POLITICA

Cómo llegó Victoria Donda a ser la "DipuSex"

Diario Libre publica su increíble mutación: desde el look militante hasta convertirse en la diputada más sexy del Congreso. Galería de fotos.

La diputada Victoria Donda.
| CEDOC

No hay dudas: Victoria Donda es hoy la mujer más sexy de toda la política argentina. Una morocha 100% nacional y popular.

Viki irradia sex appeal en los pasillos del Congreso. Algunos la aman. Otros la odian. Pero todos hablan de ella. A punto de terminar su mandato como diputada, que espera renovar de la mano del Frente Progresista (FAP) de Hermes Binner, la joven hija de desaparecidos que nació en la ESMA se convirtió gracias a una actitud rebelde, escotes y curvas generosas en una de las figuras más atrayentes de la política en la era K. Una auténtica “Dipusex”.

Metamorfosis. La transformación de la diputada de Libres del Sur fue un caso digno de Extreme Makeover, el reality show que cambia la vida de las personas con cirugías plásticas y tratamientos de belleza. Sin embargo, según explicó Donda, lo suyo fue natural y se basó en tres pilares: ortodoncia, alisado definitivo y baile.

"No hubo cambio estético impactante; cualquiera que me haya visto antes sabe que los dientes me los tenía que arreglar, que estaban chuecos, y no lo había hecho antes porque salen caros los brackets transparentes y no tenía obra social”, dijo a la radio FM Identidad sobre su nueva sonrisa.

Otro cambio que hizo para convertirse en una femme fatale fue decirles chau a los rulos con un alisado definitivo. “Resuelve 15 minutos de vida”, confió. El combo “dipusex” se completa con baile. “Cuando asumí como diputada dejé el baile, después retomé y recuperé algunas formas”, explicó.

Actitud. Pero Donda también modificó su actitud para convertirse en la morocha que despierta pasiones de cara a octubre. Todo comenzó con una foto de sus vacaciones en las Cataratas, que subió a Facebook el 30 de enero. En la imagen, Viki estaba en bikini, recostada en una playa, con las manos hundidas en la arena y las olas rodeando su cuerpo.

Esa foto tuvo una repercusión inmediata. “Viki, tas muy buena!!! Volvé con el pueblo, los k te keremos!!!”, comentó uno de sus seguidores. “Tas más buena que el socialismo nacional”, le dijo otro.. Algunos la compararon con Isabel “La Coca” Sarli, y otros se deleitaron con un tatuaje que tiene donde termina la espalda.

A partir de esa imagen, la diputada asumió sin prejuicios ni vergüenza su condición de sex symbol, esa que llevó al periodista Ernesto Tenembaum a calificarla como “los mejores pechos de la política argentina desde Bartolomé Mitre hasta acá”.

Política. Viki se puso más linda desde que dejó el oficialismo. Primero, con Pino Solanas empezó a cambiar, y después, ya con Binner, explotó con su lema “Vamos a portarnos mal”. Desafiante, con una musculosa azul y un escote fatal, según ella, solo intentó ponerle “pimienta” a la campaña y vaya si lo logró.

No solo la condimentó, sino que también la recalentó y ganó protagonismo en el seno del Frente Amplio Progresista, donde su “escote” fue tema de discusión. Hoy, Donda ya habla sin tapujos sobre lo que genera. “Me pongo lo que me gusta, uno no tiene que aparentar”.

Al frente de una intensa campaña por la despenalización del consumo de marihuana, tiene un motivo más para sonreir: su reciente amistad con el periodista K Pablo Marchetti, de Duro de Domar.

(*) de diario Libre.