Hoy, Neuquén será la primera provincia en elegir gobernador de las 14 que hasta ahora decidieron separar las elecciones provinciales de la pelea nacional. El inicio del calendario electoral, que llevará a tener veinte elecciones (entre internas y generales) antes de las primarias presidenciales, abre el interrogante sobre su influencia en la contienda que hoy tiene a Mauricio Macri y a Cristina Kirchner como protagonistas principales.
¿El resultado de Neuquén debe leerse como un anticipo de los comicios por la presidencia? El kirchnerismo llega envalentonado a esta elección en la que con su candidato a gobernador, Ramón Rioseco, amenaza con disputarle el poder al Movimiento Popular Neuquino, que busca seguir gobernando después de sesenta años de la mano de Omar Gutiérrez. El postulante de Cambiemos, Omar “Pechi” Quiroga, aparece tercero en las encuestas, que marcan poca ventaja para Gutiérrez, aunque no logran posicionar a un ganador seguro.
El temor de la Casa Rosada sobre una posible victoria K se reflejó en un comentario en las redes sociales del diputado de Cambiemos Leandro López, quien llamó a hacer un voto útil: “Les pido a los neuquinos hacer un voto racional y útil. Si no queremos que ganen los K, hay que evitar votar opciones que no tengan chances de ganarle a Rioseco”, dijo en referencia a darle el sufragio a Gutiérrez.
Elecciones 2019: Neuquén, escenario de la primera batalla electoral
Escenarios. “Esta elección habla mucho más del presente que del futuro. Es un presente muy complejo para el gobierno nacional pero la elección presidencial está lejos y va a haber mucho recorrido electoral hacia agosto. En caso de que Cambiemos no gane la provincia no significa que no pueda ganar los comicios nacionales. En 2011, el peronismo perdió en varios distritos antes de que Cristina sacara el 54% de los votos”, explicó el analista político Luis Costa.
Mientras Cristina Kirchner participó activamente en la campaña neuquina e incluso su hombre de máxima confianza, Oscar Parrilli, colocó a su hija Lorena en la lista de diputados provinciales, desde la Casa Rosada mantuvieron distancia de Quiroga en los últimos días. El candidato de Cambiemos tenía el apoyo del jefe de Gabinete, Marcos Peña, pero también él prefirió no nacionalizar la elección ya que los números que recibía de la aprobación de la gestión de Mauricio Macri no lo ayudaban a sumar votos.
El resultado de este domingo puede dejar una lectura singular ya que un eventual triunfo del actual gobernador va a ser tomado como una victoria de los dos posibles derrotados: “Si perdemos, Rioseco de todos modos hará una excelente elección y dejaremos tercero a Cambiemos”, dicen en el búnker de Cristina, pero en la Casa Rosada explican que “si el kirchnerismo no gana esta elección en nuestro peor momento y gana Gutiérrez, que es un aliado, ya no va a poder mostrar muchos más batacazos, se derrumba el mito de una ola kirchnerista”.
El director de Isonomía, Pablo Knopoff, advierte: “Querer entender lo que sucede en una provincia con los lentes con los que tendemos a leer lo nacional puede llevarnos a un error. Hay partidos provinciales con historia y cultura, hay dirigentes que gobiernan desde partidos hasta a veces similares o los mismos que los que vemos en lo nacional, pero con lógicas bien distintas. Más aún: muchas veces, las provincias con historia de desdoblamiento en general tienden a elegir con firmeza lo provincial alejándose de las miradas o menciones de los actores políticos nacionales. Esto explica, muchas veces, que el mismo electorado vote sensiblemente distinto en su elección local y, semanas después, en la elección nacional”.
Maratón. Los primeros en decidir el desdoblamiento electoral fueron los gobernadores peronistas. Meses atrás, temían que la boleta de Mauricio Macri arrastrara el voto de los dirigentes de Cambiemos en sus territorios. A esta estrategia se sumaron los mandatarios radicales (el último en anunciarlo fue el jefe provincial de Jujuy, Gerardo Morales) pero con otro objetivo: defender sus terruños ante la caída de la imagen del Presidente.
¿Pueden los comicios provinciales previos a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias presidenciales ser un adelanto de la contienda principal? “No creo que tengamos que leer las elecciones previas como tendencia de las elecciones nacionales. De hecho, el Gobierno va a tener derrotas en varios lugares previamente y no necesariamente esto signifique que vaya a influir sobre todo, sobre el final de la pelea en octubre y eventualmente en la segunda vuelta”, detalla el consultor Carlos Fara.
La economía en expectativa por la primera prueba electoral en Neuquén
En este sentido, el analista agrega que “en 1999 hubo distintas elecciones adelantadas en donde ganó el peronismo y se creía que podía ser una bola de nieve a favor de Eduardo Duhalde, y no pasó porque terminó ganando Fernando de la Rúa. Los desacoples permiten efectivamente que haya un voto distinto y, por las características del electorado contemporáneo, es cada vez más frecuente que la gente haga voto distintivo en una elección local respecto de su voto nacional”.
Por su parte, Knopoff sostiene: “Me da la sensación de que las elecciones desdobladas previas no generan el clima que muchas veces se espera o se siente, más allá de los círculos políticos. La mayoría de la sociedad no está mirando las urnas y las elecciones de las provincias les quedan lejos. El elemento clave sería, claro, si el gobierno nacional ganara algún distrito que no administra y diera una especie de golpe de efecto. Lo mismo si perdiera un distrito que gobierna”.
Los analistas coinciden en que, a diferencia de las elecciones provinciales desdobladas, los comicios que pueden generar un clima favorable e incidir en un posible ballottage son los del territorio bonaerense en octubre. “La provincia de Buenos Aires es termómetro porque una sola vez, en 1999, el presidente y el gobernador no fueron del mismo partido. En 2015, el triunfo de Vidal era un buen anticipo de que la sociedad se iba a volcar a Macri. Y claramente ahora el resultado de octubre de cara a la segunda vuelta es absolutamente central”, opinó Fara.
Debut del voto electrónico
La elección en la provincia patagónica traerá otra novedad. Por disposición de su nueva ley electoral, los neuquinos votarán a través del sistema de Boleta Unica Electrónica (BUE). La capital provincial ya había utilizado este sistema en comicios anteriores, pero esta será la primera vez que se aplique en casi toda la provincia, ya que los municipios más pequeños podrán utilizar de manera excepcional la boleta de papel. Con un padrón habilitado de casi medio millón de neuquinos, se elegirán gobernador y vice, y legisladores provinciales. En 21 municipios se elegirán intendente y concejales.
