POLICIA

Crimen de las turistas francesas: Lasi se hizo cargo de la violación

El guía salteño confirmó que abusó de una de las mujeres, pero negó haberlas asesinado. “No quería quedar como un maricón”.

Los acusados participaron de la reconstrucción del crimen. Dicen haber estado alcoholizados.
| CEDOC.

Uno de los imputados por el crimen de las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni, Gustavo Lasi, aseguró hoy ante el Tribunal de Juicio de Salta que violó a una de las jóvenes, pero que no las mató.

El acusado había pedido ampliar su testimonio ante el tribunal, frente a lo cual se demorarían las fechas de los alegatos y la sentencia. Lasi sostuvo la misma versión que había dado en la primera etapa de la investigación.

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El imputado dijo que el 15 de julio de 2011 a la tarde salió a caminar por la Quebrada de San Lorenzo porque estaba "aburrido" y manifestó que se encontró con los otros dos acusados del doble asesinato, Daniel Vilte y Santos Clemente Vera. Asimismo, aseguró que él llevaba una escopeta de su padre porque tenía intenciones de cazar.

Lasi declaró ante la Justicia que los tres tuvieron una conversación casual y luego vieron a dos jóvenes, en la zona conocida como El Mirador. En ese sentido, sostuvo que Vilte y Vera se acercaron a las dos turistas y dijo que él se quedó a unos 30 metros, en un primer momento. Vera, afirmó el imputado, le pidió el arma que tenía y manifestó que se la entregó, pero que no sabía cuáles eran sus intenciones. El hombre reconoció que se terminó acercando donde estaban las mujeres con Vilte y Vera y confesó que "tuvo relaciones" con una de ellas, a la que uno de los otros dos acusados estaba apuntando con el arma.

Sin embargo, negó que Vilte y Vera lo hubieran obligado a cometer el abuso sexual, como había dicho en su primera declaración. "Me dejé llevar por ellos, no quería quedar como un maricón", sostuvo, según consignó la agencia DyN. "Cuando volví en mí me pregunté qué estaba haciendo ahí y dije: 'Me voy al palo'", expresó Lasi, y sostuvo que, entonces, se retiró pero que los otros dos imputados se quedaron en la zona de El Mirador con las jóvenes y que tenían un arma más, además de la que él les había dado. Según declaró, cuando dejó el lugar del ataque, las jóvenes "no estaban lastimadas".

Los cadáveres de las jóvenes aparecieron días después, con impactos de bala y notables signos de golpes y abusos.