Fue condenado en 2009 a cinco años de prisión por el crimen de su ex pareja Adriana Marisel Zambrano. A los dos años y medio recuperó la libertad. Los Zambrano lucharon para lograr la tenencia de la hija que tuvo la víctima con su ex, que solo tenía 9 meses cuando se produjo el homicidio, pero J.Z. fue más allá y accionó legalmente contra la familia de la víctima para que no lo nombren más bajo el argumento de que “dañan su imagen”. Y lo insólito es que la Justicia jujeña se lo otorgó. Hoy está prófugo porque su actual pareja lo denunció por violencia de género.
Mercedes levanta la imagen de su hermana en cada movilización donde se visibilice la violencia contra la mujer. Es una de las caras visibles del largo camino de lucha que tuvieron que atravesar tras el crimen de Marisel, tanto por la causa en sí misma como para lograr la tenencia de su sobrina, que recién obtuvieron definitivamente en septiembre de 2017. Sin embargo, la lucha continúa porque el homicida de Marisel les puso una medida cautelar para que no lo mencionen, por eso en esta nota se lo identificará con sus iniciales.
“Con esta resolución sentí impotencia y bronca porque el tipo nunca cumplió la condena efectiva, y ahora todavía tiene el tupé de hacerse la víctima. De todas maneras en todas las actividades se nombra el caso de mi hermana, sé que su muerte no fue en vano”, asegura Mercedes.
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Según explica a PERFIL el abogado de la familia de la víctima, Luis Ugarte, el femicida presentó una cautelar tras distintas publicaciones en medios que “él consideraba ofensivas para su persona”.
“Sorpresivamente la jueza hace lugar a la medida. Pido el levantamiento de la cautelar y hago el descargo diciendo que no hay nada de ofensivo si nos basamos en lo objetivo de que hubo una condena. Estaremos de acuerdo o no en que sea homicidio preterintecional, pero en definitiva este hombre cometió este delito, fue condenado y hay una sentencia firme que así lo dispone”.
La jueza del Tribunal de Familia Sala 2 Vocalía 4, Estrella Eliazarian, hizo lugar al pedido del condenado y, a pesar de que el abogado de la familia Zambrano pidió que fuera revocada, la respuesta no fue positiva sino que, por lo contrario, fue ratificada en noviembre del año pasado y hoy está vigente. Es una resolución inédita.
“No es normal que un homicida aplique una cautelar a la familia de la víctima. Es la primera vez, según tengo entendido, que se da un caso así. Por eso le dije a la jueza que estaba creando un antecedente peligroso, porque en definitiva lo que está haciendo es colocar en una situación complicada a la propia familia de la víctima”, explica Ugarte.
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“La hermana o la mamá de Marisel no pueden realizar ningún tipo de manifestación mencionándolo porque la cautelar determina que podrían iniciarles acciones penales. Si ellas lo hicieran no las van a imputar por una calumnia, sino por desobediencia judicial porque la jueza les está diciendo que no hablen más de esa persona. No van a ir a la cárcel, pero sí les va a generar un antecedente”, detalla.
El 13 de julio de 2008 la policía encontró a Marisel tirada en el piso sin vida y la beba alimentándose de su pecho en la casa de su ex pareja. El primero habló de un robo y después la Justicia lo condenó por homicidio preterintencional, es decir cuando se comete un hecho pero se considera que el fin no era generar la muerte. “Los peritos determinaron que tenía golpes, quemaduras con cigarrillo. En el juicio, como no era una relación formal, le sacaron el agravante del vínculo. Lo condenaron por homicidio preterintecional, o sea que no tuvo intensión de matarla. Para la Justicia la empujó, se golpeó y se murió. No se hizo justicia por mi hermana”, detalla Mercedes.
“Cansado de ver la imparcialidad e injusticia de la Vocalía 4 –cuenta el abogado–, y ante la creación del nuevo juzgado de violencia, decido anteponer ahí una cautelar pidiendo la suspensión del régimen de visitas, ya que había tres informe psicológicos que concluían que era una persona peligrosa. Dieron lugar a nuestro pedido. Este juzgado hizo lugar y lo suspendieron. Ahí sí fuimos escuchados”.
Bebote Alvarez, un violento con la misma ‘coronita’
Un guiño similar al que recibió el asesino de Marisel Zambrano obtuvo Pablo “Bebote” Alvarez, el ex capo de la barra brava de Independiente, cuando el juez en lo Civil Nacional César Cozzi Gainza falló a su favor para que los medios de comunicación no pudieran publicar su nombre ni su fotografía porque también dañaba su imagen.
Bebote inició acciones legales contra canales de televisión, radios y diarios –entre ellos PERFIL–, aunque muchos de ellos quedaron en la nada.
En la demanda contra este diario alegó que la difusión de su imagen –en Sudáfrica junto a otros barras, en la previa del Mundial de 2010– dañaba su imagen y alegaba que tenía una conducta intachable.
Bebote fue deportado tres días antes de que comience el Mundial, y desde entonces no paró de acumular escándalos con aprietes a dirigentes y jugadores de Independiente.
En la actualidad, el ex jefe de la hinchada del club de Avellaneda se encuentra detenido por la presunta extorsión que sufrió el entrenador Ariel Holan.
Lili y los informes sobre femicidio
En 2008, los asesinatos de mujeres por violencia sexista los medios los titulaban “crimen pasional”. Desde La Casa del Encuentro planteamos que estos crímenes debían ser visibilizados con una mirada política porque estas mujeres no eran asesinadas por amor, sino por un sentido de posesión.
Como no existían estadísticas oficiales sobre femicidios, nos propusimos como objetivo trabajar con los casos publicados en los medios y, aunque solo lograríamos relevar de forma parcial la realidad, sería un aporte para comenzar a generar conciencia y propiciar un cambio cultural. Tras la publicación del primer informe, la familia Zambrano se acercó a La Casa del Encuentro, para contarnos la historia de Lili, como la llamaban sus afectos. El 13 de julio de 2008, Lili fue asesinada a golpes con un nivel de albañilería y con golpes de puño y puntapiés en diversas partes del cuerpo, en Palpalá, Jujuy. Detuvieron a José Zerda. La Justicia patriarcal de Jujuy consideró que no había tenido la intención de matar a su ex pareja y madre de una beba de 9 meses que tenían en común y le aplicó la figura de “homicidio preterintencional”. Por lo tanto el femicida recibió una condena de 5 años.
En 2009 se conformó el primer Observatorio de Femicidios en Argentina, que lleva el nombre “Adriana Marisel Zambrano”, como homenaje a todas las mujeres a quienes les arrebataron la vida, y a sus familias, que reclaman justicia. Así fue como los Zambrano se acercaron y le dieron nombre a nuestro Observatorio. El Informe tomó cuerpo y vida, y facilitó la articulación con las familias que reclamaban celeridad, investigación y Justicia.
*Ada Rico. Presidenta de la ONG La Casa del Encuentro.
