El mercado australiano suele ser muy atractivo para los narcotraficantes, pero también más complejo y peligroso. La razón es meramente económica: un kilo de cocaína, que en nuestro país vale 7 mil dólares y en España 40 mil, allá se paga hasta 250 mil. Lo más difícil es llegar a esa plaza, porque es chica y son pocas las organizaciones trasnacionales que trafican en esa zona. Una de ellas (cómo no podía ser de otra manera) tenía ramificaciones en Argentina.
La banda, que era comandada por tres ciudadanos de origen chino y uno argentino, operaba hace rato con un circuito de distribución bastante aceitado. En julio pasado, durante un operativo de control de rutina realizado en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, la Policía de Seguridad Aeroportuaria interceptó una encomienda que contenía más de un kilo de cocaína.
La droga estaba oculta en una bomba centrífuga sumergible y el paquete tenía como destino final la ciudad de Melbourne, en Australia. Los investigadores del caso explicaron que el envío siguió su ruta original, solo que a la droga la reemplazaron con material inocuo. Con la colaboración de la Policía Federal de Australia y una empresa de correo privado, concretaron una entrega vigilada para identificar a los destinatarios.
En Australia, los detectives interceptaron otros dos envíos realizados por el mismo proveedor: uno era un radiador de un auto que contenía 358 gramos de cocaína y otro una caja con dos termos en los que descubrieron 343 gramos más de la misma sustancia. Al mismo tiempo, la PSA logró identificar a los integrantes de la organización delictiva y sus domicilios en nuestro país.
La PSA realizó 16 allanamientos y secuestro 268 mil dólares y 23 millones de pesos
El viernes 3 de septiembre, los oficiales de la fuerza que conduce José Glinski, junto a personal de la División de Investigaciones Narcotráfico Metropolitano de la DGA-AFIP, realizaron 16 allanamientos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en las localidades bonaerenses de Ezpeleta, Lomas del Mirador, Bella Vista y José C. Paz.
De acuerdo a los voceros consultados por PERFIL, cuatro sospechosos fueron detenidos: tres hombres de nacionalidad china y uno argentino. Además, se incautaron 97 pastillas de anfetamina, cocaína, ketamina y metanfetamina, y secuestraron cuatro armas y 119 municiones de diversos calibres.
Pero lo más sorprendente fue la cantidad de dinero que encontraron: 268.514 dólares y 23.034.500 pesos. La organización utilizaba cuatro máquinas contadoras de billetes.
La ruta australiana. Glinski, director nacional de la PSA, explicó que “la ruta de cocaína hacia Australia se puede comprender, primero, por una razón económica. El valor del kilo de esta sustancia en la Argentina promedia los 7 mil dólares, en España ronda los 40 mil y en Australia puede ascender hasta los 250 mil dólares, es decir que puede cuatriplicar y hasta sextuplicar ese monto. El nivel de consumidores en Australia es menor que, por ejemplo, en el mercado europeo, sin embargo, el valor económico que adquiere la mercancía una vez introducida allí es sensiblemente superior. La diferencia porcentual de cocaína desde Argentina a Australia es alrededor del 3.470%, lo cual demuestra la rentabilidad de este negocio. Ningún bien de consumo adquiere este nivel de valorización económica”.
La droga que llega a Australia no es solo por encomienda. Por lo general ingresa por vía marítima, a través de las islas del Pacífico Sur. El tráfico creció exponencialmente en la última década con secuestros récord de cocaína en distintas embarcaciones.
Desde 2014, la Policía Federal de Australia (AFP) intervino en la incautación de más de 7,5 toneladas de cocaína que era trasladada en pequeñas embarcaciones como yates.
Sobre el operativo que dirigió la PSA, el jefe de la fuerza brindó detalles sobre cómo fueron las tareas de cooperación entre los dos países: “El modo de intervención del Estado, a través de la PSA, tiene que concretarse sobre la base de la cooperación internacional, en este caso entre Argentina y Australia. No solo a los fines de neutralizar los envíos de drogas sino para conocer en profundidad cómo se articula este tráfico. En rigor, cómo
se concreta la oferta y demanda y si obedece a mercados virtuales o físicos. La detección es un primer paso, la punta del iceberg; después hay que afectar qué o cómo se genera esa circulación ilícita y para eso son necesarios los acuerdos operativos y el intercambio de información criminal entre los países”, detalló.
Hallan caramelos gomita impregnados con droga
Cerca de sesenta caramelos gomita impregnados con drogas, entre ellos uno conocido como “bomba”, fueron secuestrados en poder de dos dealers de 23 y 50 años, detenidos en el barrio porteño de Chacarita.
El operativo estuvo a cargo de efectivos de la Policía de la Ciudad y se realizó en la intersección de la avenida Corrientes y la calle Olleros.
Allí fueron detenidos dos hombres que tenían en su poder una bolsa de papel madera con varios paquetes de caramelos masticables gelatinosos, de color verde y con forma de hojas de marihuana.
Los policías de la División Análisis del Narcotráfico y la Dirección de Lucha Contra el Tráfico y Venta Ilegal de Drogas de la Policía de la Ciudad sometieron las golosinas a un test narcótico, que arrojó resultado positivo para metanfetamina, marihuana y una droga conocida en Latinoamérica como “bomba”, que es un derivado de la feniletilamina, una sustancia que puede producir euforia e hipersensibilidad, explicaron las fuentes.
Los mismos voceros dijeron que la forma de enmascarar esa sustancia química en caramelos es innovadora en nuestro país, donde suele venderse en troqueles o pastillas.