El precandidato presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández, se sintió obligado a aclarar por enésima vez que no es "un títere" de su compañera de fórmula, Cristina Krirchner. "Una vez me peleé con Cristina, no me peleo nunca más", enfatizó el postulante nacional durante su primer acto con militantes de esta campaña electoral, junto al candidato a la gobernación bonaerense Axel Kicillof, Verónica Magario, Martín Insaurralde, Facundo Moyano y Fernanda Raverta, entre otros.
"Los mismos que me aplaudían por haberla criticado, me dicen ahora que soy un títere de Cristina", se defendió Fernández. "Pero no saben lo tranquilo que estoy de que me acompañe Cristina", remarcó el ex jefe de Gabinete, al cerrar el acto en el Club Talleres. Allí, además, pidió "a los argentinos que están enojados" que le den "la oportunidad de confiar una vez más" en el justicialismo, porque -según dijo- el espacio ha "aprendido" y puede "hacer las cosas bien".
Refiriéndose la problemática del acceso a la vivienda y la promesa de Mauricio Macri de un millón de créditos UVA, el ex jefe de Gabinete dijo que son "una ilusión óptica" y advirtió que sólo en la Ciudad de Buenos Aires hay 7 mil argentinos viviendo en la calle. "Esas son las soluciones fáciles del macrismo, generar una ilusión óptica, metieron a un montón de gente en ese plan y ahora la gente está padeciendo esas cosas", señaló Fernández, que resaltó la necesidad de dar una "respuesta genuina" al problema.
En su exposición, el ex funcionario nacional respaldó la postulación de Raverta y señaló que la diputada de La Cámpora es "parte de esa nueva dirigencia" a la que le "reclama más responsabilidades", por lo que llamó "a los marplatenses a que le den la oportunidad a una mujer para que los gobierne". "Fernanda es alguien a quien yo valoro mucho. Es alguien que pudo hacer lo que muchos otros no pudieron, que es unir a todos para estar juntos y para enfrentar el futuro", sostuvo al respecto.
D.S.