POLICIA

Saqueos en Córdoba: la crónica desde el lugar de una noche infernal

Las escenas de violencia se repetían por toda la capital provincial. La policía seguía autoacuartelada y los vecinos se defienden por su cuenta. Galería de fotos. Galería de fotos

Se multiplicaban los saqueos en Córdoba.
| DYN

 

Una noche de terror vivió la ciudad de Córdoba. El acuartelamiento de la policía generó consecuencias devastadoras. La ciudad se transformó en tierra de nadie y se cuentan por decenas los saqueos en supermercados y comercios, robos a punta de pistola a automovilistas, y asaltos en viviendas particulares.

Los robos comenzaron en la tarde del martes, pero con el correr de las horas la situación empeoró. Los comercios bajaron sus persianas alrededor de las 20. Por precaución, la municipalidad decidió suspender el transporte público, y dejaron de circular ómnibus, taxis y remises. Desde ese momento, Córdoba fue “saqueada” y sumida en una noche de pesadilla.

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Todo tipo de comercios fueron víctimas y las escenas que se vivían eran estremecedoras. La gente corría en las calles y saqueaba todo tipo de productos. Mujeres embarazadas saqueaban cochecitos y productos para bebes.

Comerciantes lloraban por las calles, desconsolados al ver el estado de sus comercios: “Esto no es hambre, me robaron bebidas alcohólicas y electrodomésticos”, gritaba el dueño de un supermercado sin poder entender la anarquía que se vivía en la ciudad. Los malvivientes no hicieron diferencias a la hora de los saqueos.

Un depósito de Cáritas, que permitía la alimentación a 900 chicos fue totalmente vaciado.

Las redes sociales se transformaron en la principal fuente de información respecto a la realidad de lo que pasaba en la ciudad. Casillas policiales quemadas, comercios destrozados, ladrones con armas corriendo en la calle.

Del otro lado los vecinos de distintos barrios se agruparon frente a los negocios, intentando proteger sus pertenencias. “Cuando vengan los vamos a estar esperando”, aseguraban, mientras con palos, armas y cuchillos se paraban frente a la puerta de los comercios procurando impedir el ataque de los delincuentes.

El gobernador De la Sota, llegó pasada la 1 de la mañana del miércoles, proveniente de Panamá y hasta última hora intentaba destrabar el conflicto. Sin embargo descartó de plano aumento en los sueldos de los efectivos: “"No hay posibilidad de aumento salarial para los policías", dijo.

Mientras tanto Córdoba vivió una noche que será tristemente histórica y difícilmente pueda ser olvidada.

(*) Especial para Perfil.com