El titular del juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas N° 10, Pablo Casas, ante los incumplimientos de las condiciones pautadas por la justicia, hizo efectiva la condena de un hombre que tenía esta pena el 22 de diciembre del 2018 en una causa por amenazas a tres mujeres en un contexto de violencia de género.
El hecho central fue que el condenado se había quitado las tres pulseras electrónicas que tenía para prevenir que se acercara a las mujeres que había agredido. Dentro de las declaraciones, una de las víctimas relató que lo vío “a través de la ventana” de la casa “un día antes de que se sacara la pulsera”, asunto que estaba prohibida por la ley, ya que no respetaba la distancia reglamentaria.
Cómo funciona la tobillera electrónica que le van a colocar a Amado Boudou
“Ella estaba en el domicilio y desde el Centro de Monitoreo le dijeron que se quedara adentro a resguardo y que se mantuviera en línea. Cuando le dijeron eso, ella se acercó a la ventana para bajar la cortina y ahí lo vio en la ventana y le hizo gestos con la mano emulando un arma”, dice el acta de la audiencia.
El testimonio es el de una mujer que estuvo en pareja con el condenado y con quien tiene hijos en común. Ella cuenta que recibía mensajes de texto y Whatsapp con amenazas de muerte y que por esto mismo fue asistida con el sistema de monitoreo que se aplica en estos casos.
Un juez dispuso la prisión preventiva de un imputado por reiteradas amenazas
En la audiencia, la víctima narró diversos casos de incumplimiento, en el que la ex pareja se acercaba más de los 500 metros que tenía permitido, todos ellos ratificados por el sonido del dispositivo de alerta.
Las amenazas que le mandaba por textos contenían en algunos casos precisiones acerca de la vestimenta que llevaba en ese instante. Hecho que demostraba la proximidad del condenado. No sólo tenía prohibido tomar contacto con las víctimas, sino que también incluía la prohibición de acercarse a los domicilios que constan en la sentencia.
En la audiencia se constató el condenado no sólo incumplió en reiteradas ocasiones las condiciones impuestas por la ley - que debía cumplir para que no se efectivizó su condena - sino que tampoco dio cuenta de haber iniciado el tratamiento psicológico que se le indicó, ni cumplimentó la concurrencia al taller.
Todos estos elementos sumados al hecho de que según la fiscal “se ha quitado los tres dispositivos de geoposicionamiento que vigilaban el control de las reglas anteriores, perdiendo todo tipo de control respecto de dónde se encontraba. Tanto es así que llevó más de una semana dar con su paradero y hacer efectiva la orden de captura”.
En 2018 volvió a aumentar la cantidad de consultas por violencia de género
Casas dio por acreditado que el imputado “se quitó las tres pulseras y decidió profugarse”. Y a su vez, reconoció que la víctima “recibió por lo menos 80 mensajes“. Por último, destacó que “fue condenado por 21 hechos que incluyeron hechos de amenazas, amenazas coactivas, agravadas por el uso de armas, desobediencia e incendio doloso”.-
*Si sos víctima de violencia de género, comunicate con el 144. Línea gratuita que funciona en todo el país, las 24 horas, los 365 días del año.
DyR
