El hermetismo es total en torno a la "inminente" liberación del joven secuestrado,
según palabras del gobernador Daniel Scioli.
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Cedoc
Cerca del mediodía, seguía siendo total el hermetismo en torno a la supuesta resolución "inminente" del caso del secuestro de Leonardo Bergara, del que hoy se cumplen 32 días, en medio de la fuerte expectativa que despertó el propio gobernador bonaerense, Daniel Scioli, cuando alrededor de las 7 dijo por radio que el "desenlace" estaba a punto de producirse.
Scioli no dio ni un detalle ni una pista de la forma en que se preveía ese "inminente desenlace" aunque agregó que había una "fuerte expectativa" en torno a la situación de Bergara, a la que había seguido prácticamente toda la noche.
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El gobernador se amparó en la "prudencia" para no dar más datos sobre el hecho, en un reportaje que concedió esta mañana a radio Rivadavia, tras el cual surgieron innumerables versiones periodísticas sobre el supuesto desarrollo de los acontecimientos, pero no hubo ninguna información oficial.
No sólo no se confirmó oficialmente el presunto pago de un rescate, que se difundía hoy por numerosos medios periodísticos, sino que tampoco se aclaraba si Bergara ya había sido liberado o en qué momento se esperaba que ello se produjea. Los teléfonos de todos los funcionarios del ministerio de Seguridad del gobierno bonaerense continuaban cerrados hacia este mediodía y el hermetismo en la Gobernación y en la Policía bonaerense era total.
Las versiones profusamente difundidas por radios, canales de televisión y portales de internet, coincidían en que a las 4 de la mañana el hermano de Bergara, Gustavo Bergara, habría acudido a un llamado de los captores y habría viajado a Pinamar para entregar un rescate que se calculaba en 200 mil dólares más joyas. Gran cantidad de periodistas montaban guardia tanto en Pinamar -donde se dice que el dinero se entregó en el paraje llamado "La Frontera", una playa casi desierta al sur de esa elegante localidad veraniega- como en la localidad de Ranelagh, frente a la casona del secuestrado, así como en la sede de la DDI de Quilmes, pero no se había producido ninguna novedad aún en esos lugares.
Generaba más expectativa el hecho de que ninguna de las versiones circulantes mencionaban si Bergara había sido ya liberado, o si había datos sobre el momento en que ese hecho se produciría a la espera de un final feliz de la odisea vivida por la víctima. Por el secuestro hay dos policías detenidos y otros tres aún están prófugos.
