Un hombre de 71 años está acusado de matar de un balazo en el tórax a uno de los cinco delincuentes que el viernes 17 de julio ingresaron a robar a su casa del partido bonaerense de Quilmes y lo golpearon brutalmente. El jubilado recibió un arresto domiciliario en la tarde de este lunes 20 de julio, según informaron fuentes judiciales y uno de sus abogados defensores, pero ahora enfrenta amenazas de los familiares del ladrón abatido.
La medida fue dispuesta por el juez de Garantías 2 de Quilmes, Martín Nolfi, en beneficio del herrero Jorge Adolfo Ríos, y cumplirá con la morigeración en la casa de un familiar luego de que se comprobara que el jubilado tiene graves problemas de salud: es hipertenso, con insuficiencia cardíaca y respiratoria, y le falta un riñón. Ríos es acusado de "homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego", por la muerte de uno de los asaltantes que ingresaron a su domicilio el viernes pasado.
Mientras tanto, familiares y amigos del delincuente muerto amenazaron y arrojaron piedras contra la casa de Rios. Viven a pocas cuadras del lugar del hecho y según trascendió, serían integrantes de la barra brava del club Quilmes. La situación generó miedo entre los hijos del herrero, quienes también recibieron amenazas. Una de sus hijas, Gabriela, aseguró al canal de noticias TN que "con mi papá no pude casi ni hablar, apenas le pude agarrar las manos en el hospital. Era una bolsa de moretones y manchas de sangre", luego de verlo en el hospital Oller, tras descompensarse.
En sus declaraciones, la hija del herrero comentó que su papá "está con la mente bloqueada" y no puede hablar de lo sucedido porque se quiebra. "A partir de ahora tengo que reconstruir (los hechos) y reconstruirnos a nosotros como familia", contó, y se mostró conmovida porque ya no podrá volver a la casa familiar por temor a las amenazas recibidas en los últimos días.
Habló el hijo del jubilado detenido por matar a un ladrón en Quilmes
Federico, otro hijo del acusado, afirmó que su padre "quiso defender lo suyo" y que "ahora está en una situación que no salió a buscar sino que entró a su casa" y que "se trató de defender" porque "tiene sangre en las venas". "No lo mataron acá adentro de mi casa porque se defendió, no lo mataron en la calle; si no lo mató todo eso, quizás lo mata el encierro, la angustia", expresó.
Mientras tanto, según indicó el abogado Hugo Icazati a la agencia de noticias Telam, el magistrado le concedió la domiciliaria bajo juramento de presentarse ante el juzgado cada vez que se lo requiera, por lo que el herrero no tendrá que utilizar una tobillera electrónica.
El letrado se mostró conforme con el fallo ya que junto a su colega Marino Cid Aparicio habían solicitado una excarcelación extraordinaria y, subsidiariamente, una morigeración de la prisión ya que Ríos tiene problemas de salud y por su edad es parte del grupo de riesgo ante la pandemia de coronavirus. Más allá de este beneficio, el herrero continuará imputado de homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego por disposición del fiscal Ariel Rivas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Quilmes.
Archivo | Un jubilado mató a un delincuente de una puñalada para resistirse a un robo
El letrado apuntó contra el proceso llevado a cabo a partir de la detención del jubilado, ya que "el sábado por la mañana, que fue cuando lo indagaron", el fiscal Rivas le había asegurado "que posiblemente no lo iban a detener, que se iba a morigerar y podía estar en su casa". "No queremos que lo mate la Justicia, queremos que llegue a juicio oral para que podamos probar su más absoluta inocencia", dijo a TN el abogado Cid Aparicio.
"Para el mediodía habían cambiado tres veces la calificación, pasó de defensa propia a abuso en la defensa, a homicidio simple agravado por el uso de arma de fuego, que tiene una pena mínima de diez años y cuatro meses" de prisión, explicó el abogado.
CC/FF