"Deben aplicarse alternativas menos gravosas". Con esa frase, el fiscal que tiene a su cargo la investigación por el caso del jubilado que mató a un ladrón en Quilmes le pidió al juez de garantías el "cese de la prisión domiciliaria" del acusado.
Jorge Ríos (71) había sido detenido el viernes 17 de julio pasado poco después de matar de dos disparos a uno de los cinco delincuentes que habían entrado a robar a su casa. Cuatro días más tarde lo excarcelaron, pero le impidieron salir de su domicilio por la gravísima imputación que pesaba en su contra.
Ariel Rivas, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 1 de Quilmes, entendió hoy que el herrero no dio muestras "de burlar la acción de la justicia" y que siempre estuvo "a derecho" y dispuesto a "someterse al imperio de la ley". Para el funcionario judicial, "es posible garantizar el alcance de los fines" del proceso "sin necesidad de que permanezca detenido en su domicilio".
Ríos fue notificado esta tarde del cambio en su situación en una clínica privada porteña, donde horas antes había sido internado por un nuevo problema de salud, aparentemente relacionado con la traumática situación que está atravesando.
En el escrito que le envió al juez de Garantías Martín Nolfi, el fiscal tuvo en cuenta varios atenuantes que favorecen la situación de Ríos. Por ejemplo, la edad, que no posee antecedentes delictivos y las lesiones que sufrió en el robo, entre otras cosas.
Robos, amenazas y sospechas de un crimen, los delitos de la banda que asaltó al jubilado
Rivas cree que "no es necesario que el jubilado tenga una tobillera electrónica" y entendió que alcanza con la promesa que hizo de mantenerse a derecho durante todo el proceso.
Ríos está procesado por el delito de "homicidio agravado por el empleo de arma de fuego", que prevé una pena de hasta 25 años de prisión.
Fernando Soto, uno de los abogados que tiene el jubilado, celebró la resolución del fiscal y además contó cómo se encuentra su defendido: "Jorge está internado. Tiene sus heridas infectadas y un grave cuadro de hipertensión arterial".
Ríos permanece en observación en la Clínica de los Virreyes, ubicada en el barrio porteño de Belgrano. Esta es la segunda vez que es asistido en diez días porque cuando estaba detenido en la comisaría de 9ª de Quilmes sufrió una descompensación y lo tuvieron que trasladar a un hospital de la zona.
Jorge Ríos: "Me cagaron la vida, perdí todo, mis amistades, mi barrio y mi casa"
La vida del jubilado cambió para siempre en la madrugada del 17 de julio cuando cinco delincuentes entraron a robar a su casa de la calle Ayolas al 2700, en la zona oeste de Quilmes.
Ríos estaba durmiendo. Lo despertaron a los golpes y amenazaron con un destornillador. Buscaban dinero. Según fuentes policiales, el jubilado aprovechó un descuido para sacar un arma de fuego y poner en fuga a los ladrones.
Una cámara de seguridad ubicada frente a su casa mostró cómo uno de los sujetos saltaba del techo y caía a la vereda. Era Franco "Piolo" Moreyra, el último de los ladrones en salir.
Rengueando llegó hasta la esquina y se desplomó. Unos pocos segundos después apareció en plano el jubilado. Lo golpea y lo patea. No está claro si le disparar cuando está en el piso o antes.
"No nací para matar a nadie", confesaría después, en una entrevista radial. Todavía no declaró en la causa. Sobre el ataque recordó que "se meten tres veces en la noche".
"Tengo a mi comadre que está al lado de mi casa, es una persona de 80 años y cuando se fueron y saltaron me toman de rehén. Pensé en mil cosas, mil maneras pero es lo único que te quiero decir. Yo no soy un delincuente", señaló.
El jubilado aseguró que sintió que su vida estuvo "en peligro", pero dijo no recordar lo que sucedió cuando quedó cara a cara con el ladrón.
LN