Tras cuatro días de intensa búsqueda el cuerpo de Sheila Ayala fue encontrado este jueves en un terreno lindero al que vivía junto a su padre y su madrastra. Su tía confesó haber cometido el crimen junto a su pareja. "Tomamos droga y alcohol y no sabemos cómo llegamos a eso", dijo en la comisaría.
La nena de 10 años estaba adentro de una bolsa de basura junto a una medianera que separa la casa de su padre de un terreno abandonado que está ocupado por al menos 50 personas. El hallazgo de produjo en medio de un fuerte operativo realizado este jueves con más de 150 efectivos policiales.
Agentes de distintas reparticiones realizaron un registro casa por casa de una amplia zona en San Miguel, con perros de rastreo y hasta buzos sobre los cursos de agua cercanos.
El cuerpo fue hallado cerca de las 18 en medio de un clima de conmoción que se produjo cuando los vecinos se enteraron del trágico descenlace de la búsqueda.
La gente de la zona, que conocía a Sheila, reaccionó con vehemencia y cuestionó tanto a la policía por entender que demoró varios días en revisar el predio, como a la familia de la menor, porque sospechaban de la responsabilidad de algún miembro en el caso.
Sheila era buscada desde el domingo, cuando había sido vista por última vez mientras jugaba en el patio de la casa de su padre ubicada en el barrio Trujui, de esa zona del noroeste del Gran Buenos Aires.
La última vez que vieron a Sheila fue el domingo, cuando jugaba en el patio de la casa de su padre ubicada en el barrio Trujui, de esa zona del noroeste del Gran Buenos Aires. Desde ese momento no hubo ningún indicio del paradero de la menor.