#PeriodismoPuro es un nuevo formato de entrevistas exclusivas con el toque distintivo de Perfil. Mano a mano con las figuras políticas que marcan el rumbo de la actualidad argentina, Fontevecchia llega a fondo, desmenuzando argumentos y logrando exponer cómo piensan los mayores actores del plano del poder. Todas las semanas en perfil.com/PeriodismoPuro.
—¿No cree que entre la gente que votó por Cambiemos, y aquí la incluyo a Carrió como parte del pan radicalismo, es gente que simpatizaba con Alfonsín? ¿No encuentra ahí una continuidad histórica?
—Pero la mayoría de la gente que votó en esta elección no votó en 1983 porque eran chicos, muchos ni siquiera habían nacido. Creo que esa continuidad puede darse en una minoría de más edad, por eso me parece un forzado buscar esa continuidad histórica, más allá de algunas coincidencias.
—Vayamos al futuro, entonces. ¿Cómo lo ve? ¿Qué imagina para 2019? ¿Imagina candidatos alternativos que compitan con Cambiemos?
—Ojalá. Sería bueno para la Argentina que haya un balance.
—¿No le parece lógico que, así como Cambiemos se nutre de una historia de continuidad a partir de la división y la reunión del radicalismo pueda surgir algo del lado del peronismo?
—Cambiemos se nutre mucho más de una visión de futuro común que de una historia. En la trayectoria de las personas que hoy conforman Cambiemos no existe tal continuidad. Mauricio, que es quien lidera este proceso, era presidente de Boca antes, no tenía ninguna participación política, ni en el desarrollismo ni en ninguna parte. Hoy es otro el mundo, es otro el país. No veo tal continuidad.
—¿Usted votó en 1983?
— No, pero hubiera votado a Frigerio. Es más, ayudé en la campaña, mi padre era tercer candidato a diputado por Capital y lo acompañé. Pero no metimos ni un solo diputado. En 1985 los voté a los radicales, pero también voté por el peronismo después, y por Bordón en 1995. Voté a Bordón y ayudé en la campaña, también.
— ¿Y contra quién, y no me refiero a personas en particular, se imagina que va a competir Cambiemos en 2019?
—Es muy sano para el sistema que haya una oposición. Pero cuando uno ve que la persona que más votos sacó por fuera de Cambiemos no será parte del bloque de los senadores de origen peronista, se hace muy evidente la división.
—¿Piensa que no será posible construir una amalgama competitiva que pueda hacerle frente a Cambiemos?
—Vamos camino a eso. Pero ese es un problema de ellos, no es algo de lo cual nosotros debamos opinar, será una definición de ellos. Nosotros no le dijimos a Pichetto, o a Manzur, o a todos los que dicen ahora que Cristina no tiene que estar más. Es un problema de ellos.
—¿Y en 2023? En esa elección usted tendrá 58 años, la misma edad que tenía Macri cuando asumió.
—Para lo que es la vida política argentina, falta mucho. Demasiado. Sería muy sano que los demás partidos se consoliden en Argentina. Lo que no estoy tan seguro es que los demás estén yendo en esa dirección.
—Usted no cree que el peronismo resuelva su crisis antes de 2019, pero hablando de teoría política, algo deberá surgir para 2023 y la lógica sería que nazca de una de esas fuerzas que hoy mantienen una iglesia en cada pueblo…
—Ojalá surja, porque sería bueno para el sistema democrático de partidos políticos. No podría decirle si sucederá antes o después de 2019 o de 2023, pero sí que me gustaría mucho que pase.
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