Tras meses de perfil bajo durante su tratamiento en Cuba, Florencia Kirchner abrió semanas atrás una cuenta de Instagram donde compartió diversas publicaciones. En su posteo más reciente, recomendó el libro titulado "Autobiografía de mi madre", de Jamaica Kincaid, una escritora nacida en las Antillas, en la isla St John, Antigua, que llegó a ocupar un lugar notable en la cultura de Nueva York.
“Desde una isla leo sobre otra: Antigua, que logró su independencia de los británicos en 1981, donde nació Jamaica Kincaid. Esta novela está toda subrayada. Es la búsqueda de una identidad, de una cultura y una pertenencia. Se moja toda en honestidad”, escribió la joven junto a la imagen donde se la puede ver tapándose la cara con el libro.
“La escuchamos (sí, escuchamos, su voz se empieza a escuchar) en una soledad frente a los hombres, las criaturas de la noche, lxs muertxs y lo que da la tierra. Las otras mujeres que no son ella, las que quiere y no quiere ser. Una mirada desafiante a la literatura hegemónica. De los regalos más lindos que me mandaron porque es de lo mejor que leí, y además publicado por una editorial nacional @capitalintelectual.ar”, agregó.
Florencia Kirchner: "Siempre fui muy crítica con mi mamá, con mi papá jamás"
Por último, la hija de Cristina Kirchner compartió un segmento de la obra: “Les comparto un párrafo: ‘Era una mujer muy bella, más bella que ninguna otra mujer que hubiese visto antes, de una belleza que tenía sentido para nosotros, no una belleza a la manera europea: tenía la piel de color marrón oscuro, su pelo era negro y brillante, ondulado en apretados rizos que le cubrían la cabeza. Su rostro era como una luna, una luna suave, marrón y reluciente'”.
En otra publicación reciente, Florencia mostró un retrato de ella junto a un texto donde contó la última vez que vio a su padre, Néstor Kirchner, antes de su muerte y cómo eso se reflejó en sus fotografías. A partir del retrato, tomado desde su ventana, dijo: “Ya, hace bastante. Principios de 2018. Mi ventana. Tengo algo con los vidrios. Con el a través. A mi padre lo vi por última vez a través de la ventana de un auto. Desde entonces empecé a fotografiar mucho”.
Y detalló: “Ventanas y espejos a mi alrededor, yo levantando los párpados frente a mi cámara y mi celular. Amigxs, extrañxs y objetos de mi atención. No me di cuenta hasta pasado bastante tiempo lo que estaba haciendo. La memoria también forma al ojo ¿no? ¿O a nadie más se le escapan los ojos de la cara? Los míos se van corriendo".
Días atrás, compartió también la foto del libro “De la enfermedad”, de Virginia Woolf, que acompañó con el prólogo de Angela Pérez: "La transformación interior y exterior que desencadena en nosotros la enfermedad, el distanciamiento de los sanos. La pobreza del idioma para expresar el dolor físico. Las palabras dejan de fluir cuando el enfermo intenta describir el dolor".
Florencia se encuentra en la isla caribeña bajo tratamiento médico desde marzo de 2019, a raíz de un linfedema que afectó su salud. La joven de 29 años había ido a ese país para participar de un seminario de guión de cine, pero por el problema que la aqueja, se quedó allí internada y no volvió a la Argentina. Es por eso que en reiteradas oportunidades, y con permiso de la Justicia, la vicepresidenta viajó a visitarla.
El pasado 11 de febrero, la exsenadora compartió una imagen de ambas antes de regresar a Buenos Aires. "Despidiéndome de Florencia antes de volver a Buenos Aires", escribió en su cuenta de Instagram, donde tiene más de un millón de seguidores. Acompañó el mensaje con el emoji de un corazón. La joven replicó la publicación en su perfil de la misma red social.
AB/FeL