#PeriodismoPuro es un nuevo formato de entrevistas exclusivas con el toque distintivo de Perfil. Mano a mano con las figuras políticas que marcan el rumbo de la actualidad argentina, Fontevecchia llega a fondo, desmenuzando argumentos y logrando exponer cómo piensan los mayores actores del plano del poder. Todas las semanas en perfil.com/PeriodismoPuro.
—¿Cuánto tuvo que ver usted con este triunfo de Cambiemos? Es en Córdoba, y con su mano derecha el presidente del bloque de diputados del PRO Nicolás Massot, cuando comenzaron en el 2011, ¿verdad?
—Con Nicolás empezamos en Santa Fe, y después en Córdoba, en 2012. Pero endilgarse un triunfo es exagerado. Uno depende de muchísimos factores. En Santa Fe, con Miguel del Sel, casi ganamos la gobernación. Pero eso fue producto de una circunstancia especial. Perotti y Giustiniani perdieron sus internas. Si ellos ganaban, nosotros no lo teníamos a Miguel del Sel tan arriba. En Córdoba, ganamos en Marcos Juárez y lo vendimos como si hubiéramos ganado el conurbano. Nos llamábamos ‘Juntos y si perdíamos no hubiese existido Cambiemos. Los convencionales de la UCR fueron de Córdoba a Gualeguaychú y vieron que había una posibilidad de ir juntos y ganar. Por eso para nosotros Marcos Juárez era tan importante. Y está el pacto de Gualeguaychú: si no hubiésemos ganado la convención del radicalismo, no ganábamos la elección. Ocurrieron muchas cosas. Por ejemplo, Randazzo. Cristina lo manda a Aníbal a la provincia y nosotros le pedimos a María Eugenia Vidal que compita con él. La verdad, lo de ella fue una muestra de lealtad y lo mío, una cretinada. Porque Mariu medía por las nubes en la ciudad. ¿Quién iba a imaginarla gobernadora?
—Como quien imaginara a Stolbizer senadora.
—Cuando fuimos a pedirle a María Eugenia que por favor cambiara el rumbo de su carrera, lo hicimos porque teníamos un vacío importante: no teníamos candidato. ¿Cómo va a haber un candidato a presidente sin candidato a gobernador de Buenos Aires? María Eugenia fue a cubrir eso. Por supuesto que después le puso la garra y talento. Pero si no hubieran aparecido los errores del kirchnerismo, no hubiéramos tenido ni a María Eugenia, ni a Mauricio donde están hoy. Por esto es tan apasionante esto.
—En ese contexto, podrían haber tenido a Massa o a De Narváez y no quisieron a ninguno de los dos.
—Discutí por eso. Yo sí quería, pero a veces uno tiene consenso y otras no. De Narváez o Gustavo Posse, porque María Eugenia media 9 puntos y no se movía de ahí: no generábamos la atención de nadie. Me decían: “¡No mide, no mide!”. Y yo: “Inventemos algo con Posse o De Narváez”. ¡No!, respondían. En las PASO charlé con Massa para hacer una interna y de nuevo: ¡No!.
—¿Cree la muerte de Nisman hizo que crecieran las posibilidades de Cambiemos?
—Y, se dieron muchos factores favorables a nosotros...
—Mencionó a Aníbal Fernández.
—Florencio, Aníbal, la interna con Julián Domínguez que terminó mal. En un momento parecía nosotros le hacíamos la campaña al otro lado. Se dieron muchas circunstancias. Cristina cada vez más cerrada, más soberbia, todo el día en cadena para imponer, no para seducir. Todo eso jugó a nuestro favor.