POLICIA
el escandalo que sacudio al pais

Abusos en las inferiores de Independiente: pasó un año y faltan peritajes

La causa se inició en marzo de 2018 y todavía resta analizar los teléfonos de los imputados. También están pendientes las pericias psicológicas y psiquiátricas de varios chicos. Tres de los acusados están en libertad.

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Imputados. Alberto Ponte, Leonardo Cohen Arazi, Alejandro Dal Cin (arriba de izquierda a derecha). Juan Díaz, Silvio Fleytas, Martín Bustos (abajo de izquierda a derecha). | cedoc

Hace un año estallaba una bomba en Independiente cuando se daban a conocer las denuncias por abusos sexuales que tenía como víctimas a jóvenes de la pensión del club. Hoy la causa sigue en etapa de instrucción y aún faltan una serie de pericias claves: tecnológicas y psicológicas. Los teléfonos de los implicados recién comenzarán a ser peritados y las víctimas deberán entrevistarse con peritos especializados en abuso sexual. Tres de los seis imputados están libres.

La causa, investigada por la fiscal 4 de Avellaneda María Soledad Garibaldi, cuenta con 15 víctimas, entre chicos de 15 a 18 años que jugaban en las inferiores del club de Avellaneda. El expediente se inició el 21 de marzo de 2018, cuando el encargado de la pensión de Independiente denunció que uno de los menores le contó al psicólogo de la institución que distintos hombres les pagaban para tener sexo.

Los imputados en la causa son el árbitro Martín Bustos; el relacionista público Leonardo Cohen Arazi; el estudiante Silvio Fleytas; el administrador de consorcios Alejandro Dal Cin; el organizador de torneos de fútbol Juan Manuel Díaz Vallone y el representante de jugadores Alberto Ponte.

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La causa aún está en etapa de instrucción “para realizar todas las medidas tendientes a esclarecer los hechos”. Es decir, se encuentra en la instancia de recolección de pruebas, testimonios, pericias y demás elementos que le brinden una consistencia en material probatorio sustentable para su elevación a juicio final.

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Las víctimas y testigos ya aportaron sus testimonios (algunos en Cámara Gesell por ser menores de edad) ante la fiscal, pero aún resta la realización de pericias psicológicas y psiquiátricas que determinarán si sus relatos son creíbles, falaces o consistentes.  

El mes que viene comenzarán a realizarse estas entrevistas psicológicas y psiquiátricas a varios de los chicos que estarán a cargo de peritos especializados en abuso sexual, según se informó. Desde la fiscalía comenzaban a asignar las fechas para concretar estas pericias.

Los análisis a los teléfonos celulares de los seis implicados podrá aportar información de valor para la investigación. La fiscal explicó, en su momento, que el contacto entre las presuntas víctimas y los acusados se daba principalmente a través de las redes sociales. Por esa razón, todo material que se pueda recuperar de los aparatos podrá sumar elementos para reforzar esta línea.  

“Enviaron los teléfonos de las personas imputadas y ahora comienza la etapa del análisis de la información de cada uno de los aparatos que se hace en forma manual y demanda bastante trabajo”, explicaron a PERFIL fuentes cercanas a la investigación.

Para la elevación a juicio de la causa “lo más importante sería tener el resultado de esas pericias que ya están en marcha”, según se aclaró.

El camino de la causa. El árbitro Bustos fue el primero en ser detenido en una casa de El Talar de Pacheco, el 24 de marzo del año pasado. Allí los efectivos de la Bonaerense que lo fueron a buscar encontraron su celular destrozado sobre una mesa. Por esta razón, su entonces abogado Carlos Beldi fue detenido y luego liberado. El último en quedar detenido (el 12 de abril pasado) fue Alberto Ponte, en un principio por el delito de grooming (acoso a través de las redes sociales), pero luego se lo imputó por un caso de abuso sexual. La fiscal destacó que se trataba de “una red de abusadores que se contactaban con los juveniles de Independiente para acordar encuentros sexuales a cambio de dinero”. Garibaldi entendió que “los adultos acusados se aprovechaban de la vulnerabilidad de los chicos, que estaban sin sus familias y que habían dejado sus hogares en sus provincias natales para cumplir sus sueños futbolísticos en Avellaneda”.

En septiembre pasado, la causa recibió un revés judicial, cuando la Sala I de la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora dio lugar al pedido de las defensas de tres de los acusados y ordenó la libertad de Bustos, Cohen Arazi y Ponte. Ellos habían sido procesados y se les había dictado la prisión preventiva por “abuso sexual ultrajante y corrupción de menores con agravantes”. Pero los camaristas determinaron que “no están acreditados los abusos” y cambiaron la carátula a “corrupción de menores”, por lo que el mínimo de la pena pasó de cinco años de prisión a tres, lo que es excarcelable.

Bustos y Cohen Arazi pasaron seis meses presos en la Unidad Penitenciaria Nº 40 de Lomas de Zamora. Ponte estuvo unos 15 días menos. Por su parte, Fleytas, Dal Cin y Díaz Vallone continúan detenidos en la Alcaidía Departamental de Lomas de Zamora. Los tres están alojados en el mismo pabellón pero duermen en celdas individuales.

Entre los sueños y el horror

El duro relato del psicólogo que destapó la olla

La investigación sobre los presuntos abusos a chicos de las inferiores de Independiente ocupan un capítulo de un libro Alerta Rojo –de Panqui y Pedro Molina– que habla sobre las problemáticas en las inferiores del club de Avellaneda.   

Una de las voces que se reproducen es la del psicólogo  Ariel Ruiz que fue el primero en escuchar a uno de los chicos víctima de abusos y que desembocó en el inicio de esta causa.

“Los entornos son fundamentales. Yo veo el modus operandi de algunos representantes. Agarran al chico más vulnerable, se lo llevan un fin de semana a una quinta, muestran un brillo y le dicen algo así como: ‘Si vos me hacés caso, vas a tener todo esto. Y les hacen caso. Por suerte, últimamente hay chicos que me cuentan que se les acercan los representantes. Siempre les pregunto qué quieren de un representante. La mayoría te dice que quiere botines, que le den pasajes al padre para que venga a verlo, pero yo les digo que se fijen en la parte humana. Muchas veces los ponen en deuda. Les dan un celular, les compran un auto y, cuando los chicos llegan, les hacen caso a ellos. Esto también tiene que ver con la formación humana. A la larga, los que están con los chicos son su familia y los amigos íntimos. El resto, la parte más ingrata, está hoy y mañana no. El fútbol es así”, contó Ruiz en una entrevista con los autores del libro antes de conocerse el caso.

—¿Los chicos no eran conscientes de que estaban siendo víctimas?

—No hubo percepción de los chicos de que estaban siendo abusados. El abuso muchas veces se asocia a la fuerza, al dolor. Pero acá fue de tipos con poder ante chicos que no tienen conciencia. Hubo un engaño.

—Al conocer tanto a los chicos, ¿ cómo lo vivís?

—A partir de ciertas marcas, uno no sigue igual. Me causa dolor. Tengo un nudo en la garganta, es fuerte. El dolor es el impulso a poder hacer y lo transforma en un acto de amor, porque queremos que los chicos estén bien. Sigo creyendo en este deporte como el más lindo del mundo con un montón de cosas salvajes.