamente vacío, que forma un espacio nuevo en tres meses y tiene este resultado electoral.
—Es decir, la estrategia era minimizar, y usted siempre pensó que iban a ganar.
—Esto es muy fácil de dividir. El conurbano se divide en dos secciones electorales, la tercera y la primera. La tercera es la zona sur, la zona imbatible del peronismo, donde han hecho una política clientelar sostenida durante los últimos 30 años, donde hubo, más que sensibilidad social, sensibilidad electoral. Está muy bien trabajando. Lamentablemente es donde la gente más necesita y es donde se ha mentido en pos del resultado. Porque si hay en un lugar donde no existe el ascenso social en la Argentina es justamente allí, donde tienen su núcleo fuerte. Dije en su momento que el kirchnerismo abusó de las falencias que hoy tiene el capitalismo a nivel mundial, y ha hecho una orgía de consumo en la gente. Pero esa gente que pudo consumir un televisor, un celular, una zapatilla que es simbólica en cuanto a la identidad como ascenso social, está sin cloacas, sin pavimento, sin transporte, sin salud y sin educación. Esto fue lo que pasó.
—Lo mismo que pasa en el conurbano bonaerense pasa en el conurbano de Rosario.
— Sí.
—Por lo cual termina teniendo Rossi casi la misma cantidad de votos que Cristina. Puede ser un problema estructural de los conurbanos.
—Es un problema estructural de los conurbanos y es un manejo político. Es la periferia. Se han abusado de esa periferia con los criterios que acabamos de describir, no solo acá, en el norte argentino hay mucho de esto, en el gran Rosario también.