"Corrían por su vida, eso está claro", indicó a PERFIL una fuente del caso en el que murieron cuatro jóvenes de 13, 14 y 22 años en accidente, tras ser perseguidos por la policía en la localidad de San Miguel del Monte. Esta tarde, el Ministerio de Seguridad bonarense, a cargo de Cristian Ritondo, comunicó que un comisario y dos policías fueron desafectados tras el episodio.
La fuente echó por tierra la versión de la policía bonaerense. Los implicados en el hecho dejaron trascender que uno de los oficiales a bordo del móvil que perseguía el Fiat 147, en el que circulaba el grupo de amigos, los apuntó con una linterna para identificar la patente. Sin embargo, para los investigadores está claro que se trataba de un arma, tal como lo afirman los vecinos y los allegados de las víctimas. "No importa si dispararon o no, eso se sabrá con las pericias. Lo cierto, es que los chicos chocaron porque corrían por su vida", señalaron las fuentes a Perfil.
La decisión de apartar a los policías, fue tomada a través de la Auditoría General de Asuntos Internos. “Si el accionar policial no fue el que corresponde queremos que a los efectivos les caiga todo el peso de la ley. No habrá protección de la Provincia si un policía no hizo lo que tenía que hacer", sostuvo Ritondo en un comunicado.
Uno de los desafectados es el subcomisario Julio Franco Micucci, a cargo de la dependencia local, que habría dado información errónea a sus autoridades para "encubrir" el verdadero motivo del accidente. También fueron separados los efectivos que participaron de la trágica persecución: el capitán Rubén Alberto García y el oficial Leonardo Daniel Ecilape. Uno de ellos manejaba el patrullero que se ve en las imágenes de la cámara de seguridad y su compañero es quien se ve salir por la ventanilla, según las fuentes, apuntando al vehículo al que perseguían.
Los tres "fueron apartados de sus cargos hasta tanto se culminen las pericias y la justicia resuelva sus responsabilidades en el hecho", indicó el ministerio con tono moderado.
Qué pasó. La madrugada del lunes, un Fiat 147 blanco, conducido por Aníbal Suárez, de 22 años, se estrelló contra un camión que estaba estacionado. A raíz del impacto, murió el joven al volante y tres de sus acompañantes: Gonzalo Domínguez, de 14 años; Camila López, de 13 años y Danilo Sansone, también de 13. Rocío Guaglierello (13) sobrevivió al accidente pero está internada en grave estado en el Hospital de Alta Complejidad El Cruce de Florencio Varela.
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Antes de chocar, el grupo de amigos era perseguido por agentes de la bonaerense. Según trascendió, un patrullero comenzó a seguirlos a baja velocidad, hasta que un segundo móvil los encerró para que se detuvieran y les dio la voz de alto. Los jóvenes, asustados, escaparon en el vehículo a toda velocidad e impactaron con el camión.
En una captura de una cámara de seguridad se puede ver la figura de uno de los policías saliendo del patrullero por una de las ventanillas. En este punto, los vecinos y las familias -que reclaman justicia- sostienen que el efectivo sostenía un arma desenfundada, incluso, que disparó. Metros más adelante, el conductor del Fiat pierde el control de vehículo y choca contra el camión.
En tanto, versiones policiales indican que el efectivo alumbraba con una linterna la patente para poder identificarla. Asimismo, dejaron trascender que adentro del auto encontraron botellas de cerveza. Las armas fueron entregadas al fiscal de Cañuelas, Lisandro Damonte, a cargo de la causa.
CDL EA