POLICIA
tenía antecedentes y recibió una pena a 24 años de cárcel

Dura condena para el jefe de una banda que estaba orgulloso de ser ladrón y secuestrador

Matías Pereyra lideraba un grupo criminal que cometió secuestros y delitos contra la propiedad en el Conurbano. Cuando lo detuvieron dijo: “No soy ningún nene de mamá, me voy a hacer cargo de todo”.

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Despedida. Matías Pereyra se despidió de su mujer antes que se lo llevaran detenido: “No sé cuando nos vamos a ver, cuidá a la bebé”, le dijo. En los operativos, la Policía recuperó parte del dinero que los familiares de las víctimas pagaron de rescate. | policia de buenos aires

Matías Pereyra (32) nunca renegó de su condición de ladrón. Había estado preso varios años y cuando recuperó la libertad no solo siguió robando: empezó a dedicarse a los secuestros, aunque con un poco menos de ingenio que las entraderas que cometía. 

Su nombre cobró cierta notoriedad pasajera el 9 abril de 2019, cuando el Ministerio de Seguridad de Buenos Aires dio a conocer el video de su detención. Pereyra aparecía de espaldas, esposado a una silla y con un disparo de arma de fuego en la pierna. Pero no se quejaba del dolor, ni pedía por un médico. Como los delincuentes de generaciones pasadas, Pereyra infló el pecho por su condición de ladrón y secuestrador, y hasta confesó sus delitos.  

“Yo me voy a hacer cargo de todo lo que hice, no soy ningún nene de mamá, soy ladrón y secuestrador”, les dice a los policías. Luego, aparece en escena su mujer con una beba recién nacida en brazos. “Si te llevan en cana, yo me voy a hacer cargo de todo”, le promete. “Adonde entrés, cárcel que sea, vos parate de mano y recagala a puñaladas a cualquiera que esté ahí adentro que después yo voy a hacer quilombo para que nos veamos, ¿listo? Nos vamos a cruzar en un penal después, no sé hasta cuándo nos vamos a ver, cuidá a la bebé”, le pide. 

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Pereyra no volvió a la calle. Y no saldrá de prisión por un buen tiempo porque el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 5 de San Martín unificó sus condenas anteriores y le dictó una pena única de 24 años de prisión. 

La banda que lideraba actuaba en la zona de Castelar, Ituzaingó, Marcos Paz, Merlo y San Antonio de Padua. Se los conocía como “La banda del Focus”, porque usaron un mismo auto para cometer 

la mayoría de los delitos. 

Pereyra fue juzgado junto a otros cuatro miembros de la organización: Eduardo Carbajal, Alan Mayorano, Braian Aquino y Juan Oroná, quienes también fueron condenados a penas de entre 5 y 17 años de cárcel.  

Según la instrucción, este grupo criminal concretó al menos tres secuestros extorsivos, cuatro robos con armas y otros delitos, entre enero y abril de 2019, en distintas localidades del conurbano bonaerense.

Carbajal recibió una pena de 15 años y seis meses de prisión, el pago de una multa de 90 mil pesos y accesorias legales como coautor de dos secuestros extorsivos agravados, dos robos agravados, encubrimiento agravado y asociación ilícita. Como en el caso de Pereyra, los jueces sumaron una condena anterior dictada por el TOC Nº 2 de Morón, y dictaron una pena única de 17 años de prisión.

Mayorano, por su parte, recibió 17 años de prisión –que se unificó en 21 años de prisión con la condena previa del TOC N°2 de Morón–; Braian Aquino 13 años y seis meses de prisión; y Oroná 5, como partícipe secundario de secuestro extorsivo agravado por haberse cobrado el rescate exigido y por la intervención de tres o más personas.

Además, el Tribunal Oral Criminal Federal N°5 dispuso el decomiso de un vehículo y otros bienes, al tiempo que fijó audiencia para el miércoles 8 de septiembre a las 13.30, a fin de dar a conocer los fundamentos de la sentencia.

Los secuestros. Los tres raptos que fueron ventilados en el juicio ocurrieron en un lapso de aproximadamente cuarenta días. El 16 de enero de 2019 secuestraron a una mujer que acababa de subir a su Fiat 500, en la localidad bonaerense de Ituzaingó. Su familia pagó un rescate de 45 mil dólares y poco después la víctima fue liberada en San Antonio de Padua. 

El 5 de febrero de 2019, Pereyra y Carbajal –junto a otras personas no identificadas– abordaron a una pareja que salía del estudio de un contador, también en la localidad de Ituzaingó. Los llevaron hasta Marcos Paz, donde además de robarles dinero, se llevaron cautivo a su hijo. 

El tercer secuestro ocurrió en la mañana del 27 de febrero de 2019. La víctima fue abordada cuando salía de su inmobiliaria, en la localidad de Marcos Paz. Según los investigadores, Pereyra, Carbajal y Aquino lo amenazaron con armas de fuego y lo obligaron a subirse a la parte trasera del Ford Focus en el que habían llegado. 

Un motociclista advirtió lo que ocurría y avisó a la policía, lo que generó una persecución de la que los imputados pudieron escapar. Horas después, los captores se comunicaron con familiares del hombre y le exigieron el pago de un rescate por su liberación. De esa forma obtuvieron 130 mil pesos y 35 mil dólares que fueron entregados en la localidad de Pontevedra. La víctima fue liberada ilesa en Merlo. 

La banda no volvió a cometer un secuestro extorsivo, pero siguió operativa. En marzo del mismo año robaron dos autos y, en uno de los casos, Pereyra regresó a la casa de una de sus víctimas, se hizo pasar por policía y volvió a robarles. 

El 8 de abril, el cabecilla simuló ser empleado de una empresa eléctrica para engañar a una familia. Llevaba ropa de fajina y el plan le salió bien: entró a una casa, maniató a una mujer y a su nieto y se llevó más de 10 mil pesos y otras pertenencias de valor. Al día siguiente lo detuvieron.

 

El robo a Moria Casán y otros antecedentes

El cabecilla de la llamada “La banda del Focus” –también conocida como “la del Hoyo” porque en la casa donde fue detenido los efectivos encontraron un boquete que había sido pensado como vía de escape por si la Policía lo iba a buscar– tiene antecedentes y condenas anteriores, aunque un caso que protagonizó sobresale del resto. 

En 2013 lo detuvieron por haberle robado el auto a la actriz y conductora Moria Casán, en un hecho ocurrido en el partido de Ituzaingó. Con ese coche, Matías Pereyra cometió al menos una entradera en la zona. No estuvo mucho tiempo en prisión. Y eso que tenía una condena anterior por el secuestro de una mujer en la puerta del shopping Plaza Oeste de Morón, dictada en 2009. 

En 2004, todavía siendo menor, aparece vinculado en varias investigaciones.

Los policías que finalmente lo capturaron en abril de 2019 se sorprendieron por el poder armamentístico de la banda que lideraba: secuestraron armas largas –una de ellas con mira telescópica– y cortas, y gran cantidad de municiones de distintos tipos y calibre.