Aunque muchas campañas todavía no arrancaron, no todos los candidatos de Cambiemos llevarán al presidente Mauricio Macri como apoyo. Es más: muchos de ellos, por el contrario, ya expresaron que prefieren que el jefe de Estado ni aparezca por sus distritos ya que lo consideran “piantavotos” en plena crisis económica. Acaso por ello, en el Gobierno salieron a plantear, como publicó esta semana La Nación, que Macri realizaría visitas específicas en distritos donde “puede ganar” o donde su imagen no está dañada. La otra cara de la misma moneda.
Uno de los casos es el de Neuquén, cuya elección a gobernador se realizará mañana y donde Horacio “Pechi” Quiroga retiró sus afiches con el Presidente y se dedicó a provincializar la elección. Prácticamente no habló de la gestión nacional, solo viajó la ministra Patricia Bullrich, y la ausencia de Macri fue un llamado de atención para muchos oficialistas.
En el mismo camino se aventuró Ramón Mestre, el intendente de Córdoba, que pretende ser el candidato a gobernador del oficialismo en una escandalosa interna con el diputado Mario Negri. “A Mestre le sumó, al menos, cuatro puntos que no hable de Macri ni se pegue a la Casa Rosada”, explicó a PERFIL un experimentado diputado.
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De hecho, si Mestre resulta vencedor de la interna –en la Justicia, porque Negri se bajó o porque se dio la interna y ganó–, ya se visualiza una campaña sin el Presidente, según coinciden fuentes radicales.
Otro caso es José Corral, el candidato a gobernador de Santa Fe, donde el electorado aparece dividido en tercios, junto al peronismo y el socialismo. El ex titular de la UCR no expresó ningún deseo de subir a Macri a su campaña, que comienza en pocos días.
Otros casos, con mayor sigilo, se darán en la provincia de Buenos Aires tanto entre los intendentes de Cambiemos como entre los “sin tierra”, que pretenden ganarles a los caciques peronistas. Es que los números del Presidente en la primera (salvo en Vicente López y San Isidro) y la tercera sección electoral preanuncian que podría terminar en una elección peor aún que la de 2015, cuando perdió con Scioli en agosto, en octubre y en el ballottage.
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En Lanús, el intendente hipermacrista y también vidalista, Néstor Grindetti, ganaría, si fueran hoy las elecciones, por menos de diez puntos, arrastrado por la imagen de Macri. Si fuera solo o con Vidal, esa cifra, al menos, se duplicaría.
En el caso de los “sin tierra”, muchos de ellos no se atreven a mencionarlo pero no tienen ninguna intención de sumar al jefe de Estado. Sí a Vidal y en algunos casos a Horacio Rodríguez Larreta, como Almirante Brown, Avellaneda o Tigre.
En las provincias radicales desdobladas, como Mendoza o Jujuy, la UCR podría prescindir de la figura de Macri. Cerca de Peña afirman que no se ve ese escenario aún. “Son suposiciones porque hoy el único distrito con afiches en vía pública y spots fue Neuquén”, aclaran. “Lo de Córdoba obedece a otra lógica. Aun así, es una de las provincias donde mejor está Macri”, apuntan a este diario.
