La salida del juez Federico Villena fue tomada con alivio por el entorno del ex presidente Mauricio Macri, ya que descontaban que se avecinaban nuevos golpes judiciales, como posibles detenciones, allanamientos o indagatorias, todas cuestiones que definían como “arbitrariedades”. No obstante, aseguran seguir en estado de alerta ante el devenir de la causa ahora con el nuevo magistrado, Juan Pablo Augé.
“Se sacó al juez, pero quien motoriza todo esto retorcidamente es Cristina Kirchner, por venganza y para su impunidad. Y seguirá con su plan”, aseguró una fuente cercana a Macri.
Después de las 22 detenciones y del rechazo a la exención de prisión que había solicitado Darío Nieto, en la cúpula macrista temían que Villena avanzara contra el secretario privado del ex presidente. Ahora cambiaron los ánimos. “Era un juez cuestionado por hechos objetivos, que hacían dudar fundadamente en su actuación, que se vio demostrado en su sobreactuación con los allanamientos en perjuicio de Nieto y el rechazo de su exención y en la cantidad de detenciones”, analizan en el PRO. “Es el manual del proceder arbitrario para abrazarse a una investigación que no querés que te saquen”, concluyó una fuente con conocimiento de los vericuetos judiciales.
Pero no solo la salida de Villena le dio un respiro al macrismo en la semana donde con más temor vieron los pasos de un juez. Los datos que recibieron -ya sea por trascendidos periodísticos como por información compartida por abogados que intervienen en el proceso- sobre las indagatorias a Susana Martinengo y los espías fueron celebradas también. Martinengo mantuvo la postura del PRO de negar que Macri la conociera. Dijo que no tenía relación con él, porque “se encontraba en la otra punta de las oficinas”, y que su relación con Nieto era estrictamente formal (“de empleada a jefe”). Negó, además, haber recibido y pasado informes de inteligencia. Según la información con la que cuenta el círculo de Macri, además, los espías habrían negado conocer al secretario privado del ex presidente.
Ante este nuevo escenario, hay quienes no descartan que la investigación de Auge deje de profundizar en la línea que unía a la banda de espías con la Casa Rosada y se oriente a la interna dentro de la Agencia de Inteligencia.
“Si Macri es tan amigo de Arribas, que sentido tiene que esta banda ‘Super Mario Bross’ le pase informes a través de una séptima línea (por Martinengo) y no vía Arribas”, aseveran cerca del ex presidente.
La estrategia judicial, a cargo ahora de Pablo Lanusse, se mantiene igual. No van a interceder en el expediente mientras Macri no sea imputado, algo que daban descontado si Villena seguía al frente de la investigación. “Augé no tiene la parcialidad de Villena, que había autorizado los seguimientos de los espías, en el caso del Instituto Patria, por ejemplo”, afirman. Como está en secreto de sumario la causa, el juez se limitó a mostrarle a cada uno de los implicados solamente la información que les compete. “Hoy Macri no tiene porque presentarse”, explican en su entorno. Pero agregan: “Cuando tengamos oportunidad de conocer elementos de prueba vamos a refutar”.
En declaraciones televisivas y radiales, Lanusse ya mostró una de las líneas argumentales que van a repetir desde el macrismo, que es la de apuntar a la vicepresidenta como supuesta “armadora” del caso para lograr así desestimar las causas que tiene en su contra. El propio Nieto también se expresó en ese sentido: “Buscan impunidad tratando de igualarnos”.
“No vamos a hacer petardismo de atacar porque si, ni ponernos exclusivamente en un escenario de perseguidos”, aclaran cerca de Macri. Hace eso sería asumir una posición similar a la de Cristina, hablando de “lawfare” y de causas armadas pero sin responder a las pruebas existentes. Sin embargo, fuera de micrófono ya tildaban a Villena como un juez “cuestionable que no es imparcial y que está forzando la verdad para querer construir un inexistente aparato sistemático de espionaje desde las altas esferas del Ejecutivo”. E insistirán en vincular a la vicepresidenta detrás de toda la movida judicial.
Sobre las cuestiones de fondo, por ahora, la decisión es negar la veracidad de los hechos, por lo menos en lo que a Macri y Nieto se refiere. Sostienen que el ex presidente no tenía vínculo con Martinengo y que Nieto no recibió ningún informe de inteligencia. A pesar de la tensión creciente, cerca de Macri aseguran estar “con total tranquilidad porque sabe que no autorizó ni consintió acción ilegal alguna de espionaje”. Y anticipan: “Continuaremos con la observación del quehacer judicial”. Por las dudas, según pudo averiguar PERFIL, Lanusse intercambió ideas y análisis sobre la causa con Alejandro Pérez Chada, el abogado de Gustavo Arribas.
“El ataque judicial va a seguir, esto es ir desactivando bombas”, describían ayer cerca de Macri, donde se respiraban aires más tranquilos, aunque aclaraban que debían ser “prudentes”. La película sigue.
Tras temores por su detención, hubo calma por el futuro de Nieto
Uno de los aspectos que generaron mayor tranquilidad en el entramado macrista es que interpretan que se despejó el sombrío panorama que veían sobre el futuro de Darío Nieto, el secretario privado de Mauricio Macri que fue allanado la semana pasada. Después de que el juez Federico Villena rechazara su pedido de exención de prisión, no descartaban la opción de un llamado a indagatoria y una eventual detención.
“El tipo estaba mandado y tenía intencionalidad política. Parecía obsesionado con el tema”, aseguraron en el entorno del ex presidente. Incluso, no descartan que pueda prosperar ahora un pedido de nulidad del allanamiento que le realizaron a Nieto. Allí le apuntan a que lo obligaron a desbloquear su celular, algo que según su defensa no está permitido.
Pero sobretodo, en el búnker PRO celebraron que la declaración de Susana Martinengo (que se frenó ayer a las 2 de la mañana y luego se suspendió por el cambio de juez) negó una vinculación de Nieto con la trama de espionaje ilegal. La versión que les llegó es que Villena presionó a la ex empleada de Documentación Presidencial para que le diera información que le permitiera avanzar en esa línea.
El propio secretario de Macri venía declarando en diversos medios que nunca había recibido un informe de inteligencia. Martinengo también declaró en ese sentido: “Me enteraba millones de cosas y los escuchaba a todos y decía ´lo paso´ pero no lo pasaba porque no era mi tarea; pero también yo pensaba que todo lo que hacían era legal”, respondió, según describió la agencia Télam, cuando le preguntaron por conversaciones que mantuvo con los espías a los que ella consideraba amigos, en los que llegó a decir que iba a remitir la información “a Nieto”. “Yo no recuerdo de haber pasado nada. Le pude dar algún comentario a Nieto por WhatsApp pero no tengo presente haberle pasado nada”, aclaró.
En la semana, en el equipo de Macri llegaron a considerar que “seguramente se consumará un terrible atropello con su detención arbitraria y sin razón plausible alguna”. Con el cambio de juez y los testimonios conocidos, creen que esa opción se aleja.